Concepción Gimeno, la primera mujer Defensora del pueblo en Aragón: “Intentaré reducir el sufrimiento humano”
Una magistrada se convierte, con consenso del Parlamento aragonés, en la primera Justicia de Aragón sin ningún voto en contra
Concepción Gimeno, Conchita para sus amigos y toda la judicatura aragonesa, todavía no se lo cree. Es, desde el viernes, la primera mujer que ocupa el puesto de Justicia de Aragón, la figura que en esta Comunidad responde —desde 1987— al Defensor del pueblo. Y además llega, en estos tiempos convulsos para la política, con acuerdo de la mayoría de la Cámara y sin ningún voto en contra. PP y PSOE alcanzaron, como partidos mayoritarios, el primer acuerdo, que después se extendió al voto favorable de Teruel Existe, el PAR y CHA. Sólo IU, Podemos y Vox se abstuvieron en la votación.
“Cuando me llamaron —dice en su primera entrevista en la SER de Zaragoza— estaba en casa poniendo una sentencia, como todas las tardes, y me saltó el corazón, así que no agoté ni el plazo para decidir”. Gimeno es jueza, o lo ha sido hasta ahora, casi 30 años lleva desempeñando su tarea en juzgados de lo Contencioso Administrativo, primero el 11 de Barcelona, y, desde el 2005, en el número 4 de Zaragoza. Y también ha sido portavoz de la Asociación Jueces para la Democracia, lo que parece no cayó muy bien en el socio de gobierno del PP en Aragón, Vox, que no votó en contra, pero prefirió la abstención. “La elección de Justicia —dijo el portavoz de Vox, Santiago Morón— no está incluida en los acuerdos de gobernabilidad. No es nuestra candidata, es la del PP. Nosotros hubiéramos apostado por un perfil más independiente, que no formara parte de ninguna asociación, ni progresista, ni conservadora”.
Pero Gimeno también desplegó en su discurso de toma de posesión la bandera de la igualdad. “Soy la primera mujer Justicia de Aragón en una sociedad que nos transmite su deseo de hacer efectivo el derecho de igualdad de la mujer en el acceso de las responsabilidades públicas, una sociedad que pelea por hacerlo y que sabemos que no cejará en su tesón por seguir desarrollándolo en todos los ámbitos”, dijo. Toda una declaración de intenciones. Gimeno es la quinta Justicia de Aragón después de cuatro hombres en el cargo y se convierte así en la tercera autoridad de la comunidad, solo detrás del presidente del Gobierno autónomo y de la presidenta de las Cortes. Algo que también destaca la experta en esta institución y profesora de Políticas de la UNED, Carmen Lumbierres. “Es de justicia —subraya— que la Justicia sea mujer porque el Justiciazgo tiene reconocimiento por parte de toda la sociedad”.
De esta sociedad, Concepción Gimeno se propone poner el foco en los más vulnerables. “Mi objetivo es detectar problemas y actuar para intentar reducir el dolor y el sufrimiento humano, lo intentaré por todos los medios”, asegura con convencimiento. Eso sí, como Defensora del pueblo, no tendrá poder coercitivo como sí lo ha tenido como juez, aunque no lo ve como obstáculo. “No se me quedará corto el nuevo papel —vaticina— porque la judicatura se constriñe en el principio de legalidad, que es ineludible, pero aquí hay otro principio más amplio, el de buena administración, donde puedo actuar con más libertad que hasta ahora, sugiriendo, opinando y aconsejando”.
De madre de Huesca, de padre de Teruel, ella nació y se licenció en Zaragoza hace 58 años y se propone también recorrer Aragón. “Estoy preocupadísima —revela— por la sanidad y los servicios sociales, las demoras que padecen y los efectos que provocan”. Y cuenta como, desde que leyó hace unos días una entrevista con médicos rurales, tiene ganas de ir a hablar con ellos. “Hay que escuchar a los profesionales, ver cómo se puede solucionar su situación, hay que dignificar su profesión, como la de los jueces de guardia en poblaciones de pocos medios, ellos son los que conocen las cosas”.
La judicatura aragonesa, en pleno, ha celebrado su nombramiento. El presidente de Sala de lo Contencioso Administrativo, Juan Carlos Zapata, amigo personal de Gimeno, la define como “una mujer empática, cercana y cariñosa”, pero a la vez advierte que “también es inflexible como juez”. Ella asiente y asegura que, desde su nuevo papel, no dudará en sacarle los colores a la Administración o los políticos, si hace falta. “No tenga duda —anuncia— que todo lo que yo no comparta, así se dirá”.
A Concepción Gimeno le gustan la montaña y los animales. En casa tiene un periquito, de nombre Agustina, que hasta habla. “Corre, corre, corre” cuenta su propietaria que dice el animal cuando se escapa. Y escuchándola parece un preludio de alguien que no tiene pinta de perder el tiempo, a pesar de que su mandato acaba de empezar.
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