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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Cataluña en declive

Los indicadores internacionales señalan que el sistema educativo en Cataluña se está deslizando cuesta abajo. ¿Se hablará de este problema en la campaña electoral?

Adopciones internacionales
Varios niños esperan para entrar en una escuela tras las fiestas de Navidad.Quique Garcia (EFE)
Albert Branchadell

Nacional de Evaluación Educativa, organismo dependiente del Ministerio de Educación, publicó con confesado retraso los resultados de lectura en España de las pruebas PISA realizadas en 2018. Con una caída de 16 puntos respecto al estudio anterior (2015) y un 20% de alumnos en el nivel bajo de la competencia (léase: no la alcanzan), Cataluña quedó situada en quinta posición en el ranking de comunidades autónomas. Los resultados de las pruebas de comprensión lectora vinieron a confirmar de esta manera el declive ya conocido que se registró en las pruebas de competencia científica y de competencia matemática, cuyos resultados se publicaron puntualmente hace más de un año. En competencia científica, Cataluña sufrió un retroceso de 15 puntos respecto a 2015 y quedó en séptima posición por detrás de Galicia, Castilla y León, Asturias, Cantabria, Aragón y Navarra. En competencia matemática el descenso fue de 10 puntos y Cataluña quedó relegada a la novena posición, por detrás de las comunidades mencionadas además del País Vasco y La Rioja. Según los datos de PISA, un 20% de los alumnos catalanes no alcanza la competencia científica y un 22% no alcanza la competencia matemática.

En términos de evaluaciones internacionales, la novedad de este invierno ha sido la publicación de los datos de las pruebas TIMSS (Trends in International Mathematics and Science Study) de 2019. Si las pruebas PISA se aplican cada tres años a los alumnos de 15 años (4º ESO), en España las pruebas TIMSS se administran cada cuatro años a los alumnos de 4º curso de primaria. En esta edición de TIMSS cuatro comunidades autónomas (Asturias, Castilla y León, Cataluña y La Rioja) ampliaron su muestra para obtener datos representativos propios (a su vez, la Comunidad de Madrid fue “participante de referencia” en el estudio).

Para Cataluña, los resultados de TIMSS 2019 son tristemente elocuentes. Los 494 puntos obtenidos en matemáticas la sitúan por debajo de la media española (502), de la Unión Europea (513) y de la OCDE (527), y por detrás de las cuatro comunidades autónomas mencionadas. Castilla y León lidera el ranking con 528 puntos. En el caso de las ciencias, más de lo mismo: los 504 puntos obtenidos la sitúan por debajo de la media española (511), de la Unión Europea (514) y de la OCDE (526). Castilla y León vuelve a liderar el ranking con sus 535 puntos.

Más allá de las puntuaciones globales, un análisis pormenorizado de los datos ilustra a las claras la magnitud de la tragedia. En matemáticas, el 38% de alumnos catalanes en los niveles más bajos de la escala contrasta con el 20% de Castilla y León. Y el 22% de alumnos catalanes en los niveles más altos contrasta con el 38% de Castilla y León y La Rioja. En ciencias el panorama es del mismo tenor: el 33% de alumnos catalanes en los niveles más bajos de la escala contrasta con el 15% de Castilla y León. Y el 25% de alumnos catalanes en los niveles más altos contrasta con el 42% de Asturias.

El problema del sistema educativo en Cataluña no está solo en su mediocre rendimiento en ciencias o matemáticas de acuerdo con las rigurosas evaluaciones internacionales de que es objeto. El año 2020 terminó con la publicación de los datos del Índice de Progreso Social de las regiones europeas por parte de la Comisión Europea. Mientras que en el cómputo global el índice catalán está justo en la media europea (67 puntos), en la dimensión llamada “acceso al conocimiento básico” los 61 puntos de Cataluña la sitúan a 13 de la media de las regiones de la Unión. En esta dimensión la Comisión Europea mide el grado de escolarización de 14 a 18 años, la tasa de alumnos que completan la enseñanza secundaria obligatoria y el abandono escolar prematuro. Los 61 puntos de Cataluña en este ámbito no son solo inferiores a los de regiones europeas con un PIB per cápita parecido (como Sarre en Alemania, Carintia en Austria, Flandes Oriental en Bélgica o Jutlandia Septentrional en Dinamarca) sino también a los de nueve comunidades autónomas españolas.

En resumen: los indicadores internacionales más acreditados señalan que el sistema educativo en Cataluña se está deslizando cuesta abajo. ¿Se hablará de este problema en la campaña electoral que se avecina? Y puestos a hacer preguntas: ¿quién salvará a Cataluña de la decadencia?

Albert Branchadell es profesor en la Facultad de Traducción e Interpretación de la UAB.


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