El Rey aboga por “afianzar el papel de la UE como actor global” ante el regreso de Trump a la Casa Blanca
Felipe VI evita hablar de Venezuela, pero defiende el “respeto a la voluntad popular” expresada en las urnas
A 11 días del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, Felipe VI ha abogado por “afianzar el papel de la UE como actor global, superando sus condicionamientos internos para actuar de forma unida” y contribuir “a la defensa del derecho internacional, la paz y la estabilidad”. Ante casi un centenar de representantes del cuerpo diplomático acreditado en España –en total hay 126 embajadas y 42 sedes de organismos multilaterales— el Rey ha defendido “un orden internacional basado en reglas” y “un multilateralismo reformado, más eficaz e inclusivo”, en el 80 aniversario de la fundación de la ONU, que se cumple este año. Y ello pese a “la dificultad cada vez más palpable para alcanzar o sostener consensos en el ámbito multilateral”, ha reconocido.
Felipe VI ha calificado el actual escenario internacional de “complejo e inestable” y ha dedicado varios párrafos de su discurso a los desastres naturales (de la dana de Valencia al incendio de los Ángeles), los atentados terroristas (en Magdeburgo o Nueva Orleans) y las “terribles guerras” en Ucrania o Próximo Oriente. Pese a la incertidumbre sobre la postura que finalmente tomará Trump, ha calificado de “fundamental que la Unión mantenga su apoyo a Ucrania” y ha justificado el reconocimiento del Estado Palestino por parte de España como una contribución “a la estabilidad de la región” y una forma de apoyar la búsqueda de una solución pacífica, a lo que se suma el ofrecimiento para acoger una nueva conferencia de paz en Madrid. El Rey ha reiterado esta oferta tras condenar “los terribles y criminales atentados terroristas sufridos por Israel” el 7 de octubre de 2023, exigir la “inmediata liberación de todos los rehenes” y que se ponga fin a “la terrible situación de la población palestina en Gaza y Cisjordania”.
En su discurso, ha mencionado las “casi cinco décadas de democracia” que ha vivido la sociedad española, en alusión al fin de la dictadura que conmemora este año el Gobierno; y se ha referido veladamente al reto del cambio climático, al defender la necesidad de “establecer diálogos que miren a largo plazo con generosidad, responsabilidad, rigor científico y también realismo económico”. El monarca ha calificado a Estados Unidos de “país amigo y aliado clave” y ha defendido el reciente acuerdo comercial entre la UE y Mercosur, contestado por las organizaciones agrarias, del que ha recordado que fue impulsado por España durante su presidencia rotatoria de la UE.
En cambio, a solo 24 horas de su toma de posesión, no ha hecho ninguna mención al presidente venezolano Nicolás Maduro, cuya victoria en las elecciones del pasado 28 de julio no reconoce España ni la mayor parte de la comunidad internacional, incluida la UE, ante su negativa a mostrar las actas de las mesas electorales. Solo cuando ha mencionado a los “amigos, aliados y socios” de España ha subrayado que comparten “la defensa del Estado de derecho y el respeto a la voluntad popular libremente expresada en procesos electorales democráticos”, fundamento del progreso y el fortalecimiento de las instituciones, ha añadido.
A la recepción ha asistido la embajadora de Venezuela en España, Gladys Gutiérrez, a la que el régimen chavista llamó a consultas en septiembre, después de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, calificara de “dictadura” al régimen de Maduro. Con la jefatura de su Embajada en España vacante, Israel ha enviado a su encargado de Negocios, Dan Poraz. En cambio, Estados Unidos, que tampoco tiene embajador, al haberse marchado la de Biden, Julissa Reynoso, y estar pendiente la ratificación del nominado por Trump, el cubanoamericano Benjamin León, no ha enviado a nadie, debido al luto oficial por la muerte del expresidente Carter, según han explicado fuentes de la Embajada estadounidense en Madrid. El embajador ruso no es invitado a esta ceremonia desde la invasión de Ucrania en 2022. Como novedades, han asistido el embajador de Argelia, Addelfetah Dagjmoum, que se incorporó a su puesto tras 19 meses de crisis diplomática; y el palestino Husni Abdel Wahed, que por primera vez ha sido presentado como embajador del Estado reconocido por España en mayo pasado. Por parte del Gobierno han asistido el presidente Pedro Sánchez, con chaqué, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, con el uniforme de gala de los diplomáticos. Este último tiene previsto viajar la semana próxima a Libano y Siria, en la que será primera visita de un miembro del Gobierno español a Damasco desde la caída del régimen de El Asad, el pasado 8 de diciembre, según ha informado el Ministerio de Asuntos Exteriores.
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