San Fermín 2024 arranca con un chupinazo lanzado por los Dantzaris de Pamplona

Ha estallado la fiesta. Pamploneses y visitantes han dado la bienvenida a los Sanfermines de 2024. Un año más se han vuelto a abrazar, a reír, a bailar, a cantar. Emoción contenida de algunos, lágrimas de otros. Se han anudado el pañuelo rojo al cuello recordando a quienes ya no están y celebrándolo con quienes sí. Decenas de miles de personas celebran en las calles el inicio de nueve días, de 204 horas, de fiesta ininterrumpida con más de medio millar de actividades y las decenas no recogidas en el programa oficial. Han sido 366 días de espera, pero las mejores fiestas del mundo (para los locales y parte de los visitantes) ya están aquí tras el chupinazo de este sábado al mediodía. Subsuelo revisado, tejados controlados, cohetes preparados. Nada ha fallado.

El 6 de julio ha comenzado pasado por agua, pero eso no ha desanimado a las más de 12.000 personas que se han agolpado en la plaza consistorial. San Fermín ha echado su capotico para el chupinazo y ha parado de llover para disfrutar del comienzo oficial de las fiestas. Con el chupinazo, Pamplona ha aunado tradición y modernidad porque los encargados de prender la mecha han sido tres representantes de los Dantzaris de Duguna, que cumplen 75 años de trayectoria. El director de la agrupación, Aritz Ibáñez, y la dantzari Itxaso Martinez de la Pera han pregonado a dos voces la tradicional fórmula -Iruindarrak. Pamplonesas, pamploneses. ¡Viva San Fermín! Gora San Fermín!-. Desde la plaza, los miles de asistentes han repetido el viva y el gora y el presidente de la sociedad Ángel Arana ha prendido finalmente la mecha del cohete. La emoción ha sido palpable en ellos tres, pero también en quienes los han acompañado en el balcón, incluido el alcalde, Joseba Asiron.

Tras el chupinazo, la euforia se ha desatado en todos los rincones de la capital navarra. Como marca la tradición, las agrupaciones municipales de txistularis y gaiteros y la banda de música La Pamplonesa han interpretado en el zaguán del Ayuntamiento la primera canción de estas fiestas, la Biribilketa del compositor Manuel Gainza. Inmediatamente después, los gaiteros y txistularis han salido a la plaza consistorial para empezar su recorrido por las calles más céntricas.

Es el momento en el que la plaza vibra, salta, grita, canta, al ritmo del “Ánimo Pues”. Es uno de los instantes más emocionantes para los de casa y más virales en redes sociales para quienes viven las fiestas desde fuera. Las cerca de 200 txapelas rojas marcan el contraste con el cordón azul de Policía Municipal y los miles de personas que bailan a su alrededor. El blanco se distingue entre la multitud porque la mayoría de quienes acceden a la plaza para el chupinazo, la abandonan poco después del cohete por falta de fuerzas, y les toman el relevo quienes han esperado en las calles aledañas. Son momentos de algarabía con anécdotas como el vuelo de zapatillas o de teléfonos móviles. Y si este instante es uno de los más especiales, este año todavía lo es más porque la salida de los gaiteros es la imagen del cartel oficial de los Sanfermines 2024. El cartel, de nombre Gaiteros, fue creado por el diseñador vasco Ángel Blanco y ganó el concurso popular con más del 33% de los votos emitidos.

Son más de 200 horas de fiesta hasta el próximo 14 de julio, cuando concluirá con el ‘Pobre de mí’. Hasta entonces, pamploneses y visitantes disfrutarán de ocho encierros, la procesión a San Fermín, decenas de conciertos, Dj’s, música en la calle, fuegos artificiales o jotas, entre otras actividades para familias, jóvenes y mayores.

El día grande de las fiestas es este domingo 7 de julio, cuando se celebra la procesión de San Fermín. Es también la jornada en la que se celebra el primero de los encierros, protagonizado por los toros de La Palmosilla. Más de medio millar de actividades en un programa que trae varias novedades, como la vuelta de la despedida de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos a la plaza Consistorial, algo que harán con música de las siete bandas de gaiteros y la banda de txistularis de la comparsa, acompañados por un grupo de metales.

También se han descentralizado algunas actividades para intentar descongestionar el centro de una ciudad que, de manera habitual, apenas supera los 200.000 habitantes censados en el municipio y que durante estos nueve días espera la llegada de centenares de miles de visitantes.