Las discotecas incendiadas en Murcia tenían “deficiencias estructurales muy graves”, según los peritos de las víctimas
Los técnicos señalan que la nave industrial en la que murieron 13 personas no ofrecía una “posibilidad de evacuación real”
La nave industrial que albergaba las dos discotecas que sufrieron un incendio el 1 de octubre de 2023 en Murcia en el que fallecieron 13 personas “tenía deficiencias estructurales muy graves” y “estaba mal ejecutado en muchos de sus elementos de estabilidad y de protección y seguridad”. Además, la configuración de sus salidas de emergencia no ofrecían una “posibilidad de evacuación real”. Estas son las conclusiones preliminares que sacan los peritos que han contratado dos de los abogados de familiares de las víctimas del incendio, y que han podido visitar este miércoles, ocho meses después del suceso, lo que queda en pie de las salas de fiestas para tratar de recabar sus propias pruebas sobre la tragedia.
Durante aproximadamente una hora, los peritos han revisado el interior de los inmuebles acompañados por efectivos de la Policía Nacional y los bomberos. También han estado en la inspección ocular técnicos contratados por los propietarios de la nave, que la tenían alquilada a los responsables de Teatre, quienes, a su vez, arrendaron una parte de la sala a los propietarios de Fonda Milagros, el local donde fallecieron todas las víctimas. Ha estado presente, asimismo, el ingeniero técnico que llevó a cabo el proyecto para dividir en dos la nave, y que este martes declaró también como testigo en la fase de instrucción del juicio.
Uno de los abogados de las víctimas, José Manuel Muñoz Ortín, que representa a los familiares de tres de los fallecidos, ha explicado que sus peritos se han encontrado en la inspección llevada a cabo que el local es “un amasijo de hierros” en el que se conservan todavía muchos elementos que permiten concluir que “el edificio en sí estructuralmente no tenía ningún tipo de garantía, estaba mal ejecutado en muchos elementos de estabilidad y, principalmente, de protección y de seguridad”. Según ha relatado, no había apenas revestimientos, lo que provocó un rápido derrumbe de la estructura del inmueble que, al iniciarse el fuego, “se ha ido a pique (...) inmediatamente” porque “no tenía la fortaleza necesaria ni la seguridad necesaria para poder resistir” a una situación de este tipo.
El abogado se ha preguntado “cómo se autorizó un establecimiento que estaba en esas condiciones”, y ha insistido en que “lo que ha quedado” de él arroja muchos datos sobre su construcción. “El edificio habla”, ha subrayado. El otro letrado que solicitó este peritaje, Pedro López Graña, que defiende a los familiares de otras dos víctimas mortales del incendio, ha puesto de relieve la constatación que han hecho sus peritos sobre la salida de emergencia que había en la parte posterior de la discoteca Teatre, en la que los investigadores sitúan el origen del incendio. Según ha subrayado, “todo indica que [esa puerta de emergencia] estaba cancelada, estaba cerrada y no había posibilidad de evacuación real” por esa vía, un punto que ya habían señalado en sus informes los bomberos y la policía judicial. Los peritos, ha dicho, han podido también tomar datos sobre el resto de medidas de seguridad de las salas con el objetivo de poder cotejar lo que han visto en su inspección con los datos que ya constaban en los informes policiales para verificar la información y contrastar “si hubiera algún tipo de contradicción”.
Pero los ocho meses que han transcurrido desde el incendio, ha reconocido, hacen “difícil obtener nueva información”, porque el edificio está “realmente en una situación ruinosa”. “Desde mi punto de vista, se ha tardado más de la cuenta [en autorizar esta inspección]. Yo creo que este acto debería haberse realizado mucho antes”, ha lamentado el abogado. A esa misma dilación ha apelado el letrado que defiende a los propietarios de la sala Teatre, José María Caballero, para restar trascendencia a la información que se pueda obtener de esta inspección. Al tiempo transcurrido desde el incendio, ha argumentado, se suman varios episodios de lluvias torrenciales —el último, la semana pasada—, que han “contaminado el escenario”. Además, el edificio no ha estado custodiado, y hay constancia de que han podido entrar personas en busca de chatarra, por lo que la información recabada este miércoles puede estar alterada y “no es especialmente valiosa”. Por ese motivo, los propietarios de Teatre no han inspeccionado con sus propios peritos el local, aunque sí llevarán a cabo una “pericial de contradicción”, es decir, un estudio pormenorizado de todos los informes emitidos a lo largo de la investigación, además de los testimonios que se han prestado ante la jueza en la fase de instrucción, con el objetivo de detectar posibles contradicciones entre unos y otros.
El Ayuntamiento de Murcia decretó que las discotecas fueran derribadas porque se encuentran en estado de ruina, por lo que, una vez que todos los peritos que habían solicitado las partes han tenido acceso a los inmuebles, está previsto que los derribos sean inminentes.
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