Cómo salvar una joya patrimonial en peligro: Elche debate si convierte el convento de Las Clarisas en un hotel
El alcalde aplaza por falta de apoyo el plan para frenar el grave deterioro del monumento a través de su privatización
Humedades, techos abiertos y suelos ennegrecidos por la suciedad. Así se encuentra gran parte del antiguo convento de monjas de clausura de La Merced, más conocido como Las Clarisas, un edificio con más de 700 años de historia ubicado en pleno centro de Elche (Alicante) y propiedad del Ayuntamiento. Se trata de una de las mayores joyas patrimoniales de la ciudad, pero ...
Humedades, techos abiertos y suelos ennegrecidos por la suciedad. Así se encuentra gran parte del antiguo convento de monjas de clausura de La Merced, más conocido como Las Clarisas, un edificio con más de 700 años de historia ubicado en pleno centro de Elche (Alicante) y propiedad del Ayuntamiento. Se trata de una de las mayores joyas patrimoniales de la ciudad, pero sufre un proceso de degradación cada vez más preocupante y está inmersa en un debate sobre su futuro después de que la promotora privada Wel Hoteles haya puesto sobre la mesa un proyecto para la reconversión del espacio en un hotel.
La propuesta de privatización llegó al Ayuntamiento de Elche en torno al verano de 2019, pero no fue hasta finales del pasado año cuando se dio a conocer públicamente. Los impulsores de la iniciativa defienden, más allá de su interés empresarial, que su intención, sobre todo, es velar por la conservación de un bien que está perdiéndose con los años. Cifran la inversión necesaria para rehabilitar el inmueble en torno a siete millones de euros e incluyen la creación de un hotel de cuatro estrellas con 35 habitaciones para una concesión a 50 años. La iglesia de estilo gótico-renacentista se destinaría a restaurante con acceso libre a la ciudadanía.
El proyecto no va a salir adelante, al menos en esta legislatura. Para ponerlo en marcha es preceptivo un cambio urbanístico en la calificación del suelo en el Plan General de Ordenación Urbana. El trámite tenía que someterse a un pleno celebrado el pasado mes de mayo, pero se descartó unos días antes por la oposición del Partido Popular e incluso de Compromís, este último socio de gobierno del PSOE en Elche.
Los socialistas, con 12 concejales, han recibido de buen grado la propuesta, esgrimiendo que el hotel sería un revulsivo turístico y la iniciativa privada solventaría la inversión millonaria para la rehabilitación del espacio. Sin embargo, sus socios de gobierno, Compromís, con dos concejales, no lo ven tan claro. La portavoz del grupo, Esther Díez, llegó a posicionarse en contra del proyecto y posteriormente suavizó sus palabras asegurando que no se oponen a la conversión en hotel siempre que se respeten sus valores patrimoniales y se deje libre acceso a la ciudadanía. Dado que las propuestas que se han ido presentando por parte de la promotora no han encajado con esos objetivos, unos días antes del pleno municipal donde se debía aprobar el cambio de uso de parcelas, la formación se desmarcó y dejó al gobierno local en inferioridad numérica para poder sacarlo adelante.
Los socialistas han anunciado que renuncian al proyecto hasta la próxima legislatura, cuando esperan contar con una mayoría absoluta “para no depender de nadie”. A pesar de la discrepancia con Compromís, el PSOE defiende que el acuerdo de gobierno sigue fuerte y sin ninguna brecha. El alcalde de Elche, el socialista Carlos González, responsabiliza al PP de que el proyecto no haya salido adelante. La junta de gobierno ha acordado una modificación presupuestaria de 300.000 euros para rehabilitar las partes del conjunto histórico que necesitan más atención y evitar la caída de algunos elementos del edificio.
El PP de Elche se muestra contrario a privatizar el antiguo convento aunque, en privado, cuando la promotora les presentó el proyecto, se declararon a favor. Los populares han emprendido una campaña en contra de la iniciativa a menos de un año de unas elecciones municipales que dan por ganadas. La formación asegura que, si llega a gobernar, trabajará para que Las Clarisas sea subsede del Museo Arqueológico Nacional y ha impulsado por su cuenta la tramitación para su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC). El edificio tiene la máxima protección en Elche como Bien de Relevancia Local, pero la distinción de BIC solo la posee la torre del antiguo convento y lo que se busca es ampliarla al conjunto.
Ante la petición de los populares, dos representantes del Consell Valencià de Cultura (CVC), que es uno de los dos órganos que tiene que decidir sobre la futura protección de Las Clarisas, visitaron en febrero el edificio “para adelantar el trabajo para cuando el Ayuntamiento solicite que se incoe el expediente para que el convento se declare como BIC”. El CVC se ha mostrado a favor de esta medida y, aunque la institución no entra en el uso futuro que debe dársele al convento, sí que recoge en su resolución que se debería seguir manteniendo “como bien público, abierto al uso y disfrute de todos los ciudadanos”.
La intención del PSOE de Elche de aprovechar la iniciativa privada para conseguir los fondos necesarios para rehabilitar por completo el antiguo convento de La Merced ha sido aplaudida y apoyada especialmente por el sector empresarial y turístico. Los empresarios consideran que sería un impulso para reformar el inmueble y, por ende, para el centro histórico y comercial. La Asociación de Empresas de Servicios de Elche y Comarca (Aesec) y el Círculo Empresarial de Elche y Comarca (Cedelco) han asegurado que la colaboración público-privada sería la solución para salvar este bien y evitar un gasto a la ciudadanía. Por contra, entidades en defensa del patrimonio público como el Institut d’Estudis Comarcals reclamó mediante un escrito al alcalde que reconsiderara su postura al entender que el uso hotelero para este edificio contravenía la Ley de Patrimonio Valenciano por tratarse de una “perturbación de la función social”.
Los orígenes
La historia del antiguo Convento de La Merced de Elche se remonta a 1270, cuando el infante don Manuel donó los Baños Árabes a la Orden de La Merced, que forma parte de las Órdenes Religiosas Redentoras. En 1835 muchos religiosos se exiliaron y el convento pasó a manos de la Administración, que le dio uso como oficina de correos o Colegio de Humanidades.
Más tarde, en 1854, se instalaron las monjas de clausura de la Orden de Santa Clara. Allí residieron hasta que en 2007, el alcalde socialista Diego Macià gestionó con el Obispado de la Diócesis Orihuela-Alicante realizar una permuta para trasladarlas a unas nuevas instalaciones que se construyeron por 2,7 millones de euros. De esta manera, se pretendía convertir el edificio de Las Clarisas en un gran centro cultural, para lo que se concedió una subvención al Ayuntamiento en 2011 que no pudo ejecutarse. La ayuda se tuvo que devolver por la imposibilidad de cumplir los plazos.
Posteriormente, se realizaron inversiones para consolidar muros y cubiertas y abrir algunos de sus espacios a la ciudadanía, como el claustro o la iglesia que en la actualidad se utilizan como centro cultural para exposiciones, conciertos o presentaciones. En 2019 se planteó en la estrategia europea EDUSI la rehabilitación del edificio y la capilla por algo más de 900.000 euros, aunque poco después se retiró al conocerse el proyecto de reconversión en hotel planteado por la iniciativa privada. También se llegó a negociar con Paradores para convertir el complejo en hotel, pero este organismo estatal declinó el ofrecimiento.
En los últimos años, siempre en periodo preelectoral como ahora, los partidos políticos han realizado diversas propuestas y el asunto no ha dejado de ser punto de fricción. Entre unas cosas y otras, pasados ya 12 años, el espacio sigue degradándose y sin usos definidos, con un peligro real de derrumbe de parte de sus elementos.