El COE finiquita la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno para el 2030 pero mantiene abierta la puerta al 2034

Se acabó. Los Juegos Olímpicos de Invierno no se celebrarán en los Pirineos en 2030. El presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, oficializó este martes la renuncia al proyecto, pero abrió la puerta a mantener el diálogo con el Comité Olímpico Internacional (COI) de cara a 2034. La decisión llega tras los desacuerdos políticos de la Diputación General de Aragón (DGA) con el resto de administraciones implicadas (Generalitat, Gobierno central y el propio COE), algo que Blanco remarcó a lo largo de su comparecencia. “Este proyecto tenía que aunar voluntades, pero ha derivado en diferencias políticas basadas en mentiras. Hemos destrozado la candidatura en casa”, lamentó Blanco.

El comité también rechazó la posibilidad de presentar un proyecto únicamente catalán para 2030, como reclamó el lunes la consejera de Presidencia de la Generalitat, Laura Vilagrà. El COE argumenta que el planteamiento con el COI era el de una candidatura conjunta entre Cataluña y Aragón, por lo que ahora no es posible cambiar la hoja de ruta ante la premura de la elección de la sede de 2030, prevista para el primer semestre de 2023.

Blanco argumentó en su comparecencia que la comunicación formal con el COI para oficializar su interés en los Juegos de 2030 empezó con la presencia de Aragón en el proyecto; a pesar del trabajo previo realizado en Cataluña con la candidatura autonómica Pirineos-Barcelona. Para el COE, la única opción de aspirar a ser sede olímpica dentro de ocho años pasaba por el proyecto catalano-aragonés. “Enviamos al COI un proyecto que contaba con el apoyo del Gobierno, la Generalitat y la Diputación General de Aragón”, insistió el presidente. Fuentes del Comité insisten en que no es posible dar marcha atrás. “No podemos defender primero que tenemos un proyecto conjunto, y que a medio camino se caiga una mitad”, analizan. Cuestionado sobre qué pasaría si Aragón y Cataluña llegaran a un acuerdo inesperado de última hora, Blanco admitió no tener respuesta: “La candidatura no avanza porque no hay acuerdo y la imagen no ha sido la mejor. Esto nos tiene que hacer reflexionar”, contestó.

El COE aboga por “mantener el diálogo” con el COI. Su idea es mantener viva la posibilidad de replantear el proyecto de cara a la cita de 2034, esta vez sin la necesidad de agrupar a Cataluña y Aragón. No será sencillo, en todo caso, llegar a este punto porque existe el riesgo de que la crisis territorial se reproduzca: el Ejecutivo catalán reclama ir en solitario en 2030 o 2034 y Lambán, por su parte, defendió que Aragón “hace 30 años que sueña con unos Juegos Olímpicos y en ninguna de las circunstancias va a renunciar a ese sueño”. Pocos minutos después de que acabara el anuncio de Blanco, la DGA programó una comparecencia del consejero de Deportes, Felipe Faci: “No importa esperar cuatro años más para preparar una buena candidatura”, analizó.

El COE y el COI pactaron un comunicado en el que aseguran querer mantener abierta la puerta a futuros proyectos. “Como parte del diálogo continuo sin compromiso, el COE ha informado al COI que desea seguir trabajando con miras a la celebración de unos Juegos de Invierno en España, pese a que actualmente no estamos en condiciones”, leyó Blanco, que admitió que se habían destapado los “problemas internos” de la iniciativa pirenaica.

Bloqueo político

Fuentes del COI admiten que conocían el conflicto político entre Cataluña y el Estado, pero que no esperaban que el final del camino se diera por los desencuentros con el Gobierno de Aragón. El mismo Blanco lamentó las interferencias políticas. “Si al final un proyecto de diálogo se convierte en una guerra entre constitucionalistas e independentistas no entendemos el proyecto olímpico. Si salimos del contexto deportivo y lo pasamos al político no hay recorrido”, insistió. Las mismas fuentes del COI, en todo caso, admiten que el órgano internacional no presionó al COE para que liquidara la candidatura.

Los desencuentros entre Aragón y Cataluña vienen de lejos. El presidente Lambán bloqueó hace tres meses un acuerdo técnico validado por sus propios representantes en la comisión técnica compuesta por miembros de la DGA, la Generalitat, el COE y el Gobierno para determinar la ubicación de las disciplinas olímpicas. Carlos Lannes, representante aragonés, pidió en la primera reunión albergar las pruebas de fondo y el biatlón, “un pilar” de su cultura deportiva de montaña, dijo, y posteriormente los técnicos catalanes aceptaron asumir las pruebas de esquí alpino, según avanzó <CF1001>El Mundo</CF> y confirmó EL PAÍS. La comisión repartió el resto de pruebas a lo largo de las cinco reuniones siguientes. El acuerdo final determinó 54 pruebas deportivas para Aragón (esquí de fondo, biatlón, curling, velocidad sobre hielo y patinaje artístico) y 42 para Cataluña (esquí alpino, snowboard, freestyle, esquí de montaña, y hockey sobre hielo). No estaban definidas las pruebas de saltos y del tubo de hielo (skeleton, bobsleigh y luge), que debían celebrarse en otro país donde ya existan estas instalaciones. El COI rechaza la construcción de nuevas infraestructuras para albergar unos Juegos y avala la deslocalización de estas pruebas.

Lambán bloqueó ese plan y reclamó asumir la mitad de las pruebas de esquí alpino para considerar el reparto “igualitario”. Las negociaciones siguieron las semanas siguientes y Aragón propuso escoger las pruebas por lotes, pero las posturas no se acercaron. A partir de aquí la candidatura entró en un ir y venir de reproches que se repitieron incluso ayer. Faci acusó a la Generalitat de hacer fracasar la candidatura por su “intransigencia” y la portavoz del Govern lamentó que con el fin de la candidatura “ha ganado el anticatalanismo”. Plaja insistió en que “el verdadero escollo para la candidatura conjunta ha sido el presidente de Aragón”. Lambán rechazó señalar un solo responsable.

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