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Aragonès y Esquerra reivindican la vía del diálogo tras el anuncio de la reforma del Código Penal

Puigdemont, uno de los posibles beneficiados, alerta de que no hay una derogación de la sedición sino un simple “cambio de nombre”

Camilo S. Baquero
Imagen de archivo de la última reunión de la mesa de diálogo entre el Ejecutivo central y el catalán, el pasado mes de julio en Madrid.
Imagen de archivo de la última reunión de la mesa de diálogo entre el Ejecutivo central y el catalán, el pasado mes de julio en Madrid.Claudio Alvarez

El Ejecutivo catalán que preside Pere Aragonès y su partido, Esquerra Republicana, no han tardado este jueves en sacar pecho de su apuesta por la mesa de diálogo con el Gobierno, después de que el presidente Pedro Sánchez anunciara en una entrevista a La Sexta el acuerdo para “reemplazar” el delito de sedición. La reforma, que podría beneficiar a la secretaria general de ERC, Marta Rovira, y al expresident Carles Puigdemont, ambos huidos de la justicia española en el extranjero, equipara el Código Penal español con el de estados europeos como Italia o Alemania. “La eliminación del delito de sedición es un paso indispensable para la desjudicialización”, ha celebrado en Twitter el jefe del Govern. Puigdemont ha rebajado las expectativas, advirtiendo de que se trata de un mero “cambio de nombre” y una rebaja de penas.

Aragonès había apostado toda su estrategia a que finalmente Sánchez moviera ficha con el cambio legal antes del 31 de diciembre de este año y, a la espera de la letra pequeña, todo parece encarrilado. Tanto el president como su partido han querido dejar claro que la modificación ha sido un fruto de la vía del diálogo con el Gobierno, que es criticada duramente por una parte de independentismo en Cataluña y también por la derecha en el Congreso. En una nota, el partido ha destacado que “no hubiera sido posible sin la negociación política entre ambos Gobiernos” y considera que ello reivindica “la apuesta de ERC por la vía negociada para acabar con el conflicto”.

En Junts valoran de una manera radicalmente el acuerdo y solo ven humo. Desde Bélgica, donde está huido de la justicia, Puigdemont ha alertado de que “los anuncios Sánchez nunca son lo que parecen” y, de entrada, solo ve un cambio de nombre y una rebaja de penas, no una derogación real de la sedición. A la espera de la letra menuda, ha dicho en Twitter: “Cualquier acusación por los hechos de octubre de 2017 que se haga al amparo de la reforma del delito sería la demostración del engaño”. El expresident ha asegurado en Twitter que no ve “la ganancia política” de que el referéndum ilegal pase de ser un caso de sedición “para ser uno de desórdenes agravados”. “Sí, hay una gran diferencia en pasar 15 años de prisión [la pena máxima actual por sedición] a pasar cinco. Pero políticamente [con la reforma] estaríamos en el mismo punto”, ha dicho.

Pese a que Sánchez ha asegurado durante la entrevista que la amnistía que pide el independentismo para todos los encausados del procés es “imposible”, los republicanos insisten en ese objetivo y ven el reemplazo del delito de sedición por otro de “desórdenes públicos agravados” solo como un paso. Eso sí, sin ahorrarse los adjetivos. Para Aragonès es “indispensable”, para su partido es uno “grande”. “Continuamos trabajando para acabar completamente con la represión y poder votar en un referéndum”, ha añadido el president en su mensaje en la red social.

Rovira, otra de las posibles beneficiadas, ha descartado que la propuesta esbozada garantice su retorno a España. La secretaria general de los republicanos ha insistido en que pese al cambio “no podría volver a Cataluña con garantías”. Pese a ello, ve “la derogación es una buena noticia para el conjunto del independentismo” y ha insistido en que es solo un paso para la amnistía.

PSC: “Es el camino”

El anuncio del presidente, que este viernes se concretará en la presentación del texto en el Congreso, también ha sido celebrado por los socialistas catalanes. De una manera mucho más escueta, el primer secretario del PSC y líder de la oposición en el Parlament, Salvador Illa, se ha referido así a las palabras de Sánchez: “Mirar hacia adelante. Este es el camino”. El portavoz de los comunes en la Cámara catalana, David Cid, ha felicitado también Twitter al diputado Jaume Asens, quien inicialmente había propuesto en las Cortes la vía de la modificación del delito por el que precisamente el Tribunal Supremo condenó en 2018 a los líderes del procés. “Gana el derecho a protesta, los colectivos sociales y la desjudicialización del conflicto territorial. Gana la democracia”, ha dicho por su parte Asens.

De momento, el PDeCAT, con cuatro diputados en el Congreso, ha dejado abierto su apoyo a la proposición de ley, “a la espera de conocer la literalidad final”, según ha explicado en una nota su portavoz, Ferran Bel. Este anuncio es una buena noticia y un paso adelante. Y estoy seguro, como ya dijimos, que en el Congreso hay la mayoría suficiente para la reforma”, ha añadido.

Ciudadanos y Vox han salido a cargar contra la reforma. “No hay mayor traidor que Sánchez”, ha asegurado el jefe de filas de la formación de Santiago Abascal en el Parlament y también diputado en las Cortes, Ignacio Garriga. Para Inés Arrimadas, la líder de Ciudadanos, el presidente del Gobierno “desguaza el Código Penal a medida de los condenados por sedición. Un antecedente muy peligroso y una cesión arbitraria al separatismo sólo para seguir en Moncloa. No tiene límites”.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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