El bloqueo de las negociaciones dinamita la unidad de los sindicatos educativos en Cataluña
Las organizaciones se acusan de bloqueo mutuo: Ustec critica a CC OO de bloquear toda acción en la calle, y Comisiones le reprocha falta de voluntad para llegar a un acuerdo con Educación
Hace apenas un año, los siete sindicatos principales del sector educativo unían inusualmente sus fuerzas para organizar un movimiento de protesta en contra del avance del calendario escolar y para acabar con los recortes emprendidos por la Generalitat hace una década. Pero esta unidad, que se plasmó en unas manifestaciones de gran repercusión, se ha quebrado ahora por la falta de avance en las negociaciones con el Departamento de Educación y las diferencias en la estrategia para lograr nuevos frutos. Estos días, los diferentes sindicatos se lanzan acusaciones recíprocas: Ustec critica a CC OO de bloquear toda acción en la calle, y Comisiones le reprocha falta de voluntad para llegar a un acuerdo con Educación
Diferentes voces sindicales consultadas por este periódico aseguran que la falta de sintonía entre las diferentes organizaciones hace tiempo que planea, pero lo que ha hecho abrir la caja de los truenos ha sido la ocupación de los Servicios Territoriales de Educación de las cuatro provincias el pasado 18 de mayo por parte del sindicato mayoritario Ustec. “Realizaron la acción sin avisar a nadie, y además lograron una entrevista personal con el consejero [de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray] y van allí representando la unidad o dando la imagen que van a salvar el tema”, apunta un representante sindical. Precisamente, Ustec se entrevista com Cambray este viernes, tras la mesa sectorial que reunirán sindicatos y Departamento.
En febrero del año pasado, el anuncio por sorpresa de Educación de avanzar una semana el inicio del curso escolar encendió los ánimos del colectivo de profesorado, muy castigado por el esfuerzo que supuso la pandemia y por unos recortes de hace una década que todavía no se habían tocado. Entonces, se inició una guerra abierta entre sindicatos y Educación, que en marzo de 2022 se tradujeron en cinco jornadas de huelga, de las cuales, las dos primeras tuvieron un notable seguimiento -un 33% el primer día y un 16%, al siguiente-. Ya el segundo día, las protestas unitarias lograron que Cambray concediera una relajación en la aplicación de los nuevos currículos escolares que implanta la nueva ley educativa estatal, la Lomloe.
Desde entonces, la mayoría de los recortes impulsados por el Gobierno de Artur Mas en 2011 se han ido revirtiendo y se han logrado otras reivindicaciones, como la reducción de las ratios, ampliación de plazas de FP, recuperación de complementos salariales o, la que tuvo un impacto más evidente, la reducción de una hora lectiva del profesorado, que ha supuesto contratar más de 3.500 docentes nuevos, y que sirvió para que Educación y sindicatos firmaran la paz en septiembre, justo antes del inicio del curso.
Pero desde entonces, la acción unitaria de los sindicatos ha logrado también recuperar el mes de julio íntegro para la formación del profesorado, evitando que deban ir a las escuelas a trabajar la primera semana del mes. Pero todavía queda en el tintero -y que han vuelto a ser tratadas en la mesa sectorial de este viernes- reivindicaciones como el reconocimiento de la deuda de los complementos salariales no pagados en los últimos años, la reducción de dos horas lectivas para los docentes mayores de 55 años, la equiparación salarial de los profesores de FP con los de secundaria o un plan de continuidad de los interinos, pensando en aquellos que no logren plaza fija a través del concurso de méritos o las oposiciones.
Ante la falta de avance de las negociaciones, los sindicatos se dividen en dos estrategias: los que apuestan por el acuerdo más pausado -como el Sindicato de Profesores de Secundaria, CC OO y UGT-, y los que prefieren realizar acciones de protesta para presionar al Departamento, como es el caso de CGT, Intersindical o el mayoritario Ustec: “Viendo que no había avances en las negociaciones, dijimos de llevar a cabo más movilizaciones. El resto quería seguir negociando, pero nosotros somos el sindicato mayoritario y creemos que tenemos la responsabilidad”, aseguró este jueves en rueda de premsa el responsable de acción sindical de Ustec, Andreu Mumbrú.
Otros sindicatos se muestran muy críticos antes las acciones en solitario de Ustec: “Utilizaron la ocupación del departamento para romper la unidad. Es todo marketing, porque conseguirán nada por su cuenta que no pueda conseguirse en la mesa sectorial”, asegura un portavoz de una de las organizaciones. “No hay voluntad por parte de Ustec de desbloquear la situación y de llegar a acuerdos, solo en mantener el conflicto. Y hay mucho postureo porque a veces reivindican cosas que ya se han logrado. Además, ¿Cuánta gente participa en las acciones? ¿15? No puedes salir a hacer el ridículo así. Hay que tener un poco de sentido de la realidad”, añade otro portavoz.
Varias voces consultadas aseguran que el malestar ya viene de más atrás, empezando por un concepto de organización diferentes (los hay más corporativistas y otros más asamblearios) y, especialmente, el hecho de comprobar que la unidad sindical tuvo sus efectos al principio, pero posteriormente, no ha habido más frutos, hay sectores de profesores y direcciones muy críticos con los sindicatos (por ejemplo, por pactar la reducción de la hora lectiva a medio curso), por una serie de huelgas posteriores convocadas que han sido un “fracaso”, según admiten los portavoces, y por unos resultados agridulces en las elecciones sindicales del pasado marzo.
Y es que el descontento de gran parte del profesorado por las políticas de Educación, los sindicatos no han logrado canalizarlo y, de hecho, en los últimos comicios votaron 33.730 docentes, 400 menos que cuatro años atrás (cuando excepcionalmente la participación aumentó a raíz del procés, apuntan los sindicatos). En estas últimas elecciones, Ustec consolidó su dominio, obteniendo 162 representantes, los mismos que hace cuatro años, pero perdiendo 2.700 votos. Sorprendió el ascenso del Sindicato de Profesores de Secundario, que dobló su presencia, pasando de 43 a 81 y convirtiéndose en segunda fuerza. También mejoraron resultados CC OO -pero perdió la segunda posición-, CGT, UGT y USOC, mientras la Intersindical bajó, y CSIF y Anpe perdieron todos los representantes.
Con este cambio de fuerzas, los sindicatos buscan reposicionarse y marcar perfil propio, algo que estos últimos días se ha plasmado en ruedas de premsa sobre un mismo tema, convocadas con pocas horas de diferencia, o algunas simultáneas. En ellas CC OO y Ustec se lanzaron mutuos dardos. Los primeros acusaron el miércoles a Ustec de “romper la unidad sindical” y de no tener “voluntad negociadora”. Al día siguiente, el sindicato mayoritario se adjudicaba el mérito de muchos de los avances logrados, a la vez que emitía una crítica contundente: “El marco unitario no puede ser un freno por parte de las organizaciones que apuestan por el diálogo pausado con la Administración para los que defendemos una estrategia de confrontación, sobre todo porque somo mayoritarios. Y este año nos hemos encontrado con el secuestro por parte de estas organizaciones hacia el resto”.
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