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El Pirineo catalán afronta la temporada de invierno tensionado por la vivienda: “Mi piso subió de 350 a 800 euros tras la pandemia”

Los jóvenes se ven expulsados de los valles más turísticos mientras los empresarios tienen que ingeniárselas para encontrar mano de obra en una creciente precarización

Una imagen de la plaza de Das, uno de los pueblos con mayor porcentaje de segundas residencias de la Cerdanya.
Una imagen de la plaza de Das, uno de los pueblos con mayor porcentaje de segundas residencias de la Cerdanya.MASSIMILIANO MINOCRI (EL PAÍS)

Un joven con la cara tapada y spray en mano irrumpe en la casa de la Cerdanya de Gerard Pique, exjugador del Barça y empresario, para hacer una pintada en la fachada de piedras con la frase Fora pijos. La organización Arran difundió el video, que se hizo viral, para visualizar que la crisis de la vivienda ha llegado al Pirineo. La vandalización de una casa de Piqué ha dado relevancia pública a lo que es un malestar a voces en la zona. La constante construcción de segundas residencias, la temporalidad laboral y la fuga de talento que tensiona a todos los valles. La platafoma Pirineu Viu, nacida en este contexto y formada por una treintena de entidades, ha convocado una movilización para denunciar la especulación inmobiliaria de las comarcas de montaña.

La protesta se ha convocado el día 6, justo en el puente del primer fin de semana de la temporada de invierno en el que el túnel del Cadí, el de Vielha o la sinuosa carretera de la Collada de Toses se convierten en una hilera interminable de vehículos llegados del Área Metropolitana de Barcelona. Todos lo hacen con el mismo fin: disfrutar del ocio de montaña en el Pirineo catalán. “Hace falta un cambio de modelo económico en el territorio. El turismo no es riqueza”, ha denunciado Arnau Corberó, portavoz de la organización y residente en Prats i Sansor.

Las comarcas del Pirineo catalán son las que porcentualmente registran las cifras más elevadas de segundas residencias de Cataluña: un 64% de media, según datos del Institut d’Estadística de Catalunya (Idescat). La población joven y la clase media en general reivindican su papel en la Cataluña rural y denuncian que la especulación inmobiliaria los está expulsando. Corberó explica que la manifestación se ha convocado en la Seu d’Urgell porque en la vecina Andorra la clase media ya no puede permitirse una vivienda por la cantidad de fondos de inversión que se asientan allí desde la pandemia, y que por eso se instalan en el la capital del Alt Urgell. El alcalde de la Seu d’Urgell, Joan Barrera, ha resaltado que hasta este año no ha habido iniciativas en la comarca en favor de la juventud. “Tenemos claro que debemos tener una política activa porque hasta ahora no se ha hecho nada. Una línea de actuación será la reforma de un bloque de 13 viviendas dedicadas exclusivamente a la emancipación juvenil”, ha subrayado.

Municipios de la Cerdanya, como Alp o Fontanals, superan el 80% de viviendas de segunda residencia debido a su proximidad a la estaciones de esquí de La Molina y Masella. Ainhoa Molina (27 años, Val d’Aran), se ha visto forzada a vivir en una autocaravana en los alrededores de las estaciones. Monitora de esquí de formación, plantea su marcha de la Cerdanya por la precariedad laboral asociada a la escasa oferta de alquiler asequible. “En 2016 me mudé a La Molina para trabajar como instructora. Cuando acabó la temporada decidí quedarme todo el año. Aquí se supone que en temporada baja el alquiler debería estar tirado. Cogí un piso por 350 euros, pero llegó el ERTE a raíz de la pandemia. Cuando volvió la normalidad recuperé el trabajo, pero el alquiler de ese mismo piso había subido hasta los 800 euros”, cuenta.

El pueblo de montaña Arsèguel, con 77 habitantes y a una altitud de 950 metros, y la sierra del Cadí al fondo.
El pueblo de montaña Arsèguel, con 77 habitantes y a una altitud de 950 metros, y la sierra del Cadí al fondo.Albert Garcia

Debido al alcance de máximos históricos del precio del alquiler en el eje pirenaico, el Departamento de Territorio incorporó en julio Vielha e Mijaran, Bellver de Cerdanya, el Pont de Suert y Bagà a la lista de zonas tensionadas. Los nuevos contratos de alquiler en los municipios que se suman a la lista no podrán superar el precio del contrato vigente en los últimos cinco años. En caso de tratarse de un gran propietario (cinco o más inmuebles en zonas de mercado residencial tenso), el alquiler no podrá superar el índice de referencia. El primer teniente de alcalde de Vielha, Alberto López, ha reconocido que hay malestar debido a la falta de alquileres asequibles. López ha aludido a la pasividad de la Generalitat respecto a las “escasas políticas en materia de vivienda” en el territorio.

Alta estacionalidad turística

La localidad aranesa de Naut Aran, donde se asienta la estación de esquí de Baqueira-Beret, padece otro fenómeno: los pisos turísticos. Es el municipio con más viviendas de este uso por habitante de Cataluña (34,7). El número de pisos turísticos en el Alt Pirineu y Aran se ha cuadruplicado en los últimos ocho años. En 2015 había 1.298 y a mediados de 2023 se registraron 4.719. En junio el municipio de Vielha decidió que no renovará 300 licencias municipales de pisos turísticos antes de noviembre de 2028.

La crisis de vivienda ha obligado a la empresa Baqueira Beret, junto con el Consistorio, a realojar a sus 850 empleados en dos hoteles durante la campaña de invierno. El director comercial de Baqueira, Xavier Ubeira, ha defendido la medida como respuesta a la acumulación de caravanas de trabajadores que se agolparon los dos últimos años en los aparcamientos de la estación de esquí por la falta de vivienda. Ubeira explica que las plazas de los dos hoteles de Les, a 30 kilómetros de la estación, serán únicamente para empleados de la empresa y no para los instructores de esquí y trabajadores de otros negocios paralelos.

La Val d’Aran vive principalmente de los meses con más afluencia de turistas. Desde el Ayuntamiento de Vielha perciben que a las empresas cada vez les cuesta más encontrar trabajadores que quieran hacer temporada allí. Admite que si no fuese por los trabajadores que llegan de otras zonas, no podrían hacer frente al periodo de invierno. “Este año hemos tenido que ir a buscar trabajadores de hostelería a la costa de Tarragona porque aquí no hay”, comenta el primer teniente de alcalde.

La vivienda pública, una asignatura pendiente

La escasa oferta de vivienda pública ha puesto en alerta a sindicatos y entidades. El inventario elaborado por el Consell Comarcal de la Cerdanya recoge que el parque actual de viviendas de titularidad pública es de 86 inmuebles, cifra que representa un 1,33% del total en la comarca. De estos pisos, el 25% están vacíos por estar pendientes de adjudicación por concurso público, por estar inacabados o por necesidad de reforma. Respecto a los terrenos de titularidad pública reservados para viviendas de protección oficial, el Consell calcula que la comarca tiene capacidad para construir 362 pisos repartidos entre las localidades de Bolvir, Ger, Llívia y Puigcerdà. Otros municipios como Urús, de poco más de 200 habitantes, están en proceso de adquirir más suelo edificable, ya que es muy limitado.

En territorio aranés ya se han puesto en marcha políticas de vivienda pública. El Consistorio asegura que ya ha aportado a la Generalitat el listado de terrenos de titularidad pública: un total de 6.195 metros cuadrados distribuidos en siete solares de los núcleos de Vielha, Betren, Mont y Ros. El gobierno municipal prevé la construcción de 176 viviendas públicas. La Seu d’Urgell, que acogerá la manifestación, ha comunicado que ya tiene un plan de actuación. A parte de los 13 pisos para jóvenes, ha anunciado la compra de cuatro viviendas para familias vulnerables y la adquisición de dos parcelas para la construcción de 90 pisos de alquiler social.

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