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España, Reino Unido y la Comisión Europea se citan en Bruselas para rematar el acuerdo sobre Gibraltar

Los ministros de Exteriores español y británico y el vicepresidente europeo esperan alcanzar este viernes un pacto político sobre las relaciones del Peñón con la UE

Gibraltar
La fluidez en la frontera del Peñón es uno de los puntos esenciales que debe tratar el tratado que se negocia desde hace tres años.PACO PUENTES

Ocho años después del referéndum del Brexit —y cuatro años después de la salida efectiva del Reino Unido de la UE—, el acuerdo político sobre el estatus de Gibraltar en la Unión Europea está muy cerca. Los ministros de Asuntos Exteriores de España y el Reino Unido, José Manuel Albares y David Cameron, se reunirán este viernes en Bruselas con el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, para rematar el acuerdo sobre las relaciones de Gibraltar con la UE una vez consumado el Brexit. A esta reunión de alto nivel asistirá también, dentro de la delegación británica, el ministro principal gibraltareño, Fabian Picardo. Tras ese acuerdo político, los técnicos de la Comisión Europea, Reino Unido y España ser encargarán de plasmar en un texto jurídico los consensos alcanzados, tras unas semanas en las que los flecos más conflictivos se han limado notablemente, según las fuentes consultadas. El acuerdo sobre Gibraltar pondrá punto final al Brexit. Y ese acuerdo, que paradójicamente tiene que sellar David Cameron —el ex primer ministro que convocó el referéndum para la salida de la Unión Europea—, simboliza también el actual clima de entendimiento entre Londres y Bruselas tras unos años de turbulencias.

Esta cumbre tripartita servirá para alcanzar un pacto político, después de dos años y medio de negociaciones técnicas, aunque la firma del documento definitivo se demorará hasta que el articulado del futuro tratado esté totalmente pulido. El encuentro ha suscitado una gran expectación, no solo porque no tiene precedentes, sino también porque el tiempo se agota, ya que faltan menos de dos meses para que se celebren las elecciones al Parlamento Europeo que, de no existir acuerdo, impondrían un frenazo en las negociaciones hasta que pueda formarse un nuevo Ejecutivo comunitario. “Será muy difícil encontrar otra oportunidad como esta para llegar a un arreglo”, advierten las mismas fuentes, quienes recuerdan que también está pendiente la celebración de elecciones generales en el Reino Unido.

Preguntado el pasado miércoles en Bruselas, Sefcovic, comisario responsable de este dosier, señaló que, tras 18 rondas de negociaciones técnicas, el proceso está en “pleno apogeo”, por lo que es necesario realizar una “evaluación política” de la situación. “Estamos intentando encontrar la mejor manera y el mejor momento para organizar” un encuentro a nivel político, dijo, horas antes de que se anunciara la cumbre trilateral de este viernes. Fuentes comunitarias admitieron que ambas partes están entrando en una “fase sensible de las negociaciones”. Y añadieron que la reunión de este viernes, que empieza a mediodía, ayudará a “avanzar en todos los temas importantes”, informa Silvia Ayuso.

Fuentes diplomáticas reconocen que la negociación está ya en su recta final, con intercambio de textos sobre la redacción de un tratado que será necesariamente extenso y pormenorizado, ya que afecta a una gran variedad de campos en las relaciones entre la colonia británica y la UE. El papel que tendrán los agentes de la agencia europea Frontex y los miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad españoles en el control de los pasajeros que llegan a Gibraltar procedentes de terceros países y el uso conjunto del aeropuerto, construido sobre un istmo cuya titularidad reclaman Madrid y Londres, se han convertido en los aspectos más delicados de la negociación, por rozar cuestiones de soberanía que ambas partes han pactado mantener al margen.

El futuro tratado está llamado también a englobar asuntos de derechos de los trabajadores, fiscalidad, seguridad o medio ambiente. De ahí que la negociación también gire en equiparar las pensiones de los gibraltareños con la de los trabajadores transfronterizos en el Peñón, unas 400 libras (unos 465 euros) de media más altas las de los primeros. A eso suma la armonización fiscal y de impuestos, que incidiría en productos como el tabaco, y que persigue equiparar a Gibraltar con cargas fiscales de otros territorios europeos que no necesariamente tienen que ser como las españolas.

En declaraciones a Onda Cero, Albares ha recordado este jueves que “nada está acordado hasta que todo está acordado”, pero ha añadido: “Yo creo que cada vez estamos más cerca de que todo esté acordado”. Según el jefe de la diplomacia española, en las últimas reuniones técnicas ―la más reciente se celebró el viernes antes de Semana Santa― se han producido “acercamientos importantes”, por lo que “la situación empieza a estar ya madura”. “Tal vez mañana”, ha añadido, aludiendo a la cita de este viernes, “no sea el día final, porque son cuestiones complejas, pero ya empezamos a estar cerca para tener un acuerdo sobre las líneas generales” del tratado, que debería ser aprobado “lo antes posible”.

Gibraltar llega a la cita en Bruselas con “esperanzas”, como reconocen fuentes cercanas al Gobierno de Picardo, que califica la reunión como “la negociación multilateral de más alto nivel a la que haya asistido nunca un ministro principal de Gibraltar”. Picardo no oculta su optimismo ante un encuentro del que espera que le deje “en posición de conseguir acordar el tratado”, según ha dicho en un comunicado.

Los gibraltareños contemplan las negociaciones con una mezcla de estoicismo, ilusión y hartazgo. La transitoriedad actual —surgida tras el acuerdo de la Nochevieja de 2020 entre los gobiernos de Madrid y Londres— y la posibilidad de que el proceso acabe sin acuerdo sumen a Gibraltar en una incertidumbre que pone en riesgo inversiones económicas a futuro para las compañías del Peñón, como ya han denunciado distintos empresarios. Los mismos nubarrones se ciernen para los 15.500 trabajadores transfronterizos —según datos del Ejecutivo gibraltareño— que verían peligrar sus empleos si la Verja se queda tal y como está y no se elimina, porque se convertiría en una frontera exterior de la UE y del espacio Schengen.

Incidente con una patrullera

J. A. CAÑAS

La noche de este miércoles se produjo un incidente con una patrullera de la Guardia Civil en aguas cercanas al Peñón. En torno a las 22.18, varios gibraltareños llamaron al teléfono de emergencias de la ciudad, el 999, para alertar del choque de una embarcación con una boya de señalización de la parte occidental del aeropuerto, según han explicado desde el Gobierno de Gibraltar. 

La lancha resultó ser la Río Belelle, con base en Algeciras, que chocó con la señalización de forma “fortuita”, según han explicado fuentes de la Guardia Civil, aunque desde el Gobierno gibraltareño se informó de que la patrullera podía estar persiguiendo a unas lanchas sospechosas. El impacto quedó recogido en el vídeo de un vecino subido a la red social X (antigua Twitter) en el que se aprecia cómo la patrullera realiza un giro que la lleva a poner rumbo de colisión contra el indicativo señalizado con una luz roja. El golpe no ha producido daños personales, pero sí ha causado “importantes daños” a la embarcación, que ha quedado inoperativa, según han explicado las mismas fuentes del Instituto Armado. 

El incidente en unas aguas en litigio hubiese desembocado en una queja diplomática y pública de Gibraltar, como ha ocurrido en la mayoría de las ocasiones. Sin embargo, en este contexto de negociaciones, desde el Peñón se han limitado a informar del accidente, que fue cotejado por la Policía Real de Gibraltar, y a asegurar que el capitán del Puerto y el comisario de Policía gibraltarteños “se han puesto en contacto con sus respectivos homólogos españoles en relación con el incidente”. 

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