Zahra Joya, periodista afgana: “No entiendo el silencio de las mujeres del mundo sobre los crímenes de los talibanes”
La informadora, de 30 años, recibe el premio Llibertat d’Expressió de la Unió de Periodistes Valencians
Ocho son los meses que Zahra Joya, la periodista afgana de 30 años fundadora de la agencia Rukhshana Media, nombrada Mujer del Año por la revista Time, lleva viviendo en una habitación de hotel en Londres tras verse forzada a huir de su país dejándolo todo atrás. Los mismos meses que los talibanes gobiernan Afganistán, imponiendo sobre más de 30 millones de afganos su visión fundamentalista y revirtiendo los logros sociales que habían logrado durante las últimas dos décadas.
Galardonada con el premio Llibertat d’Expressió por la Unió de Periodistes Valencians, y coincidiendo con el Día Mundial de la Libertad de Prensa, Joya ha visitado este martes Valencia para dar a conocer la labor que, a través de la agencia, ella y otras mujeres periodistas continúan llevando a cabo en Afganistán en condiciones extremas. Con más de 500 medios de comunicación cerrados tras la llegada al poder de los talibán y centenares de periodistas forzados a abandonar su trabajo, muchas mujeres continúan arriesgando la vida para tratar de contar lo que está ocurriendo en el interior del país y que su voz no se silencie.
“Comencé mi trabajo como periodista en Kabul en 2011. Desde el principio me di cuenta de que éramos muy pocas y de que era muy difícil alcanzar el suficiente impacto, la autoridad o el espacio. Por eso en 2020 creé la agencia con el objetivo de trabajar con periodistas mujeres para mejorar su calidad, su capacidad y ayudarlas a formarse. También queríamos devolver la voz a las mujeres afganas. Cuando tuve que abandonar el país, me di cuenta de que había muchas historias que contar y que debíamos compartirlas con el resto del mundo”, ha explicado Zahra a este medio.
Originalmente, el proyecto de Rukhshana Media estaba compuesto sólo por mujeres, aunque tras el derrumbe del gobierno democrático la situación se volvió tan difícil para las periodistas sobre el terreno que tuvieron que contratar también a hombres. La importancia de nuestro trabajo, cuenta Joya, estriba en ser la voz de las mujeres que han perdido su identidad social y en recordarles a ellas y al mundo que “siguen existiendo”. En la actualidad, está habiendo protestas a lo largo del país debido a que el régimen talibán ha prohibido la educación para las niñas por encima de los 11 años.
Tanto las manifestantes que luchan por preservar sus derechos como las periodistas que tratan de dar a conocer al mundo lo que continúa ocurriendo a diario en el país, se exponen a represalias extremas. “Rukhshana era el nombre de una mujer joven que fue lapidada por los talibanes en 2015 por negarse a ser casada por la fuerza. Para nosotras su nombre es un recuerdo constante para no olvidar lo que le ocurrió y porqué hacemos esto”, ha sentenciado la periodista.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha calificado la situación en Afganistán de “catástrofe humanitaria en toda regla” y ha precisado que más de 24,4 millones de personas necesitarán de ayuda urgente frente al hambre durante este año. El foco mediático, sin embargo, parece haberse olvidado de lo que allí ocurre.
“Desde el comienzo de la guerra en Ucrania la prensa y la comunidad internacional ha olvidado lo que ocurre en Afganistán. No entiendo por qué, ya que durante los últimos veinte años la comunidad internacional ha invertido mucho en mi país, pero parece que ya no es importante para ellos. Cada día las afganas suplican ayuda al exterior, pero nadie escucha ya estas voces. No soy capaz de entender el silencio del resto de mujeres del mundo sobre los crímenes de los talibanes”, se ha lamentado Joya.
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