Ayuntamiento y Liceo confían en que la reformulación del Hermitage tire adelante el proyecto
Los promotores aseguran que siguen con sus planes y no renuncian a “emprender acciones legales”
“Hay una oportunidad para el Liceo de intentar hacer este proyecto que siempre ha anhelado, desde que se estrenó el teatro con una sala; que es el de poder tener una segunda sala en el Hermitage”, ha dicho el director general del Liceo, Valentí Oviedo este lunes. “Justo ahora se inician conversaciones en las que veremos si somos capaces de hacer encajar estos dos proyectos”, ha seguido explicando, a preguntas de los periodistas, el que fue también gerente del Instituto de Cultura de Barcelona, Icub, tras un acto celebrado en la sede de este organismo en La Virreina. Oviedo también ha asegurado que “habrá que ver si puede ser en este espacio y trabajarlo a fondo, pero si resulta que ha de estar en otro lugar pues también a trabajar a fondo”, en referencia a la idea de que los 12.000 metros cuadrados del espacio público destinado para la construcción del museo con los nuevos actores que se han incorporado pueda ser insuficiente.
En este mismo acto estaba Joan Subirats, teniente de alcalde de Barcelona, que ha asegurado: “Por lo que sabemos los promotores no están solo interesados en mantener una posición cerrada con este tema, sino que están dispuestos a cambiarlo y la incorporación de Liceo forma parte de esta estrategia en la que los promotores estaban de acuerdo y por lo tanto están abiertos a otras alternativas”.
Oviedo y Subirats han coincidido por primera vez, tras el anuncio de que el Liceo tiene interés en el proyecto del Hermitage, en la presentación de la nueva iniciativa Barcelona Creació Sonora en la que 34 compositores podrán estrenar sus producciones en el Auditori, el Palau y el Liceo, con el objetivo de promover la creación musical emergente. También después de una intensa semana en la que el martes el equipo de gobierno municipal pedía tiempo para conocer con detalle los planes del Liceo; que al día siguiente la Autoridad Portuaria no atendía su petición y aprobaba la concesión para edificar en el puerto el museo y que el viernes el Ayuntamiento lo rechazara, con los votos solo del partido de Ada Colau y la abstención del PSC de Collboni, enfrentándose al Puerto.
Janet Sanz, la teniente de alcalde de Urbanismo de Barcelona, defendió el viernes la actitud de la mitad del equipo de gobierno porque el Puerto “se precipitó” al aprobar un proyecto “viejo” que no recoge las modificaciones que se están negociando con la incorporación del Liceo y otros actores. Con la negativa al “proyecto solo del Hermitage” se abre, dijo, una “nueva etapa para un proyecto nuevo que pueda incorporar el resto de los elementos importantes”. Para Sanz los cambios impiden que el museo se construya en el espacio previsto porque es necesario “un edificio más grande” del que cabe en la parcela prevista. Para el PSC, tanto el Puerto como el Ayuntamiento, se precipitaron en las decisiones y tenían que haber esperado a tener el nuevo proyecto Hermitage-Liceo acabado de dibujar.
El sábado los promotores anunciaron en un comunicado que seguían “adecuando el proyecto con el Liceo sin renunciar a acciones legales aquellas acciones que así fueran necesarias en defensa de nuestros derechos y legítimos intereses”. Todo, con la intención de “presentar al Ayuntamiento una propuesta que se adecue al acuerdo aprobado por el consejo de la Autoridad Portuaria para instalar el museo en el recinto portuario”.
Desde el Hermitage aseguraron que “seguimos contando con el apoyo del Liceo y de la Autoridad Portuaria, de la sociedad civil [tras la firma de un comunicado a favor de 85 entidades empresariales y vecinales] y una parte del equipo del gobierno municipal, como también de la mayoría de los concejales del Ayuntamiento, con voluntad de generar los máximos consensos posibles y siempre dentro del margen del proceso administrativo que lleva años tramitándose”. A su entender su proyecto “se ha desarrollado en estricto cumplimiento a la ley, a la vez que ha superado todos los trámites, en especial el de pública concurrencia y se ajusta a todos los requerimientos técnicos y urbanísticos”.
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