España y el Reino Unido acuerdan las “líneas políticas generales” sobre Gibraltar
La reunión de los ministros de exteriores, Albares y Cameron, en Bruselas se salda con “avances significativos”, también en el uso del aeropuerto
España y el Reino Unido han logrado acordar este viernes en Bruselas las “líneas políticas generales” sobre Gibraltar y, aunque ninguna de las partes se atreve a fijar aún una fecha para el acuerdo político final sobre el estatus del Peñón en la UE, pendiente desde la consumación del Brexit hace ya cuatro años, los “avances significativos” obtenidos en la cita celebrada en la sede de la Comisión Europea abren la puerta a nuevos progresos “en las próximas semanas”, según han asegurado ambas partes en un comunicado conjunto. Entre las líneas políticas ya acordadas durante esta jornada se cuentan...
España y el Reino Unido han logrado acordar este viernes en Bruselas las “líneas políticas generales” sobre Gibraltar y, aunque ninguna de las partes se atreve a fijar aún una fecha para el acuerdo político final sobre el estatus del Peñón en la UE, pendiente desde la consumación del Brexit hace ya cuatro años, los “avances significativos” obtenidos en la cita celebrada en la sede de la Comisión Europea abren la puerta a nuevos progresos “en las próximas semanas”, según han asegurado ambas partes en un comunicado conjunto. Entre las líneas políticas ya acordadas durante esta jornada se cuentan asuntos sensibles como el aeropuerto, los bienes y la movilidad.
“Hoy no es un día de negociación más, ha sido un día muy importante, donde se han conseguido avances importantes y en el que todos estamos de acuerdo, una vez más, en seguir trabajando las próximas semanas para concluir”, ha declarado el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, al término de la reunión junto con su homólogo británico, David Cameron; el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, y el vicepresidente de la Comisión Europea Maros Sefcovic, responsable de las relaciones con el Reino Unido, que ha celebrado especialmente el “ambiente constructivo” que ha dominado el encuentro.
La cita, la primera de este formato y con todos los actores clave sentados en torno a la mesa, “ha reafirmado el compromiso compartido para culminar un acuerdo UE-Reino Unido que asegure un futuro de prosperidad para toda la región”, señala el comunicado conjunto. Dicho acuerdo proporcionará “confianza, seguridad jurídica y estabilidad a las vidas y la calidad de vida de las personas de toda la región, sin perjuicio de las posiciones jurídicas de cada una de las partes”, agrega el texto oficial consensuado, en el que faltan detalles tanto sobre las líneas políticas generales ya acordadas como sobre la fecha y el lugar para el próximo encuentro.
En 2020, se acordó a falta de algunos flecos aún en negociación que Gibraltar se unirá a Schengen, el espacio europeo de libre circulación que integran 26 países (22 comunitarios, más Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein), de forma que la frontera de la colonia dejará de estar en la Verja para situarse en su puerto y aeropuerto. De este modo, quienes entren desde territorio español a Gibraltar no necesitarán pasaporte, pero sí los británicos que quieran viajar a su colonia, ya que el Reino Unido no forma parte de Schengen.
Albares y Picardo, los únicos de los reunidos que han hablado a los medios tras una reunión a puerta cerrada que se ha prolongado durante más de tres horas, han justificado esa vaguedad en los términos con la necesidad de “proteger la negociación y que llegue a buen puerto”, como ha señalado el jefe de la diplomacia española.
Eso sí, ha asegurado Albares, Madrid y Bruselas mantendrán una misma línea en las negociaciones pendientes. “La Comisión y España estamos perfectamente alineados y, como hemos venido haciendo, hemos también acordado que en las próximas semanas todos los textos que presentemos, que intercambiemos, serán en todo momento textos conjuntos”, ha puntualizado el ministro de Exteriores.
La cita en Bruselas había generado una gran expectativa, tanto por su alto nivel, sin precedentes, como por los tiempos, pues que urge cerrar un acuerdo antes de las elecciones europeas de junio. Los comicios podrían supone un frenazo a las negociaciones puesto que, probablemente, no se podrían retomar hasta que se conformase el próximo Ejecutivo comunitario. Con todo, no está claro que ese calendario se vaya a poder cumplir. Aunque Albares ha asegurado que “por España no va a quedar que sea lo antes posible”, Picardo ha reconocido que las “semanas” mencionadas por las partes podrían alargarse aún por algunos meses. “Lo más importante es seguir adelante y llegar ya a ese acuerdo tan elusivo hasta ahora”, ha subrayado el primer ministro del Peñón.
Desde Dublín, última etapa de su gira europea para recavar consenso internacional sobre el reconocimiento al Estado palestino, el presidente del Gobierno ha comentado la tarde de este viernes que le han llegado “señales muy positivas” de la reunión de Bruselas. “Las negociaciones van a continuar durante las próximas semanas, y esperamos que podamos llegar a un acuerdo exitoso entre la Unión Europea y Reino Unido”, ha enfatizado Pedro Sánchez, quien no obstante ha precisado que “quedan algunos aspectos importantes por resolver” una vez se han marcado líneas políticas genrales sobre temas “muy trascendentes para el Gobierno de España, como el aeropuerto, bienes y movilidad”.
La reunión tripartita en Bruselas ha sido el colofón de varias semanas de contactos intensos en los que, según había adelantado Albares a su llegada, se han “empezado a acercar posiciones sobre los temas que quedaban pendientes”. Aunque el jefe de la diplomacia española mantiene el mantra de que “nada está acordado hasta que todo está acordado”, en la víspera del viaje, en declaraciones a Onda Cero ya dijo confiado en estar “cada vez más cerca de que todo esté acordado”. La meta es, según corroboró Albares este viernes, “avanzar lo más posible en esa zona de prosperidad compartida para todo el campo de Gibraltar”.
Antes de su reunión con Cameron, Albares celebró un encuentro “preparatorio” a solas con Sefcovic, mientras Cameron mantenía otro, también a puerta cerrada, con Picardo. El jefe de la diplomacia británica, que durante su etapa como primer ministro convocó el referéndum para la salida del Reino Unido de la UE, partió directamente tras la reunión y sorteó así a la prensa. El Gobierno británico había evitado en todo momento hablar de la posibilidad de un acuerdo final este mismo viernes, aunque sí definió el encuentro como una oportunidad para discutir cara a cara al más alto nivel los últimos flecos pendientes con el objetivo de lograr algún tipo de plataforma para avanzar en las negociaciones, objetivo que todas las partes consideran ahora cumplido.
Fuentes diplomáticas habían indicado a este periódico que la negociación está ya en su recta final, con intercambio de textos sobre la redacción de un tratado que será necesariamente extenso y pormenorizado, ya que afecta a una gran variedad de campos en las relaciones entre la colonia británica y la UE. El papel que tendrán los agentes de la agencia europea Frontex y los miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad españoles en el control de los pasajeros que llegan a Gibraltar procedentes de terceros países y el uso conjunto del aeropuerto, construido sobre un istmo cuya titularidad reclaman Madrid y Londres, se han convertido en los aspectos más delicados de la negociación, por rozar cuestiones de soberanía que ambas partes han pactado mantener al margen.
El futuro tratado está llamado también a englobar asuntos de derechos de los trabajadores, fiscalidad, seguridad o medio ambiente. De ahí que la negociación también gire en equiparar las pensiones de los gibraltareños con la de los trabajadores transfronterizos en el Peñón, unas 400 libras (unos 465 euros) de media más altas las de los primeros. A eso suma la armonización fiscal y de impuestos, que incidiría en productos como el tabaco, y que persigue equiparar a Gibraltar con cargas fiscales de otros territorios europeos que no necesariamente tienen que ser como las españolas.
Los dos países destacan la buena sintonía de las relaciones en estos momentos, un hecho que permitió el relanzamiento de las negociaciones en torno a Gibraltar a finales del año pasado, también en Bruselas, con un primer cara a cara entre Albares y Cameron en los márgenes de una cumbre de ministros de Exteriores de la OTAN que ahora ha dado otro paso importante, aunque aún no definitivo, más.