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PSOE y Junts buscan reconducir su relación en una reunión en Madrid

Santos Cerdán y Jordi Turull almuerzan en la capital para hablar de “cómo tener una metodología de trabajo más efectiva”.

El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, da un discurso durante la inauguración del XV Congreso de los socialistas extremeños el 18 de enero en Plasencia (Cáceres).
El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, da un discurso durante la inauguración del XV Congreso de los socialistas extremeños el 18 de enero en Plasencia (Cáceres).Jero Morales (EFE)
Carlos E. Cué

Los gestos entre el PSOE y Junts para consolidar el nuevo ambiente creado tras el último pacto, anunciado este martes, se multiplican. Tres días después de cerrar in extremis, con los ministros esperando en La Moncloa, la negociación para el decreto con la subida de las pensiones y el escudo social, Santos Cerdán, secretario de organización del PSOE, y Jordi Turull, su homólogo en Junts, almorzaron este viernes en Madrid para reconducir la relación entre los dos partidos, según adelantó La Vanguardia y pudo confirmar EL PAÍS. Ambos son los principales negociadores de sus partidos, y han trenzado una relación ya estrecha desde que en marzo de 2023, meses antes de las elecciones generales, reanudaron de forma muy discreta, en un caserío cerca de Bilbao en una larga comida organizada por el líder del PNV, Andoni Ortuzar, una relación entre dos partidos que se había roto completamente desde el procés.

La comida de este viernes en Madrid, sin embargo, no era un encuentro de trabajo y de negociación, como los que habitualmente protagonizan ambos, con Carles Puigdemont también, en Suiza y con un mediador internacional delante. Era más bien, según fuentes conocedoras del encuentro, para hablar de “cómo tener una metodología de trabajo más efectiva”. También, para buscar una forma de consolidar este nuevo ambiente entre los dos partidos, que han vivido varias semanas de tensión máxima, para marcar pautas para que no se repita en el futuro una situación como la de la semana pasada, cuando Junts tumbó el decreto ómnibus que incluía la subida de las pensiones y el Gobierno sufrió un golpe duro que tardó casi una semana en resolver

El secretario general de Junts, Jordi Turull, en los pasillos del Parlament de Cataluña, el 7 de noviembre de 2024.
El secretario general de Junts, Jordi Turull, en los pasillos del Parlament de Cataluña, el 7 de noviembre de 2024.Quique García (EFE)

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Ambos han desbloqueado una cuestión política fundamental para Junts, esto es que el Gobierno de coalición -PSOE y Sumar tienen mayoría en la Mesa del Congreso- acepten tramitar la proposición no de ley que exigía Puigdemont en la que se insta a Pedro Sánchez a presentar una cuestión de confianza. Junts aceptó redactarla de nuevo con una fórmula más suave, que deja muy claro que es potestad del presidente y por tanto la iniciativa no tiene valor jurídico, y también sabe que Sánchez no presentará una cuestión de confianza, en la que sí se jugaría su continuidad, y por tanto todo quedará en algo simbólico sin efectos reales.

Una vez pactado el decreto, que se convalidará en las próximas semanas, el Gobierno y Junts tienen muchas más cuestiones encima de la mesa para continuar la legislatura. La primera de ellas es la delegación de la competencia de inmigración a Cataluña, que está muy cerca, según coinciden en ambos grupos, pero faltan detalles muy delicados como la participación de los mossos en el control de fronteras, en la entrega de documentación a los extranjeros, y en los procesos de expulsión. Pero después está también el resto del decreto ómnibus, que quedó fuera, con una lista de medidas económicas, y después la senda de déficit que abriría el paso a los Presupuestos.

Nada indica que en la cita se hayan consolidado decisiones de fondo sobre estas cuestiones, pero sí que se ha logrado rematar un claro cambio de ambiente entre los dos grupos que podría abrir la puerta a nuevos acuerdos con el objetivo de máximos, para el Gobierno, de pactar los Presupuestos de 2025 aunque ya esté bien entrado el año. También están encima de la mesa otras cuestiones en las que Junts es fundamental, como la reducción de la jornada laboral, que cuenta con el rechazo de la patronal, siempre influyente en el grupo de Puigdemont.

El encuentro entre dos personas con buena relación y mucha confianza, se basó pues, según estas fuentes, en establecer pautas para dejar atrás la idea de Junts del “así no podemos seguir” que repetía hasta esta misma semana y empezar una nueva etapa de colaboración, pero siempre con el límite de que los independentistas no se consideran un socio del Gobierno e insisten en negociar una a una las leyes o decisiones importantes, sin garantizar ninguna estabilidad a medio plazo.

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