Illa lleva a Bruselas la presión para que el catalán sea reconocido y pueda ser utilizado en Europa
El president se reúne con Roberta Metsola y dice en el comité de las regiones que Cataluña se quiere a volver a implicar “al máximo y a fondo” en la construcción europeo
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha iniciado este miércoles su primer viaje oficial al extranjero desde que asumió el cargo con una elocuente visita a las instituciones europeas. Con la voluntad de visualizar que Cataluña ha vuelto a la institucionalidad tras la década del procés, Illa permanecerá dos días en Bruselas para impulsar la presencia y el compromiso de la Generalitat con Europa “al máximo y a fondo” pero también con una reivindicación sobre la mesa. El president se ha reunido con la presidenta del Parlamento europeo, Roberta Metsola, ante quien ha defendido que el catalán sea lengua oficial en las instituciones europeas. “Veo que se toman este asunto con seriedad y rigor y no como un tema administrativo”, ha afirmado el president sobre la posibilidad de que se use el idioma en la cámara y que ha utilizado íntegramente el catalán en dos breves discursos en el pleno del comité de las regiones.
El Parlamento europeo no es el órgano competente para decidir sobre la oficialidad del catalán al corresponder esa decisión en el Consejo de Europa pero si que podría permitir el uso del catalán en el Pleno. De hecho, es la única institución europea donde no se puede utilizar. El ministro Jordi Hereu ya habló en catalán en la reunión de ministros responsables de Competitividad de la UE e Illa ha hecho lo propio. Fue Junts el que puso el tema de la oficialidad del catalán como condición para apoyar la investidura de Pedro Sánchez pero el Govern la ha asumido y ha tomado esa bandera desde el primer día. La reunión entre Illa y Metsola iba a durar en principio media hora pero al final ha durado el doble. Tras la cita, el president ha transmitido que ha percibido receptividad. “Le he explicado (a Metsola) poque es importante para Cataluña y le he agradecido su actitud constructiva y rigurosa a la hora de resolver esta cuestión tan relevante para nosotros”, ha dicho.
El Gobierno y el Ejecutivo central han presentado en la Mesa de la Cámara una propuesta para que se pueda utilizar el catalán en el Parlamento para el que se ha creado un grupo de trabajo. Hace años, el Gobierno de Zapatero presentó una sugerencia similar pero no prosperó, entre otras razones, porque el uso de las lenguas cooficiales no estaba permitido en el Congreso a diferencia de lo que ocurre ahora. Además del asunto de la Cámara, las dos ejecutivos continúan con las negociaciones para conseguir la oficialidad del catalán en Europa. Para ello, el Gobierno necesita de forma ineludible el voto afirmativo de los otros 26 estados miembros y ningún veto.
La estrategia del Govern es realizar una tarea diplomática en armonía con el Gobierno, recuperar la influencia y su rol de liderazgo en Europa sin hurgar tampoco en la gestión de los gobiernos independentistas. Acompañado de Jaume Duch, consejero de la UE y de Acción Exterior, exalto funcionario europeo durante dos décadas, Illa se ha propuesto relanzar la relación con todas las instituciones europeas. Su primer paso ha sido recuperar la presencia con el comité de las regiones después de que los presidentes independentistas dejaran vacante su silla. Los expresidentes Pasqual Maragall y Jordi Pujol fueron en su día miembros activos. No es gratuito que con todo ese bagaje la primera reunión del día la haya tenido con el presidente de ese foro, Vasco Alvés Cordeiro.
Bajo el mensaje de que Cataluña ha vuelto, el president ha participado en el pleno del organismo, que celebra estos días sus 30 años, con un discurso elocuente. “Tras unos años de presencia pasiva y limitada, Cataluña se quiere volver a implicar al máximo y a fondo para tirar adelante la construcción europea. Cuenten con nosotros y con Cataluña”, ha dicho recordando que el propio Maragall lo presidió entre 1996 y 1998. El mismo mensaje ha transmitido en una reunión vespertina con representantes de las regiones más prósperas de Europa con las que ha firmado el manifiesto Power regions of Europa.
En sus dos intervenciones en el Comité de las regiones, Illa ha utilizado el catalán
El programa lo ha completado con reuniones con los presidentes del País Vasco y Navarra (con el de Canarias se reúne este jueves), presentes en la reunión del comité de las regiones y con quienes ha abordado después el uso de las lenguas cooficiales. La catástrofe devastadora de la dana se ha evocado en el pleno de ese ente en el que han participado los presidentes de comunidad afectados por la misma. Carlos Mazón y Emiliano García-Page, presidentes de la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, han reclamado solidaridad europea -”No se regatea”, ha dicho el valenciano-. Illa ha puesto el acento en que Cataluña no cejará en su solidaridad con Valencia aunque ha deslizado un mensaje: “Ayudar es hacer lo que te piden; no lo que tu no quieres”. Y ha apuntado que la catástrofe deja cuatro lecciones: El deber de abordar el cambio climático; el refuerzo de los servicios públicos; instituciones sólidas y mecanismos de cooperación.
El mandato de Illa arrancó bajo la larga sombra de Carles Puigdemont y ha sido evidente en su primer viaje oficial. El expresident ha mostrado su malestar por el hecho de que Illa no haya aprovechado la ocasión para entrevistarse con él en Bruselas. Hasta ahora, lo ha hecho con todos sus antecesores -incluido Jordi Pujol- pero no así con el también presidente de Junts. En los pasillos del Parlamento europeo, Illa ha afirmado que siente un gran respeto por Puigdemont como expresident, diputado y presidente de Junts pero que le verá cuando toque. “Hoy y mañana está en Bruselas, a escasos kilómetros de donde vivo desde hace siete años como consecuencia de una represión que él y su partido apuntalaron de manera entusiasta”, le ha afeado el expresident en la red. “Ni él ni su partido querían la amnistía. Ni la judicial ni la política y por eso se niega a aplicarme políticamente una ley que ya está en vigor desde hace meses (...) El mensaje ya está recibido y no insistiré más. No es que no toque: es que no quiere”.
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