La defensa de Daniel Sancho acusa a la policía tailandesa de falsear el testimonio en el que se declaró culpable
Los abogados aseguran que el español declaró a la policía que había tenido una pelea con la víctima, Edwin Arrieta, tras un intento de agresión sexual, pero que los agentes falsearon la declaración
Los abogados de Daniel Sancho, encarcelado en Tailandia por la muerte y el descuartizamiento del colombiano Edwin Arrieta a principios de agosto, ha denunciado este viernes unas presuntas irregularidades cometidas por la policía tailandesa en los momentos posteriores a la detención. Durante una rueda de prensa convocada en el despacho de la defensa del acusado, en Madrid, han explicado que Sancho declaró en todo momento que la muerte se produjo de forma accidental, y que actuó en defensa propia durante una pelea; pero que los agentes falsearon el testimonio y le ofrecieron una deportación a España a cambio de que colaborase en la investigación. La defensa ha asegurado que las declaraciones están grabadas y que ya están trabajando en denunciar lo que califican de un “escándalo” impropio de un “país normal”.
Los letrados buscan la nulidad de las actuaciones policiales amparándose en esa supuesta mala praxis y han mostrado “confianza” en que la Justicia tailandesa les dé la razón. También denuncian que a Sancho, de 30 años, no se le ofreció una acusación en español, su lengua materna, resignándose a hablar en inglés con un traductor; el hecho de que Sancho fuese detenido y encerrado en un calabozo acusado de ser un inmigrante ilegal; o que se le obligase a firmar documentos en tailandés en contra de su voluntad y sin haberle provisto de un abogado o un traductor a su idioma.
La portavoz de la familia Sancho, Carmen Balfagón, ha asegurado que la policía ha “fabricado” un testimonio falso para incriminarlo. “Daniel declara que había habido una pelea, un intento de agresión sexual y que, fruto de esa pelea, muere Arrieta. ¿Por qué lo sabemos? Porque hay grabaciones que así lo aseveran. La policía transcribe todo lo contrario: que había comprado elementos para desmembrar a la víctima”, ha asegurado.
El abogado Marcos García-Montes ha pedido dejar de lado la expectación mediática suscitada por el caso y ha afirmado que todas las acusaciones de asesinato contra Daniel Sancho son “erróneas”, ya que en derecho hay que hablar con “certezas” y no con “posibilidades”. García-Montes afirma que hay que apoyar a una persona que, de momento, no es culpable, y cuyos derechos han sido vulnerados. “Nadie tiene derecho a que le cambien una declaración”.
A tres meses de que se celebre el juicio, la defensa ha convocado a los medios en su despacho en el centro de Madrid para anunciar que han conseguido el acceso a unas grabaciones con las que pretenden probar que el testimonio de Sancho fue manipulado. Gracias a estas imágenes, obtenidas de la televisión tailandesa, según afirman, se han decidido a llevar la investigación a los tribunales.
El engaño policial, según García-Montes, va más allá. Según ha asegurado, la policía tailandesa también manipuló al acusado ofreciéndole una deportación exprés a cambio de su colaboración. Como prueba de la connivencia entre Sancho y los agentes, los abogados han mostrado una foto del acusado comiendo en un restaurante con varios policías que, según ellos, estaban tratando de ganarse su confianza a cambio de que colaborase en la búsqueda de los restos del cuerpo del fallecido. “Toda la investigación fue demasiado rápida y llena de cosas excepcionales. No es normal que la policía tailandesa te lleve a uno de los mejores restaurantes del país”, apuntan.
Cuchillos para unos vídeos de cocina
Sobre la adquisición de cuchillos y bolsas de basura por parte de Sancho en los días previos del suceso, la defensa ha negado toda vinculación con el caso, y la atribuyen a la intención del acusado de grabar un programa de cocina. “Daniel no compró nada para matar a nadie, ya dijo en su declaración que compró ese material para hacer unos vídeos de cocina. No hay ninguna prueba judicial de que el cuchillo fuese el causante de la muerte, porque aún no se sabe cómo se produjo”, asegura García-Montes.
La defensa sostiene que, aunque en el país asiático un asesinato premeditado puede conllevar cadena perpetua o pena de muerte, los hechos reales corresponden a un homicidio imprudente que debería permitir a Sancho volver a España en tres o cuatro años. “Estamos ante unos hechos que podrían ser considerados como accidente en España: me intentan violar, me muerden, me defiendo, el agresor se cae y se produce la muerte. No hay responsabilidad penal”, ha llegado a asegurar García-Montes.
El juicio contra Sancho tendrá lugar del 9 de abril al 3 de mayo en el tribunal provincial de Samui, en el sur de Tailandia, y contará con al menos 57 testigos de todas las partes implicadas. El español, de 29 años, fue detenido el 5 agosto en la vecina isla de Phangan. La policía tailandesa concluyó a mediados de agosto que la muerte del cirujano colombiano Arrieta fue premeditada y que el español Sancho lo apuñaló y luego lo descuartizó. El subdirector de la Policía de Tailandia, Surachate Hakparm, anunció entonces el fin de la investigación del crimen.
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