Guardiola tras firmar el pacto de coalición con Vox: “Mi palabra no es tan importante como el futuro de los extremeños”
El partido ultra tendrá una única cartera, la de Gestión Forestal y Mundo Rural, que asumirá las competencias de infraestructuras rurales, control de incendios, patrimonio natural, caza, pesca y toros
Vox se ha impuesto y, finalmente, entrará en el Gobierno de Extremadura con el PP. Los populares y la formación de extrema derecha han llegado a un acuerdo para hacer presidenta de la Junta de Extremadura a la popular María Guardiola, según ha adelantado a primera hora de esta viernes Vox en un comunicado conjunto con el sello también del PP. La formación de Santiago Abascal ostentará la consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural, que asumirá las competencias de infraestructuras rurales, control de incendios, patrimonio natural, caza, pesca y toros. La consejería de Agricultura seguirá en ma...
Vox se ha impuesto y, finalmente, entrará en el Gobierno de Extremadura con el PP. Los populares y la formación de extrema derecha han llegado a un acuerdo para hacer presidenta de la Junta de Extremadura a la popular María Guardiola, según ha adelantado a primera hora de esta viernes Vox en un comunicado conjunto con el sello también del PP. La formación de Santiago Abascal ostentará la consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural, que asumirá las competencias de infraestructuras rurales, control de incendios, patrimonio natural, caza, pesca y toros. La consejería de Agricultura seguirá en manos del PP.
No habrá, según ha asegurado Guardiola en una rueda de prensa en la Asamblea de Extremadura, cargos intermedios ni direcciones generales de Vox en el resto de consejerías. El acuerdo se produce tras 15 días de reiteraras declaraciones de Guardiola rechazando la posibilidad de gobernar la región con Vox. Además de la entrada en el Ejecutivo regional, el acuerdo incluye 60 medidas programáticas y la cesión al partido ultra de un senador autonómico que correspondía al PP según los resultados del 28 de mayo.
“Mi palabra no es tan importante como el futuro de los extremeños”, se ha excusado Guardiola, a preguntas de los medios. “Ahora, supongo, habrá mucha gente decepcionada. Lo entiendo y lo asumo”, ha añadido, visiblemente incómoda. “Mis principios permanecen intactos. Pero me gustaría pedir que se me juzgue como presidenta de la Junta de Extremadura. No he mentido nunca. Mis principios son los mismos. Yo no asumo los postulados de Vox y Vox no asume los del PP. Esas palabras [en referencia a las críticas a Vox de la semana pasada] fueron fruto de un enfado importante. De una frustración por un momento concreto”.
El giro de Guardiola es de 180 grados respecto a sus declaraciones del pasado día 20, cuando sentenció: “Yo no voy a regalar consejerías. [...] Iremos a elecciones, si hay que ir. [...] Yo no puedo dejar entrar en mi Gobierno a aquellos que niegan la violencia machista, a quienes usan el trazo gordo, a quienes están deshumanizando a los inmigrantes, y a quienes despliegan una lona y tiran a una papelera la bandera LGTBI [...] He hecho todo lo que estaba en mi mano. Mi promesa y mi tierra no son moneda de cambio de nada. Muchas gracias”. Ningún miembro del PP, ni autonómico ni nacional, se había mostrado con tanta fiereza contra Vox hasta la fecha. Aquella rueda de prensa comenzó así:
―¿En ningún caso Vox entraría en un Gobierno de María Guardiola?
―No. No se pueden utilizar las instituciones para ideologizar.
Además de la entrada en el Ejecutivo regional, el acuerdo incluye 60 medidas programáticas centradas, según el comunicado, en revertir “las consecuencias de la inercia política del PSOE en los últimos años”, así como “en combatir el paro, la pobreza, la falta de oportunidades y la despoblación”. El coste de estas medidas deberá reflejarse en los presupuestos de la comunidad de cada año.
“Todo está prácticamente cerrado desde el miércoles”, cuenta un alto cargo del PP en Extremadura. “Faltaban unos flecos y lo cerramos el jueves”.
El acuerdo se ha producido pocos días antes de que, el próximo día 5, el todavía presidente en funciones, el socialista Guillermo Fernández Vara, tuviera previsto presentarse a una investidura en la Asamblea extremeña, que se daba de antemano por fracasada, ante la incapacidad del PP y Vox para llegar a un acuerdo. La presidenta de la Asamblea, la socialista Blanca Martín, deberá decidir ahora si cambia la fecha del pleno y propone como candidata a la propia Guardiola. Por ahora, fuentes de la Asamblea remarcan que “la única información” de la que disponen “es la firma del pacto” entre los dos partidos de la derecha. El presidente en funciones sí que ha emitido un mensaje a través de su perfil de Twitter: “Nuestra propuesta de investidura ha surtido efecto”, ha dicho Vara. “Lo imposible se ha hecho posible. Debería haber nueva ronda de contactos en mi opinión. De ahí saldría la suspensión de la investidura y la convocatoria de otra. Si tan sencillo era, ¿a qué tanto ridículo televisado?”. El presidente Pedro Sánchez ha hablado también desde Bruselas, donde ha dado el pistoletazo a la presidencia rotatoria de seis meses de España en la UE: “Lo que ha pasado en Extremadura es algo que sabíamos que iba a ocurrir: allí donde el PP pueda gobernar con Vox porque le den los números, lo hará. Y a la vista del acuerdo, sabemos que ese territorio va a retroceder y, como consecuencia, España va a retroceder”.
El acuerdo de 60 puntos de Gobierno entre PP y Vox
El acuerdo de populares y extrema derecha en Extremadura se divide en ocho puntos: Economía, Mundo Rural, Educación, Cultura, Sanidad, Políticas Sociales, Libertad y Desarrollo Económico y Seguridad. Consta de 60 medidas y siete páginas. A pesar de que el portavoz de campaña del PP, Borja Sémper, había asegurado esta mañana que en el pacto “se habla expresamente de violencia machista”, no es así. El acuerdo, muy similar al pacto balear de PP y Vox, dice: “Defenderemos los derechos de las familias. Trabajaremos para erradicar de nuestra comunidad los discursos machistas, ya sean en el ámbito civil o religioso, que promuevan o justifiquen la violencia contra la mujer”. El concepto de violencia intrafamiliar no se nombra en el documento.
También, entre otras cuestiones, anuncian la derogación de la ley de Memoria histórica regional de 2018, asó como la “revisión de las prohibiciones y limitaciones de la Red Natura para compatibilizar la conservación con el desarrollo de las zonas rurales”. Aunque efectivamente es Europa la que está tras este sistema, las comunidades autónomas son las encargadas de elaborar los planes de gestión de estos espacios, y lo que se perfila si se cumple el pacto de la derecha en Extremadura es una relajación de las normas de protección de las zonas de más valor.
El último movimiento de Guardiola y el aval de Feijóo
Abascal se ha mantenido firme en su exigencia de entrar en el Gobierno, pero ha ido rebajando el listón hasta conformarse con una única consejería que agrupa las competencias relacionadas con el mundo rural. Esta es una consejería clave para Vox, que se ha volcado en ganarse el voto del campo, especialmente en los sectores de la caza y la ganadería. El pacto se ha hecho público un día después de que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, urgiera desde Bruselas a Guardiola a ponerse de acuerdo con el partido ultra. “En Extremadura tenemos que buscar un gobierno de cambio porque la mayoría de los ciudadanos han votado por un gobierno de cambio”, dijo Feijóo este jueves. “Ese gobierno de cambio es bueno que se haga rápido por una razón, porque podemos volver a elecciones. Y eso creo que es malo para Extremadura”, añadió. Sin embargo, siete días antes, el presidente popular avaló la estrategia de Guardiola de negar la entrada a Vox en el Ejecutivo extremeño. “Es desproporcionado que con cinco diputados quieran el control de la mesa y consejerías”, dijo. ¿Por qué sí avaló en un primer momento el acuerdo de Valencia y no el de Extremadura?
“El PP es un partido transversal que aplica las matemáticas de Estado”, dijo también el coordinador de los populares, Elías Bendodo. El propio Feijóo puso precio a los principios para señalar por qué Carlos Mazón sí había llegado a un acuerdo con la extrema derecha y María Guardiola no. En la Comunidad Valenciana, explicó, Vox había obtenido el 12% de los votos y en Extremadura, el 8%. Estas divisiones y cambios de argumentario generaron una división interna en el PP, tal y como desveló EL PAÍS el pasado 23 de junio.
En algunos foros y chats que comparten diputados, senadores, cargos orgánicos y dirigentes territoriales inquieta la mala gestión de esta crisis. Entre los mensajes había una parte que insistía en censurar el comportamiento de Guardiola, mientras otro grupo de dirigentes deslizaba críticas más indirectas a Feijóo y su estilo de liderazgo. “Esto no se ha gestionado bien y el error no es no pactar con Vox, sino que Guardiola ha ido muy lejos en sus declaraciones, sin que nadie la frenara, y ha volado así toda posibilidad de acuerdo futuro allí con Vox”, opinaba un dirigente nacional del PP con conocimiento directo de la situación en Extremadura.