Una inestabilidad estable

La última estimación de escaños para unas elecciones al Parlament realizada por el Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) de la Generalitat deja la suma de todos los diputados independentistas dos escaños por debajo de los 68 de la mayoría absoluta. Las elecciones están lo suficientemente lejos como para tomarse con calma cualquier predicción, pero esto no obsta para reseñar que se trata de un hito preñado de consecuencias de mayor alcance. Los soberanistas están a un paso de perder la mayoría alcanzada en 2010, la que en 2017 les permitió, por ejemplo, aprobar la fallida proclamación de la república catalana.

Esta expectativa se abre en un momento dominado por una enorme incertidumbre sobre el futuro inmediato de las mayorías existentes en todas las instituciones parlamentarias y de gobierno. Se trata de una incertidumbre que atañe tanto a la ubicación de los partidos independentistas en ellas como a la estabilidad en cada uno de los niveles de gobierno. Es un panorama paradójico y contradictorio, caracterizado por la existencia de coaliciones negativas, es decir, forzadas por la voluntad de unos y otros de cerrar el paso a coaliciones indeseadas. Sobre todo, a la coalición de PP y Vox, pero no solo a esta. Veamos: En el escenario español, Junts se ha integrado con ERC y otros partidos de izquierdas y nacionalistas vascos y gallegos en la mayoría parlamentaria que sostiene a la coalición del PSOE y Sumar presidida por el mismo Pedro Sánchez de quien abominaban hace solo medio año. Es una mayoría en la que cinco partidos con intereses muy dispares – Junts, PNV, ERC, Bildu y Podemos- disponen de la llave para dejarla caer en cualquier momento.

En la Generalitat, Junts rompió en octubre de 2022 el pacto entre independentistas alcanzado con ERC e inicialmente también con la CUP para situar al republicano Pere Aragonès en la presidencia del Gobierno catalán. Desde entonces, este se halla en minoría en el Parlament. Gobierna con 33 diputados sobre 135. Un milagro.

También en el Ayuntamiento de Barcelona, el socialista Jaume Collboni se sostiene precariamente, pues solo dispone de 10 concejales de 41. Tras haber perdido las elecciones fue aupado al cargo gracias a los votos de los comunes y al insólito apoyo del PP a los socialistas para evitar el retorno del independentista Xavier Trias a la alcaldía de la capital catalana.

Si, como apunta el CEO, de las próximas elecciones al Parlament no surgiera una mayoría independentista, es decir, si ERC, Junts y la CUP no llegaran a los 68 escaños, ¿qué otra mayoría de gobierno podría formarse en Cataluña? La encuesta del CEO indica que podría formarse una holgada mayoría de izquierdas, con el PSC, ERC y los comunes. La parte baja de la horquilla les otorga 78 diputados y la alta 93.

Lo que sucede, sin embargo, es que una alianza de estos tres partidos podría formarse ahora mismo en el Ayuntamiento de Barcelona, pero a la vista está que el PSC y ERC no la quieren. Se resisten a darle luz verde. Prefieren esa estable inestabilidad a todos los niveles. Cuando va a cumplirse el 20 aniversario de la firma del Pacte del Tinell que llevó a las izquierdas al Gobierno de la Generalitat, ni Salvador Illa ni Oriol Junqueras parecen interesados en reeditar con Ada Colau una alianza del mismo color. Esto es lo que hay. De momento.

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