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Montero ofrece al PP una negociación “discreta” para pactar la financiación autonómica

Los populares lanzan todo su arsenal contra la vicepresidenta primera

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, este martes en el Senado.
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, este martes en el Senado.ZIPI ARAGON (EFE)
Xosé Hermida

El PP lanzó este martes todo el peso de su mayoría absoluta en el Senado contra la vicepresidenta primera, María Jesús Montero. Hasta ocho representantes populares intentaron acorralar a la también ministra de Hacienda, en la sesión de control de la Cámara alta, con la financiación autonómica, la incertidumbre sobre los Presupuestos o la situación fiscal del hermano del presidente del Gobierno. Montero se atuvo a la divisa tan querida en las Cortes españolas de que la mejor defensa es un buen ataque. Y el resultado fue un intercambio de golpes durante dos horas. La vicepresidenta ofreció al PP una negociación “discreta” para buscar ente ambos un nuevo modelo de financiación autonómica. No hubo respuesta.

Cuando los populares despliegan así su arsenal, el hemiciclo se llena de frases de este tenor: “Es usted la consiglieri de la familia Sánchez. Dígale al altísimo, a su sanchidad...” (Luis Santamaría). “A ustedes no les importa la política de vivienda, lo único que le preocupa al gran jefe es su vivienda: La Moncloa” (Alicia García). “Lo único que se negocia en La Moncloa son los contratos de Begoña Gómez. Los temas de Estado se negocian en Suiza” (Salvador de Foronda). Este último aún traía otra perla más gorda. Se inventó lo que, según él, le habría dicho el jefe del Gobierno catalán, Salvador Illa, al expresident Jordi Pujol en la entrevista entre ambos la semana pasada: “No te preocupes, Jordi, que en 2025 tu expediente por haber defraudado 8,6 millones al Estado español durante 34 años irá a la papelera y volverás a ser honorable”. Montero se quedó perpleja: “¿Pero se da cuenta de que ha acusado de un delito al presidente de la Generalitat?”.

No todos los oradores del PP se deslizaron por esos precipicios. Otros entraron más al fondo de los asuntos, sobre todo al acuerdo de “financiación singular” para Cataluña entre los socialistas y ERC. El más incisivo fue el valenciano Gerardo Camps, en un formato, el de la interpelación, con más tiempo que en las preguntas rápidas de la sesión de control. Montero no se movió del discurso del Gobierno: el pacto con ERC incluye una referencia expresa a la “solidaridad” con el conjunto del Estado, y el Ejecutivo se compromete a transferir más fondos a todas las comunidades. “Cualquier privilegio es un perjuicio para los demás”, le replicó Camps, quien ironizó con la “obra maestra de escapismo verbal” de la vicepresidenta. “Cuando se vaya este Gobierno, a España ya no se la reconocerá”, remató.

Como los populares insistían en que el modelo de financiación debe ser acordado entre todos, la ministra propuso negociarlo con “discreción” entre el Ejecutivo y la cúpula del PP. La palabra levantó murmullos en la bancada popular, pero Montero insistió: “Con discreción, sí, para que así no interfieran los intereses diferentes de sus barones regionales”.

Hay pocos asuntos sobre los que el PP no pueda encontrar una frase de Pedro Sánchez en su época de opositor contradictoria con sus posiciones actuales. Desde hace días, sus representantes repiten una de cuando Mariano Rajoy encadenaba prórrogas de Presupuestos: “Un Gobierno sin Presupuesto es como un motor sin gasolina”. Camps desempolvó otra sobre financiación autonómica: “No puede haber concesiones especiales para una comunidad que no haya para las demás”.

La vicepresidenta llegaba con otra ración de hemeroteca sobre posiciones anteriores del PP en favor de un régimen especial para Cataluña. Montero no negó que, también en su caso personal, las posiciones actuales no son las mismas que cuando era consejera andaluza. Pero se justificó: “Tampoco el señor Feijóo defiende lo mismo que cuando estaba en Galicia. Entonces defendíamos a nuestros territorios, ahora tenemos que defender a la totalidad”.

Aparte del PP, la ministra de Hacienda enfrentó preguntas de Vox y ERC, esta última sobre la situación fiscal del rey emérito, asunto en el que despejó balones fuera expeditivamente. Fue el aperitivo de una gincana parlamentaria para Montero, que se prolongará miércoles y jueves en el Congreso. Otra vuelta de tuerca a la financiación y a los Presupuestos non natos.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.
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