La nueva estación de Sants de Barcelona tendrá acceso por las cuatro fachadas y estará rodeada de verde
La obra de Adif costará 410 millones de euros y se comenzará a construir el año que viene. Está previsto que las obras acaben en 2029
La estación de Sants, la principal de Barcelona, tiene por fin (y veinte años después de lo previsto) proyecto de reforma y ampliación, y presupuesto para comenzar las obras. Con un coste previsto de 410 millones de euros, Adif las comenzará el año que viene con 130 millones procedentes de fondos Next Generation. El Ayuntamiento costeará la reurbanización de viales, pero no ha concretado el coste. El proyecto, presentado este viernes por la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, y la alcaldesa Ada Colau, prevé que el actual edificio (de 1979) crezca hacia la plaza de los Països Catalans y gane una planta, de manera que tendrá dos alturas y grandes patios, rampas para superar el desnivel y entradas de luz.
La transformación, que firman las empresas Sener (ingeniería), Fhecor (estructruas) y el despacho de arquitectura RCR, ganador del premio Prizker, prevé que se pueda acceder a la estación por sus cuatro fachadas, circular por su interior a lo largo y a lo ancho, y que esté rodeado de verde. Entre el año 2029 y 2030 es la fecha que las autoridades han fijado para terminar las obras.
Sánchez y Colau han subrayado que la obra permitirá aumentar la capacidad de la estación un 25%. De los actuales 47 millones de pasajeros, se pasará a 58 en 2030. En una primera fase, hasta 2026, se intervendrá en la plaza dels Països Catalans (ampliando la fachada, poniendo al día la plaza y creando un parque infantil) y en el lado que toca al parque de la Espanya Industrial. La segunda fase completará la obra por la plaza de Joan Peiró, donde ahora hay los taxis, y por la calle de Viriat (donde hay la estación de autobuses).
Muy sintéticamente, la alcaldesa ha resumido que “la estación de Sants dejará de ser una rotonda”. Ya no se podrá voltear en coche. El actual tráfico delante de la fachada principal dejará de existir. Para llegar en coche privado solo se podrá pasar por el paseo de Sant Antoni (entre el edificio y el lago de la Espanya Industrial). La parada de taxis se trasladará al actual aparcamiento subterráneo. La actual estación de autobuses se traslada a la calle de Tarragona y el espacio que dejará libre se convertirá en un parque con árboles. Y la parte trasera, la actual plaza de Joan Peiró se convertirá en un gran parque. También está previsto hacer un nuevo vestíbulo para acceder al metro y un “contenedor” que actúe como aparcamiento para 6.000 bicicletas, una reivindicación histórica de los colectivos ciclistas para fomentar la movilidad combinando pedales y transporte público.
Energéticamente, la cubierta tendrá placas solares que permitirán reducir el gasto energético en un 45%. Y en el interior del edificio habrá cuatro vestíbulos (pensando en los futuros trenes de doble capacidad), oferta comercial (que no competirá con el comercio de barrio, han subrayado las autoridades), y “restauración de calidad”. También albergará un espacio de coworking. El hotel aumentara ligeramente las plazas, agotando la edificabilidad que tiene permitida y que no se ha construido. También tendrá una ludoteca municipal.
La plaza de los Països Catalans cambiará ligeramente de aspecto, pero sin ejecutar grandes intervenciones. Por dos razones. La fundamental, es una losa de cemento sobre el patio de vías subterráneo. Y además, obra de Helio Piñón y Albert Viaplana, está protegida como patrimonio cultural por la Generalitat. La intervención prevé modificar la altura de las pérgolas, mantener una zona para patinadores, y un parque infantil donde se encuentran la avenida de Roma y Numancia.
La alcaldesa y la ministra han celebrado el cambio del gris al verde. “Sants se llenará de vida por los cuatro costados, clamaba al cielo, ahora es un espacio de paso, inhóspito y que hace de barrera entre barrios y se convertirá en un espacio de tránsito y de disfrute: un equipamiento de ciudad y metropolitano”, ha dicho la alcaldesa. Sánchez también ha admitido la tardanza en actualizar un equipamiento “largamente reivindicado” por el que cada día pasan 150.000 personas. “Este proyecto significa lucha contra el cambio climático, es intermovilidad y movilidad sostenible”, ha añadido.
Por parte del entorno de la estación, han intervenido Lucía Reina, en nombre de Sants Establiments Units; y Josep Maria Domingo, del centro social de Sants. Ambos han celebrado el proyecto. “Nos ha costado muchos discursos y cabreos, pero el proyecto nos anima”, ha dicho.
Nueva jornada de incidencias
Sobre la nueva jornada de retrasos e incidencias en cuatro líneas que ha vivido este viernes la red de Rodalies, la ministra ha pedido disculpas y ha atribuido los problemas “a la desinversión en los últimos años a raíz de la paralización de los proyectos del anterior gobierno”. Por contra, ha reivindicado inversiones como la nueva estación, la Sagrera o las mejoras en la R2 Norte que comienzan el próximo lunes (aunque comportarán afectaciones para los viajeros).
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