El Port de la Selva (Girona) se queda sin agua potable por una avería en uno de los dos pozos del municipio
El Consorcio de Aguas de la Costa Brava trabaja para restaurar el suministro que, por ahora, solo abastece agua salada a una parte de los clientes del pueblo
La avería en uno de los dos pozos que suministran agua al municipio de Port de la Selva (Girona) ha provocado que el pueblo solo disponga de la mitad de volumen de agua que necesita en agosto, cuando esta pequeña población del Cap de Creus pasa de poco más de 1.000 habitantes a más de 10.000. Esta grave incidencia ha hecho que la noche del lunes cortaran el agua y que, durante el martes, solo recibieran suministro parte de los vecinos. Además, los que disponían de servicio les llegaba agua salada no potable. El gerente del Consorcio de Aguas de la Costa Brava (CACBGI), que gestiona el agua del municipio, Jordi Agustí, mantiene: “El tiempo para poder recuperar la normalidad en el servicio de agua potable a corto plazo es incierto”. En solo unas horas, supermercados y comercios han quedado sin suministro de botellas y garrafas.
El consorcio, que lleva la gestión de agua del municipio desde el pasado mes de octubre, supo el 17 de julio que el pozo viejo se había embozado y pusieron en marcha diversas medidas como intentar desembozarlo, sin éxito. Además, pactaron que de la localidad vecina, Llançà, traspasaran una mayor cantidad de agua a través de una cañería que otros veranos no necesitaban. Durante dos semanas, esta solución fue suficiente, pero al llegar el primer fin de semana de agosto Llançà no pudo suministrar agua y el depósito de distribución de Port de la Selva quedó con tan poca agua que solo salía por los grifos de la mitad de casas, las de la parte baja.
Ante esta grave problemática en pleno agosto, el gabinete de crisis creado la noche del lunes entre el Consorcio, el Consistorio y Agbar decidió cortar el agua cinco horas durante la madrugada para poder acumular una mayor cantidad de agua. La escasez de agua hizo también que tuviera que dejarse de utilizar la desalinizadora que el Ayuntamiento compró el año pasado, ya que la mitad de los litros que entran se pierden en el proceso de desalar. Al no funcionar, el agua del único pozo que queda no se puede tratar por lo que presenta cloruros. Por ese motivo, se ha tenido que alertar a la población de que no beba ni cocine con esta agua.
A pesar de que el Consorcio tiene previsto empezar el miércoles la construcción de un pozo, trabajan para desembozar el pozo afectado, y camiones cisterna llevan agua al depósito municipal desde donde sale el suministro a la red municipal sin pasar por la desaladora. Por el momento, se desconoce cuantos días se tardará en volver a la normalidad. Agustí ha avanzado que volverán a poner en marcha la desaladora “tan pronto como haya suficiente volumen de agua”, ya llegue de Llançà, -calculan será este mismo martes- del nuevo pozo o del viejo reparado.
Selva de Mar, pequeña localidad de poco más de 200 habitantes que se suministra del Port de la Selva, también ha quedado afectada por esta avería.
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