Destapada una red internacional que vendía tigres blancos y leopardos negros por las redes sociales desde Mallorca
Los detenidos en un municipio mallorquín, dos ciudadanos rusos, solicitaban hasta 60.000 euros por un ejemplar de pantera nebulosa


La Guardia Civil de Valencia ha desarticulado una trama internacional que vendía por redes sociales animales de especies protegidas como tigres blancos, leopardos negro o pumas, amparados por la CITE (Convención Convencionalidades sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), y ha detenido en Manacor a dos ciudadanos de nacionalidad rusa, de 48 y 46 años, por los presuntos delitos contra la fauna, contrabando, organización criminal y falsedad documental. Además hay un tercer investigado, un hombre de 48 años de nacionalidad israelí, por los mismos hechos.
La Operación Kotach dio comienzo en marzo de 2024 tras la recepción de una información sobre una pareja de ciudadanos rusos que se habían asentado en la localidad de Ariany en una parcela donde poseían y criaban servales (Leptailurus serval), caracales (Caracal caracal) y sus híbridos con gatos domésticos para ponerlos en venta en conocidos portales de internet. La actividad era extremadamente activa, constatándose que participaba gente de diversos continentes.
Durante el registro a la casa el pasado 8 de abril, los investigadores comprobaron que la cría de caracales y servales (felinos de tamaño mediano) en Mallorca era la punta del iceberg de una trama internacional de otras especies protegidas (tigres blancos, leopardos negros, pumas, hienas, etc.) que se ofrecían a la venta procedentes de Rusia, Bielorrusia y Ucrania y que eran introducidos de forma ilícita en la Unión Europea.
Las pesquisas apuntan a que los animales entraban en el territorio comunitario a través de la frontera de Polonia con Bielorrusia y, desde allí se distribuían tras ser confeccionada la documentación fraudulenta gracias a la colaboración con la organización criminal de criadores, transportistas y veterinarios.
Los intentos de criar y de mantener a estos felinos como mascotas están muy extendidos en Rusia y Ucrania, y esta tendencia ha comenzado a ser imitada en otros países por personas adineradas que buscan una marca de estatus. No obstante, según la Guardia Civil, los nuevos propietarios se acaban dando cuenta de que estas especies necesitan mucho espacio y que son muy agresivas, pudiendo representar un peligro para las personas u otros animales, por lo que acaban por deshacerse de dichos ejemplares.
Los agentes han constatado además que diversos criadores han conseguido hibridar a estos felinos con gatos domésticos, a pesar de los problemas de esterilidad y de viabilidad de las crías por partos prematuros. Además, tanto los caracales como los servales, en muchos casos, consideran a los gatos domésticos como presas y no como parejas de apareamiento, llegando a matarles o herirles de gravedad.
El objetivo de la hibridación era obtener gatos exclusivos con el carácter salvaje de sus progenitores silvestres atenuado. De hecho, los precios de un caracal o serval puros pueden sobrepasar los 8.000 euros, mientras que por un híbrido de primera generación fácilmente se pagan hasta 18.000 euros.
La trama anunciaban en sus cuentas de redes sociales la venta de tigres blancos, panteras nebulosas, linces boreales, hienas, leopardos negros y pumas, de hecho, se constató que por una pantera nebulosa se solicitaban 60.000 euros.
Estos animales están protegidos por el Reglamento 338/97 del Consejo, de 9 de diciembre de 1996, relativo a la protección de especies de la fauna y flora silvestres mediante el control de su comercio, a través del cual se implementa la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) en la Unión Europea.
Los investigadores comprobaron que estos animales se ofrecían sin la documentación CITES que deben llevar aparejada y hay que tener en cuenta que los animales hibridados están protegidos por el CITES hasta la cuarta generación. Los detenidos carecían de permiso como criadores CITE.
La fase de explotación se ha saldado con dos detenidos y un investigado por delitos contra la fauna, contrabando, falsedad documental y organización criminal y se han intervenido dos servales, un caracal y 16 híbridos en diversos grados pendientes de determinar por personal facultativo. Ahora se abre la fase de análisis documental en el que se analizará la multitud de documentación intervenida en la vivienda registrada, en la cual se hallaron más de 40 pasaportes de animales de Rusia, Bielorrusia y China, así como una gran cantidad de material informático (dos ordenadores, 3 móviles y 2 pendrive).
Los animales han sido depositados de manera temporal en el Safari Zoo de Son Servera. El Ministerio de Transición Ecológica los reubicará con posterioridad en Prima Domus (Alicante) de manera permanente. En la explotación han colaborado personal del MITERD, la UPRONA de Mallorca y componentes de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Illes Balears. Las diligencias fueron entregadas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Manacor.
La operación sigue abierta
El sargento de Seprona en la comandancia de Valencia, Federico Entrecanales, ha explicado este lunes que la operación sigue abierta porque “se tiene que analizar bastante documentación y no se descartan nuevas detenciones”. “De todas maneras, como mucha gente está en el extranjero, ya se está pasando la información a la Unidad de Policía Judicial para que se la traslade a unidades policiales de otros países”, ha agregado.
El suboficial ha precisado en una rueda de prensa que, de forma paralela a la Operación Kotach, la Guardia Civil de Valencia detectó en octubre de 2024 una venta registrada en el municipio valenciano de Bétera, que “fue el espaldarazo decisivo para actuar en Mallorca”. “Se estaba haciendo otra operación por la compra-venta y tenencia de caracales y cervales y se encontró documentación que acreditaba la venta por estas personas, las ahora detenidas, a una pareja en Bétera”, ha detallado.
De este modo, los compradores valencianos han sido también detenidos y puestos a disposición judicial por delito contra la fauna y tenencia ilícita por ser especias protegidas y no poseer de la documentación CITES correspondiente.
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