Vox se estrella de nuevo en Galicia y no logra entrar en su Parlamento
Abascal reconoce el mal resultado de su partido pero culpa a Feijóo del “avance inexorable del separatismo” en su comunidad
Vox se ha vuelto a estrellar en Galicia, que se le sigue resistiendo como feudo inexpugnable del PP. El partido ultra ha fracasado por segunda vez este domingo (ya le sucedió en 2020) en su intento por entrar en el Parlamento de Santiago de Compostela, el único donde no tiene representación.
En una declaración sin preguntas en la sede de Vox en Madrid, su líder, Santiago Abascal, ha reconocido esta noche que su partido no ha obtenido “un buen resultado” en las elecciones gallegas, a pesar de que, según ha subrayado, “ha avanzado en votos y porcentaje” respecto a los comicios de hace cuatro años (ha pasado del 2,04 al 2,19% de los sufragios, lejos del listón mínimo del 5%) y, sobre todo, “ha superado a Sumar y Podemos juntos”. Además, se ha quejado de que, debido a la ley electoral, Democracia Orensana haya entrado en el Parlamento gallego, pese a obtener la mitad de sufragios que su formación.
Sus mayores ataques, no obstante, los ha dirigido contra el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Pese a que la derecha ha revalidado su mayoría absoluta en Galicia, el líder de Vox ha asegurado que el resultado de las urnas “tampoco ha sido bueno para España”, ya que “ha perdido el separatismo y su cómplice socialista, pero no mucho”. En su opinión, Galicia “vive una agonía” ante el “avance inexorable del bloque separatista” y la culpa de esa deriva la tiene “la estafa política” que, según sus palabras, representa el PP.
Cuando, a primera hora de la tarde, la formación ultra anunció que su líder nacional no acudiría a Galicia a seguir la noche electoral, quedó claro que no confiaba en dar la vuelta a las encuestas que le vaticinaban un fiasco. Fuentes de Vox alegaron que Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo tampoco lo harían, pero había una diferencia: desde 2019 Abascal había acudido a seguir el recuento en todas las autonomías que celebraron elecciones en solitario (Cataluña, en 2021; Castilla y León y Andalucía en 2022) y Galicia ha sido la excepción. Además, su rostro aparecía en todos los carteles electorales de Vox junto al del candidato a la Xunta, Alfredo Díaz-Mella, que le cedió el protagonismo en todos los actos.
Ante la ausencia de Abascal y el mal resultado electoral, solo un puñado de militantes del partido se ha acercado al hotel donde Vox instaló su cuartel general en la capital gallega, a menos de 100 metros del elegido por los populares para celebrar su triunfo. Flanqueado por los candidatos ultras en todas las provincias y recibido entre aplausos, su secretario general, Ignacio Garriga, ha intentado levantarles el ánimo.
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