La Virreina reabre con Susan Sontag
El centro de La Rambla retoma la actividad con una exposición sobre la ensayista norteamericana y su libro ‘Sobre la fotografía’
En 1977 Susan Sontag (1933-2004) publicó Sobre la fotografía, un libro en el que reflexiona sobre el hecho fotográfico en su conjunto y sobre la omnipresencia de las imágenes, su rito social y su peso en la cultura y la sociedad contemporánea. Una obra que sigue siendo, más de 40 años después, referente en un mundo en el que las imágenes tienen una presencia masiva y casi infinita. Las fotos ilustran qué hacemos, dónde y con quién estamos y forman parte de la identidad de las personas. Cuando ella lo publicó, fruto de una recopilación de textos escritos entre 1971 y 1977 para la mítica revista The New York Reiview of Books las cámaras eran analógicas y usaban carretes de fotos que había que revelar en laboratorios. Ahora todo el mundo tiene una o varias cámaras en su móvil y las imágenes, en cuestión de segundos, pueden verse y compartirse con todo el mundo esté donde esté. Newsweek dijo tras publicarse que “después de este libro ya no podrá escribirse sobre la fotografía solo como una forma de arte, sino también como una fuerza cada vez más poderosa en la índole y el destino de nuestra sociedad en su totalidad”.
Pero el ensayo de la escritora, filósofa, profesora, guionista y directora de cine neoyorquina tiene mucho de digital y de internet y está lleno de referencias visuales que se interrelacionan de una forma aleatoria dentro de la cabeza y de la escritura de Sontag. Así lo entiendo Valentín Roma, director de La Virreina Centre de la Imatge que reabre este martes después de casi tres meses de pandemia con cuatro muestras. Una de ellas, es la de Sontag que comisaría Roma; en realidad una traducción museográfica de este libro de la influyente pensadora que entendía la fotografía “antes de nada, como una forma de ver el mundo”. Según Roma, “Sontag sigue una lógica que se acerca a la relación que existe hoy día con las imágenes a través de un libro demoledor, influyente y referencial, que se convierte en memorable sin ser académico y a pesar de su falta de rigor y fue capaz a la fotografía lejos de la rigurosidad académica”.
Roma ha desestructurado el libro vaciando todas y cada una de las referencias que aparecen y ha construido una especie de ensayo en tres dimensiones donde las fuentes, las fotografías y sus vínculos se encuentran en un mismo nivel de lectura. Junto a los textos (extraídos de la primera versión al catalán que publicó la propia Virreina en 2019) aparecen las referencias de libros, autores y fotógrafos tan diversos como Walter Benjamin, Roland Barthes, Siegfried Kracauer, Walter Evans, Berenice Abbott, Eugène Atget, Edward Weston, Umberto Eco, John Berger, Diane Arbus, Cartier-Bresson y Andy Warhol, entre otros, que inspiraron sus comentarios, junto a muchas de las imágenes a las que hace referencia; como la de la niña desollada por el napalm en Vietnam, el anuncio de una cámara Leica, el cartel de la película The cameraman, de Buster Keaton o la comparación entre el escorzo del Cristo muerto de Mantegna, la foto del Che recién asesinado en 1967 o Lección de Anatomía de Nicolas Tulp.
Dividida en seis ámbitos que remiten a los ensayos de su libro, en la muestra se puede ver sus planteamientos de que toda imagen corre el riesgo de embellecer todo aquello que retrata y, por otra parte, que la exhibición repetida del horror anestesia la percepción de quien lo contempla. También queda claro su opinión sobre los fotógrafos: entre depredadores y vampiros del espíritu y reporteros de la crudeza de la especie humana; una cuestión que volvió a abordar en uno de sus últimos libros: Ante el dolor de los demás, cuando habla de los fotógrafos de guerra. Se pregunta si las imágenes se pueden juzgar desde una perspectiva ética, comparando incluso pornografía y las imágenes de violencia; repasa la relación entre fotografía sociológica y el surrealismo y la fascinación por coleccionar imágenes del pasado, además de comparar fotografía y pintura y analizar su proceso de musealización, que en los setenta tuvo su momento álgido en Estados Unidos.
Esperando visitantes
A mitad de febrero Roma presento la nueva temporada de La Virreina con la intención de inaugurarla el 14 de marzo con cuatro exposiciones: la de Sontag, la dedicada a la activista norteamericana Barbara Hammer, otra sobre la estética de la clase trabajadora de Daniel G. Andújar y una cuarta con fotografías de Rafel Bernis. Pero no pudo ser y las obras han permanecido a punto esperando que la desescalada lo permitiera. Ayer, durante la presentación de la exposición de Sontag, en una de las cuatro salas que tiene un enorme ventanal a La Rambla esta arteria se veía vacía, sin apenas transeúntes, cuando antes de la pandemia la recorrían unas 200.000 personas al día.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.