El PP critica la reforma fiscal de Puig por “incoherente, descafeinada y electoralista”

Es un parche, una medida “descafeinada e incoherente” que solo proporciona un ahorro de 150 millones de euros a los contribuyentes valencianos cuando la propuesta de reforma fiscal del PP eleva la cifra a 1.500 millones. Estas han sido las principales críticas vertidas por la portavoz del PP en las Cortes valencianas, María José Catalá, al anuncio estrella con el que el presidente valenciano, el socialista Ximo Puig, ha abierto este martes el debate general: rebajar el IRPF a las rentas inferiores a los 60.000 euros al año y aumentar todas las deducciones de la Generalitat.

Catalá ha expresado sus dudas sobre la aplicación en siete meses de la propuesta fiscal después de “siete años de gobernar subiendo impuestos” y le ha preguntado por qué no la hizo cuando se lo planteó el Partido Popular en octubre de 2021. “No vale pensar en las neveras solo en tiempo de urnas”, ha manifestado Catalá.

También ha calificado a Puig de ser un “presidente incoherente” por decir que hay que castigar a las autonomías que bajan impuestos, en alusión a Andalucía, Comunidad de Madrid y Galicia, todas gobernadas por el PP, y ahora hacer lo propio. Ha propuesto un acuerdo con el presidente del PP valenciano, Carlos Mazón (ausente en el debate al no ser diputado), para sentarse y pactar una “verdadera rebaja”, porque es mejor el original que una “mala copia”. “Solo baja impuestos por la presión del PP y el miedo a las urnas”, ha añadido.

Catalá también ha intentado desmontar en su discurso la “visión idílica” de la Comunidad Valenciana que había proporcionado Puig, en su opinión, y le espetado que cada día se parece más al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que no baja a la calle. La luz cuesta el triple que hace un año”, “la cesta de la compra está disparada”, es “casi imposible alquilar una vivienda”, “la Comunitat tiene “el peor déficit de España solo por detrás de Navarra” y la inflación valenciana está “por encima de la media”, ha dicho en su intervención y ha abundado en su contrarréplica.

La también candidata a la alcaldía de Valencia ha pedido la dimisión de la consejera de Interior, Gabriela Bravo, por la gestión del tren que se vio envuelto en las llamas del incendio de Bejís de este verano y en el que se produjo varios heridas. La síndica popular ha afirmado que los bomberos avisaron del peligro 22 minutos antes de que el maquinista decidiera volver atrás, lo que a su modo de ver demuestra el problema de coordinación de la Generalitat, por falta de personal, y por tanto, pide responsabilidades políticas. “

En sus contestaciones, Puig ha comparado diversos indicadores económicos y sociales actuales con los que dejó el PP en 2015, después de gobernar 20 años en la Comunidad Valenciana, como la tasa de paro que era del 23% y ahora es del 12,8%, entre otros.

El presidente valenciano ha subrayado que su reforma fiscal está “limitada a las personas que tienen menos ingresos”, a diferencia de las propugnadas por el PP. Y en particular, ha criticado la propuesta fiscal de Mazón porque carece “del más mínimo rigor” y oculta, además, que los 1.500 de ahorro en los ingresos de la Generalitat supondrán recortes sociales. El presidente valenciano ha recordado que la mayor parte de la deuda y del déficit fueron acumulados durante el mandado del PP. En este sentido, ha acusado al PP de “querer volver al pasado, a un modelo fracasado”.

Tras defender el trabajo de los profesionales de la lucha contra el fuego, ha instado a Catalá a que si tiene información relevante sobre el incendio y el tren de Bejís la presente ante el juzgado que está investigando el caso. Dos horas después, la Consejería de Justicia ha negado la existencia de ese aviso sino que se trata simplemente de que un técnico alertó del peligro que podía representar un depósito de propano ubicado en una granja cercana a la vía verde Ojos Negros I.

Racanería

Por su arte, la síndica de Ciudadanos (Cs), Ruth Merino, ha tachado de “rácana” e “insuficiente” la reforma fiscal y ha afirmado que, si sus socios de gobierno “se resisten”, su grupo parlamentario “tiende la mano” al presidente para llevar a cabo una “bajada real y efectiva”. Ha señalado que la Generalitat “hasta julio había ingresado 700 millones de euros más” por la inflación y su propuesta supone un ahorro de 149 millones. La propuesta de ciudadanos es “más ambiciosa” y los valencianos podrían ahorrarse “hasta 650 millones de euros”.

Merino ha reprochado a Puig “falta de autocrítica”, “exceso de propaganda” y “anuncios reciclados” que hacen que el debate parezca el día “de la marmota”. Y ha advertido de las “cifras alarmantes” que presenta la coyuntura económica y ha advertido que vienen “meses muy difíciles” para pymes, familias y grandes empresas por la inflación, la subida del euríbor y la escalada de precios en materias primas. En este marco, se ha preguntado “por qué en demasiadas cosas” la Comunidad Valenciana está siempre “un poquito peor que los demás”.

En su réplica, Puig ha lamentado que Merino haya planteado la crisis económica como si fuera “un problema valenciano” y ha señalado que el Consell está “intentando ayudar a las familias” con medidas abordadas desde el diálogo social por más de 1.500 millones de euros.

Bajos instintos

La síndica de Vox en Les Corts, Ana Vega, ha acusado a Puig de mercadear con los impuestos autonómicos como respuesta a una tendencia de bajada de votantes del PSPV en “algunas de esas encuestas electorales que pagamos todos con dinero público”. “No adelanta elecciones porque no le salen las cuentas, no confía en sus socios ni ellos en usted”, ha cargado en su réplica.

Durante su discurso ha exigido una bajada “radical” de impuestos en lugar de las medidas anunciadas este martes por Puig de deflactar el IRPF para las rentas inferiores a 60.000 euros al año o aumentar el 10% todas las deducciones y bonificaciones fiscales. Ha afirmado también que Puig quiere a todos los valencianos igual de pobres, que ese es “el verdadero socialismo” y que los próximos seis meses serán los últimos de su mandato.

El presidente valenciano ha instado a Vox a “decir alguna verdad alguna vez”, ya que ha asegurado que lo único cierto de su intervención es que “la inflación es el peor impuesto para las clases populares”. “Poco más, realmente hay poco más que insultos”, y ha agregado que hablan de inseguridad ciudadana para “atacar los bajos instintos”.

Los socios de gobierno del Botànic reclaman que suban los impuestos a las rentas altas

Tras el anuncio de una reforma fiscal negociada, los socios del PSPV en el Gobierno del Botànic, Compromís y Unides Podem, han respaldado la rebaja del IRPF a las rentas por debajo de los 60.000 euros, aunque han expuesto en la progresividad y en que la rebaja para las rentas más bajas vaya unida a una mayor presión fiscal a las más altas, algo que no se ha incorporado a la reforma presentada este martes. . La portavoz de Unides Podem, Pilar Lima, ha reclamado “un mayor esfuerzo para reforzar la progresividad, apretar más a quien más tiene”. Así, ha asegurado que la reforma fiscal que impulsará el gobierno valenciano “será progresiva o no será”. En la misma línea de lo planteado por Lima, la síndica de Compromís, Papi Robles, ha mantenido que “los servicios públicos han de estar blindados” y que se ha de profundizar en la justicia fiscal para que la bajada de impuestos a las rentas bajas vaya unida a subidas para las más altas.