España nombra embajador en Argentina y pone fin a cinco meses de crisis diplomática

El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el nombramiento de Joaquín María de Arístegui Laborde como nuevo embajador de España en Buenos Aires (Argentina). Con este nombramiento se pone fin a la crisis diplomática que se inició en mayo pasado, cuando el Ministerio de Asuntos Exteriores llamó a consultas primero y retiró definitivamente después a la embajadora española en Argentina, María Jesús Alonso Jiménez. El detonante de aquella decisión fueron los insultos que, durante un acto preelectoral de Vox en el palacio de Vistalegre (Madrid) el 19 de mayo, vertió el presidente argentino, Javier Milei, contra Begoña Gómez, esposa del jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, a la que tachó de “corrupta”.

El cierre de la crisis diplomática se produce sin que Milei haya pedido públicamente disculpas por esos insultos, como exigió España, aunque el hecho de que el comunicado conjunto incluya la promesa de que ambos gobiernos trabajarán por fortalecer la confianza desde “el respeto mutuo en términos políticos e institucionales” puede interpretarse como un compromiso de que esas descalificaciones al presidente del Gobierno y su esposa, que España interpretó como falta de respeto institucional, no volverán a repetirse.

La normalización de relaciones se produce a pocas semanas de que el presidente argentino coincida con Pedro Sánchez en dos cumbres internacionales: la de la Comunidad Iberoamericana, en Cuenca (Ecuador), el 14 y 15 de noviembre; y la del G-20 en Río de Janeiro (Brasil), los días 18 y 19 del mismo mes. Ambos foros podrían servir de escenario para su primer encuentro entre el jefe del Gobierno español y Mieli desde que el segundo llegó al poder en diciembre pasado.

La decisión de cubrir una embajada que ha estado cinco meses vacante ha venido precedida por una serie de contactos entre los responsables de la diplomacia de ambos países. El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, mantuvo una “cordial” conversación telefónica con su homóloga argentina, Diana Mondino, en agosto pasado y ambos mantuvieron su primera entrevista en los márgenes de la Asamblea General de la ONU en septiembre en Nueva York. Fruto de estos contactos fue el ofrecimiento para que ciudadanos argentinos pudieran embarcarse en los aviones que la Fuerza Aérea envió a Beirut para evacuar a la colonia española de Líbano. Además, Argentina aprobó la candidatura de España como sede de la Cumbre Iberoamericana de 2026 y ambos gobiernos suscribieron en septiembre una declaración en favor de la transición democrática en Venezuela, junto a otros 28 países.

Tras el mitin de Vox en Vistalegre, Albares llamó a consultas a la embajadora en Buenos Aires pero, al regreso de Milei a su país, este volvió a cargar contra Sánchez. “Es tan cobarde que necesitó mandarme a pegar por mujeres”, dijo, en alusión a las ministras españolas que le criticaron. “Es algo de una cobardía feroz”, añadió. Fue el 21 de mayo cuando Exteriores retiró definitivamente a la embajadora, lo que ha obligado ahora a nombrar un nuevo representante diplomático y a pedir el plácet. un proceso que ha sido extraordinarimanete rápido, ya que el Gobierno español lo pidió hace una semana y se concedió en 24 horas. Milei se escudó en su día en que el ministro de Transporte, Óscar Puente, le había insultado antes, al sugerir en un encuentro con jóvenes que el presidente argentino ingería drogas, y minimizó al alcance de la crisis. Argentina nunca retiró a su embajador en Madrid, Roberto Bosch.

Joaquín María de Arístegui, nombrado embajador en Buenos Aires a propuesta del ministro de Asuntos Exteriores, era embajador en Bogotá (Colombia) desde 2021. Nacido en Madrid hace 58 años, ingresó en la carrera diplomática en 1992 y ha ocupado, entre otros destinos, el puesto de representante permanente adjunto ante los organismos internacionales con sede en Ginebra (2007), embajador en Trinidad y Tobago y ante el Caricom (la comunidad de Estados del Caribe) (2010), cónsul en Pekín, China (2014), y en Lyon, Francia (2018). También fue nombrado director general de Deportes en 2020 por la secretaria de Estado Irene Lozano, a cuyas órdenes ya había trabajado como jefe de la Oficina de la España Global del Ministerio de Asuntos Exteriores en 2018.

Coincidiendo con el nombramiento del nuevo embajador en Buenos Aires, los dos gobiernos han difundido un comunicado en el que aseguran: “España y Argentina somos pueblos hermanos, unidos por profundos lazos humanos y sociales. [...] La relación entre nuestros gobiernos debe estar a la altura de la intensidad de los vínculos que unen a nuestros pueblos y sociedades. Por ello, nos comprometemos a fortalecer nuestra relación para que alcance el máximo nivel de confianza y respeto mutuo en términos políticos e institucionales que nuestros pueblos merecen”. “Como socios prioritarios, tanto a nivel bilateral como en el seno de [...] la Unión Europea y el Mercosur, debemos trabajar juntos para incrementar nuestros intercambios comerciales y lograr una rápida y efectiva conclusión del Acuerdo de Asociación Unión Europea-Mercosur”, agrega el texto. “Como miembros de la Comunidad Iberoamericana de Naciones, debemos seguir fortaleciendo la organización como un espacio de progreso, solidaridad y consenso en beneficio de los pueblos de Iberoamérica. [...] Nos comprometemos a buscar siempre puntos de conexión en la consecución de nuestro objetivo común, que es el bienestar de nuestros ciudadanos”, concluye.

Tras la normalización de relaciones diplomáticas con Argentina, España mantiene abiertas otras crisis diplomáticas: Argelia llamó a consultas a su embajador en marzo de 2022, después de que el Gobierno españoñ rompiera su tradicional neutralidad ante el contencioso del Sahara y apoyara el plan marroquí de autonomía para la excolonia; mientras que Israel lo hizo en mayo de 2024, en respuesta por el reconocimiento del Estado palestino. Ninguno de los dos ha regresado todavía. A ello se suma el choque diplomático con México, después de que la nueva presidenta, Claudia Sheinbaum, excluyera al Rey de la lsita de invitados a su toma de posesión por no haber pedido disculpas por los desmanes de la colonización española; y la tensa relación con Venezuela, donde España, como la mayoría de la comunidad internacional, no ha reconocido la victoria de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio.