Barcelona multará a los conductores de patinetes eléctricos que lleven niños
El Ayuntamiento quiere obligar a los usuarios de vehículos de movilidad personal a llevar casco y seguro
Las novedades sobre la circulación de los patinetes eléctricos que introduce el real decreto del Gobierno que entró en vigor a comienzos de mes no solo restringen la circulación de estos vehículos, que no podrán ir por aceras o zonas peatonales. En Barcelona, que ya tenía regulada su circulación, traerá otras novedades: la que tiene una afectación más inmediata es que la Guardia Urbana comenzará a multar la semana que viene a quienes lleven niños en patinetes eléctricos.
De hecho, la ordenanza municipal ya especifica que los patinetes son vehículos de movilidad personal, de una persona, pero la irrupción de una norma de rango superior intensificará que se vele por su cumplimiento. “La imagen de un padre o una madre llevando al niño a la escuela en patinete puede ser muy entrañable y simpática pero está prohibido y será especialmente sancionado y controlado”, ha advertido este miércoles el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle.
La segunda novedad es que el Ayuntamiento quiere obligar a los usuarios de patinetes eléctricos a llevar casco y seguro. La decisión no está tomada y se consultará ante el Pacto por la Movilidad, pero la concejal de Movilidad, Rosa Alarcón, ha afirmado que podría ser una realidad dentro de un año.
También ha precisado que a día de hoy no se plantean obligar a llevar casco a los ciclistas urbanos, una cuestión muy delicada y a que las entidades de los pedales siempre han rechazado con dos argumentos: desincentivaría el uso de la bici ahora que tiene cierto peso; y las grandes ciudades donde las dos ruedas tienen mucho protagonismo (Copenhague, el gran referente europeo), no obligan. “Si pensamos en casco y seguro para los patinetes es por la siniestralidad y su responsabilidad. El debate en las bicicletas es mucho más fuerte”, ha convenido evitando dar su opinión personal al respecto. En 2013 la DGT amagó con imponer el caso para el ciclismo urbano y se negaron tanto las entidades como el Ayuntamiento e incluso el RACC.
Tanto Alarcón como el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, y el Intendente Mayor de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez, han defendido obligar a que los usuarios de patinetes lleven casco por la elevada siniestralidad que registran. El año pasado, mientras la siniestralidad global descendió, los accidentes con patinetes implicados se multiplicaron por cuatro.
La Guardia Urbana iniciará el próximo lunes una campaña específica de información y sanción a los usuarios de patinetes, en la que se velará especialmente por corregir su mal uso (no pueden conducirlos menores de 16 años), evitar que circulen por por zonas peatonales y que sean utilizados por dos personas. “Ya no se trata de la fase de pedagogía, sino de aplicar correcciones, porque queremos una movilidad más sostenible desde el punto de vista ambiental pero también de la siniestralidad”, ha defendido Batlle.
“Hemos de ser inflexibles”, ha puntualizado Velázquez al comentar los datos de siniestralidad. No serán agentes específicos, sino que el millar que cada día hay en la calle tendrán entre las tareas asignadas vigilar por el cumplimiento de la nueva norma. La adaptación de la normativa barcelonesa para los VMP a la estatal no afecta al importe de las sanciones, que van de 100 euros por una falta leve a 500 por una grave. Durante el año pasado la Guardia Urbana multó en casi 8.500 ocasiones a particulares que conducían patinetes eléctricos, un 30% más que el año anterior.
La recarga de vehículos eléctricos dejará de ser gratis
Los usuarios de vehículos eléctricos tendrán que pagar para recargar en el medio millar de puntos de recarga que la empresa pública municipal B:SM tiene en Barcelona, porque a partir del próximo lunes día 18 este servicio deja de ser gratuito. Para ello se han creado varias tarifas de recarga según el tipo de usuario, ya sean particulares, flotas profesionales o motos, y también si el punto de recarga es en un aparcamiento de B:SM o bien en la calle. Para los usuarios particulares se ha previsto un abono anual de 50 euros (25 el primer año) que se podrá compartir con dos familiares. “En su día se hizo para incentivar el uso del vehículo eléctrico. Ahora ya tenemos 500 puntos de recarga públicos y la energía tiene un coste. Pasada la fase de incentivo, el coste será ajustado y por encima de lo que se cobra en otras ciudades”, ha argumentado Alarcón.
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