Borràs consigue colocar a David Torrents como ‘número tres’ de Junts tras repetir la votación

El regidor de Badalona y mosso en excedencia David Torrents será finalmente secretario de organización de Junts per Catalunya, tal y como quería el ala del partido que lidera su presidenta, Laura Borràs. La cúpula del partido ha sometido a votación de los afiliados, este miércoles y jueves, la propuesta de que Torrents, Esther Vallès y Lluís Guinó entraran en la Ejecutiva, pese a que hace dos semanas los dos primeros fueron rechazados por la militancia celebrada en Argelès-Sur-Mer (Francia). En esos casos, según establece el reglamento, es el secretario general, Jordi Turull, quien tiene que hacer una propuesta de nombres y había optado por reencauchar la propuesta inicial del congreso pese a la tensión interna que generaba.

El 62% de los sufragantes (1.162) del proceso de esta semana apoyaron la propuesta de Turull, frente a un 37% (700) que la rechazaron. Para evitar sorpresas, la dirección de Junts optó por un sistema de voto en bloque de toda la propuesta (sí o no). Así se evitaba visualizar un posible castigo contra algún nombre. El secretario general ha mostrado su satisfacción por el resultado a través de una nota de prensa. Considera que el resultado “demuestra el espíritu unitario” de las afiliadas y los afiliados de Junts con su voto. Además, defiende que el veredicto de las urnas envía un “mensaje de mentalidad de grupo”. Pese al optimismo, el número de militantes que han usado su móvil para votar es menor al de hace dos semanas y la fotografía final está lejos de los buenos resultados del propio Turull (1.854 votos, el más apoyado) o de Borràs (1.776). La participación total fue siete puntos porcentuales menor (30% frente a 37%) a la de la elección de la cúpula en Francia.

La afiliados al partido que ahora dirige Borràs han pasado, en menos de dos semanas, de rechazar a Torrents y Vallès en la votación en Francia a apoyarlos en la consulta que ha finalizado al mediodía de este jueves. Ambos no superaron entonces el umbral del 50% de los votos necesarios para salir elegidos en sus respectivas urnas. Aunque había una candidatura única, la lista era desbloqueada y así los afiliados podían votar cada nombre por separado. El regidor badalonés obtuvo 918 de votos (frente a los 1854 de Turull) y la diputada en el Parlament logró 908, una cifra que contrasta con el resultado del consejero Jaume Giró (1648), el más apoyado en la votación de miembros de la Ejecutiva.

Esos resultados, junto al de Aurora Madaula, no sentaron bien en el entorno de Borràs. Se trataba de tres apuestas personales de la también presidenta de la cámara catalana y que claramente habían sido castigadas por el resto de la militancia. Madaula se salvó del desastre porque, aunque su votación fue muy similar a la de Torrents (y la más baja en su urna), una enmienda anterior al reglamento permitió blindarla. Un total de 6.010 afiliados tenían derecho a participar en el proceso telemático para votar la nueva cúpula pero la participación en la urna de la presidencia y vicepresidencia (donde hubo más votos) llegó a un escaso 37%.

El reglamento del congreso fija que, en caso de que algún nombre no superara el cedazo de los votos de la militancia, el secretario general es el encargado de elevar una propuesta a la Ejecutiva sobre quién ha de ocupar esas sillas. El texto en ningún momento cierra la puerta a que se pudieran repetir los nombres rechazados y hace dos semanas el portavoz de la formación, Josep Rius, declinó aclarar si ese era un escenario posible. Solo el pasado lunes el propio Turull compareció en rueda de prensa para argumentar su propuesta por “la defensa de los equilibrios [del partido]”. Guinó, exdiputado del Parlement e inhabilitado por la justicia por el procés, fue propuesto para tomar el lugar del exconsejero Miquel Sàmper, que tuvo que renunciar por un conflicto de incompatibilidades.

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