Cataluña ante una eventual repetición electoral: el 93,9% de los electores sin intención de cambiar el voto
Una encuesta del CIS concede a Junts y al PSC el mayor margen de crecimiento si son capaces de convencer a los abstencionistas
La política en Cataluña discurre a base de sobresaltos y complica afinar un vaticinio que cuadre con lo que, luego, la realidad pueda deparar. Acertar qué panorama podrían dejar unas nuevas elecciones catalanas es un asunto que lleva de cabeza a los analistas de los partidos políticos desde que el presidente del Parlament, Josep Rull, activó la cuenta atrás para encontrar un candidato para ser investido jefe del Govern y avisó que, si nadie logra los apoyos antes del 26 de agosto, los catalanes tendrán que volver a las urnas el 13 de octubre. Una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), publicada este martes, indica que la posible repetición electoral tendría una escasa capacidad para cambiar el actual mapa parlamentario. “Ahora que se conocen los resultados de las elecciones, ¿habría votado al mismo partido que votó o habría votado a otro partido?”, pregunta la encuesta. El resultado arroja que un 93,9% de aquellos que fueron a votar el 12 de mayo repetirían la misma papeleta.
Pese a que el sondeo no pregunta expresamente por la repetición electoral, sí recoge una conformidad casi unánime de los votantes con la elección que hicieron en los comicios de primavera. Caso parecido sucede con la abstención, que fue notablemente elevada el 12 de mayo. En concreto, la participación se quedó frenada en el 57,94%, el cuarto dato más bajo en unas elecciones catalanas. La encuesta del CIS subraya que, ahora que se conocen los resultados de las elecciones, un 88,9% de los que optaron por no ir al colegio electoral seguirían absteniéndose.
El escrutinio del 12 de mayo dejó al PSC en primer lugar, con 42 escaños, pero lejos del resultado que concede la mayoría en el Parlament, 68 diputados. Junts se quedó con 35 escaños. Tanto Salvador Illa, líder de los socialistas catalanes, como Carles Puigdemont, candidato de JxCat, mantienen que conservan todas las opciones para ser investidos president de la Generalitat. Esquerra tiene la llave para resolver la pugna. Un tripartito del PSC, ERC y los comunes es la única combinación que permite alcanzar la mayoría de 68 votos. Puigdemont sostiene que la decisión más “coherente” para los republicanos es hacer lo posible para bloquear la presidencia de Illa y configurar un frente independentista, Junts, ERC y la CUP, capaz de alumbrar un Govern “de obediencia netamente catalana” . La suma de estas tres fuerzas se queda en 59 escaños, pero Puigdemont argumenta que, si consigue el acuerdo, el PSC no tendrá más remedio que abstenerse para facilitarle a él ser presidente y evitar la repetición electoral.
En público, todos los partidos sostienen que volver a las urnas no es un plato de buen comer. Sin embargo, Junts admite que unas elecciones en otoño podrían servirle para darle la puntilla al rival doméstico, esto es, Esquerra. Los republicanos están en pleno proceso para elegir a una nueva cúpula y viven afectados por una agria tensión, donde incluso se ha descubierto una campaña interna para difamar a Ernest Maragall a costa de usar la enfermedad de Alzheimer que sufre su hermano Pasqual. Además, unas elecciones en octubre le darían margen a Puigdemont para realizar una campaña presencial en Cataluña, si para entonces ya ha quedado definitivamente resuelta la aplicación de la ley de amnistía. El PSC también da muestras públicas de incomodidad cuando se alude a la repetición electoral, pero Illa dice estar preparado para lo que convenga, menos para cederle el paso a Puigdemont: “Pacto progresista o repetición electoral”, manifestó la semana pasada en el Parlament. “Especular con nuevas elecciones es no tomarse el país en serio”, ha reprochado públicamente ERC, a través de Josep Maria Jové, presidente del grupo parlamentario.
La encuesta del CIS aporta datos para pensar que no todos sienten la misma pereza ante unas nuevas elecciones. La encuesta hace el sesgo por partidos y pregunta a personas que se abstuvieron el 12 de mayo si, una vez han conocido los resultados de las elecciones catalanas, se replantearían ir a votar. Junts es, de largo, el partido que tiene más margen de crecimiento. Un 43,9% de abstencionistas que se declaran cercanos a Junts manifiestan que habrían ido a votar si, antes del 12-M, hubieran sabido que el escrutinio depararía un resultado como el que ha quedado en el Parlament. El PSC también tiene margen de crecimiento: un 18,7% de abstencionistas con inclinaciones socialistas afirman que, de haberlo sabido, habrían ido a votar. El margen para crecer a costa de recortar abstención es menor en ERC: un 15,9%.
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