Los ecologistas se rebelan contra las cesiones de la Generalitat a los agricultores

Los incendios políticos se le multiplican al consejero de Acción Climática de la Generalitat, David Mascort, y por extensión a todo el Gobierno de Pere Aragonès. A la crisis de la sequía y las dificultades para apaciguar las protestas de los agricultores —que este fin de semana todavía pueden colear en muchas carreteras— se le suma ahora el descontento de los ecologistas. Una de las entidades más potentes de este ámbito es Ecologistes en Acció, que denunció este viernes que las cesiones del Govern a los agricultores para que abandonen sus protestas pueden suponer “pasos atrás” en la lucha climática y han pedido no conceder las peticiones del colectivo.

Los importantes cortes de tráfico que se han registrado toda la semana en vías principales como la AP-7, la AP-2 y la N-II se comenzaron a revertir el jueves por la noche tras una reunión maratoniana entre el consejero y representantes de cuatro colectivos de agricultores. Además de inconcretas promesas sobre una flexibilización de las restricciones por la sequía, hubo un acuerdo sobre una medida simbólica que ha despertado muchas reticencias. Se trata de cambiar el nombre del departamento que se ocupa de la gestión ambiental, la protección del entorno y las políticas agrarias y que ahora se denomina “Acció Climàtica”. Los agricultores consideran que esta denominación discrimina su sector y solo da protagonismo a las políticas ambientales.

Para Ecologistas en Acción estos acuerdos, y concretamente el cambio de denominación son un paso atrás. “Es inadmisible. El medio ambiente no es una política sectorial, sino transversal”, aseguraron en un comunicado. Los agricultores creen que es un debate que ya debería estar superado mientras que se han sentido perjudicados en las medidas antisequía. “Lo importante no es el nombre, sino apoyar a un ganadero que sin agua y con los precios tan altos puede cerrar”, explica un portavoz de Unió de Pagesos, una de las cuatro plataformas que se reunió este jueves con Mascort en Barcelona. La modificación del nombre llegará al Parlament la próxima semana, cuando se celebre el pleno monográfico sobre la agricultura. Allí, los partidos políticos que tienen representación en la cámara, elaborarán una propuesta nominal.

La organización ecologista asegura que las cesiones del Govern suponen un retroceso que “aboca al colapso ecosistémico, económico y social”. Para Ecologistas en Acción, la labor del Ejecutivo catalán pasa “por ayudar realmente al sector ecológico y regenerativo a ser viable; para potenciar el mercado de proximidad y las prácticas agrarias que generan vida y no la matan”, según el comunicado. Julio Barea, portavoz de Greenpeace, apunta que la Generalitat no está ayudando a las pequeñas y medianas explotaciones. Al contrario. “Están arrojando a las pequeñas familias de agricultores a los leones. Los van a arruinar. Hay que dirigir el modelo hacia uno más agroecológico y expulsar a las grandes explotaciones que están en manos de empresas”, explica Barea.

A pesar de que Mascort declaró este viernes en una entrevista en Catalunya Ràdio estar satisfecho por “seguir todos un camino para resolver los problemas” que tiene el colectivo, hasta el mediodía de este sábado como pronto no pararán las movilizaciones, aunque no se descarta que continúen las protestas a lo largo del fin de semana. Esto es así porque hay quienes no se ven representados por las plataformas que pactaron con el Govern. “Los agricultores son plurales. Los pactos de ayer no eran suficientes para muchos de ellos”, explican las fuentes de Unió de Pagesos. Tampoco se descarta que vuelvan las protestas y los cortes de las principales carreteras, donde aún trabajan los equipos de limpieza, si no se toman más medidas en el sector.

En la Taula Agrària, la mesa donde se reunieron este jueves el conseller y cuatro plataformas representantes de los agricultores, se habló de simplificación de los trámites burocráticos y de competir con “las mismas reglas del juego” que la competitividad exterior. Mascort también acordó una reorganización de la Agencia Catalana del Agua (ACA) para que los agricultores tengan más presencia en el Consejo de Dirección y las medidas sean “más sensibles” para este sector, que reclama una suavización de las restricciones en el consumo del agua (80% para la agricultura y 50% para la ganadería) mientras dure la sequía, la más grave en Cataluña desde que hay registros. El gasto se compensaría con más restricciones para la industria y el turismo, defienden. “Se trata de decidir un modelo de país. Si nos dejan morir mientras vienen turistas que consumen el agua y se van o si ayudamos a los pequeños agricultores y ganaderos”, explicó a EL PAÍS un portavoz de Unió de Pagesos en un reciente reportaje. Para el portavoz de Greenpeace, ese aumento del consumo solo debe ir para las pequeñas y medianas granjas que se encuentran “en vías de extinción” por tener que competir con menos recursos contra las grandes explotaciones mientras el tejido turístico mantiene su actividad. “Debe haber agua para todo y para todos. No puede ser que se esté condenando a un pequeño agricultor con menos agua mientras un hotelero continúa llenando sus piscinas”, detalla Barea. Mascort, no obstante, evitó dar detalles sobre esta petición durante la rueda de prensa posterior a la reunión.

Tanto Ecologistas en Acción como el sector agrícola sí coinciden en un aspecto: el apoyo a los pequeños y medianos agricultores. Mientras la plataforma ambiental pide un decrecimiento de la producción y una transición hacia un modelo que se adapte al cambio climático y colabore “en la conservación del medio ambiente”, los agricultores y ganaderos reclaman soluciones que eviten el cierre de las explotaciones de quienes no puedan competir con la mitad de la producción y con mucha menos cantidad de agua.

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