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El reparto de los carteros de la documentación electoral: “Al haber hecho obligatorio el DNI, me fío más del sistema”

Correos ha recibido 2,6 millones de solicitudes de voto y afirma que el viernes se alcanzaron 1,9 millones de entregas de documentación a los ciudadanos

La cartera Ángeles Nava le entrega la documentación del voto por correo a Carlos González, en el barrio de La Latina de Madrid. Foto: CLAUDIO ÁLVAREZ | Vídeo: EPV
Nora G. Fornés

Ángeles Nava, de 52 años, baja por la empinada calle de la Esperanza, en el madrileño barrio de Lavapiés, a la una del mediodía. Empuja su carrito de Correos por la sombra hasta llegar al número del portal indicado. En ese edificio no hay ascensor y la cartera tiene que dejar su carrito en el rellano. Sube las escaleras sin que la detenga ni el estruendo de las obras que se hacen en la finca. Llama a la puerta del segundo piso y le abre Carlos González, un ingeniero de telecomunicaciones de 39 años. “Aquí está el voto por correo”, le dice ella tendiéndole un sobre con la documentación necesaria, mientras él busca su DNI.

Esta es una de las 30 entregas por el barrio que Nava ha realizado el viernes, desde las nueve de la mañana, cuando empieza su turno de reparto, aunque apostilla que “los viernes son mal día, porque mucha gente no está en su casa”. González forma parte de los 2,6 millones de personas que hasta el jueves solicitaron el voto por correo. Admite que le preocuparon las noticias de fraude electoral de las pasadas autonómicas y municipales, pero que la obligatoriedad de presentar el DNI tanto al recibir la documentación para votar como al entregar el sobre con las papeletas le disipa cualquier duda. “Lo que pasó en mayo en Melilla me generaba un poco de desconfianza. Por ejemplo, mi cuñado llevó el voto de mi hermana a Correos y no le pidieron nada. Pero ahora me he sentido seguro y me sentiré así cuando vaya a la oficina y me pidan el documento de identidad”, dice este ingeniero.

Sin embargo, Nava le replica que nunca ha hecho entrega de la documentación del voto sin la persona presente. “Aunque me supliquen o me digan que es un familiar, no les doy el sobre, a no ser que estén autorizados con poder notarial por la persona interesada”, le explica a González. La cartera lleva 20 años en la compañía pública, y como su superior de la oficina de Correos de La Latina donde trabaja, Óscar Nieto, hace caso omiso de las insinuaciones y acusaciones que Alberto Núñez Feijóo ha emitido esta semana sobre la gestión del voto por correo.

Ángeles Nava, cartera, reparte la documentación de voto por correo en el barrio de Lavapiés de Madrid.
Ángeles Nava, cartera, reparte la documentación de voto por correo en el barrio de Lavapiés de Madrid.Claudio Álvarez

De hecho, el líder del Partido Popular reavivó el viernes por la mañana la polémica, al afirmar, en una entrevista radiofónica en Onda Cero, que la dirección de la compañía pública no había estado a la altura de las circunstancias. “Si tenemos, a escasos días de que el plazo finalice, más de un millón de personas que han solicitado el voto y no lo tienen, estamos ante un supuesto gravísimo. Y mi obligación como demócrata es ponerlo encima de la mesa”, ha alertado. Por el contrario, Correos ha asegurado en un comunicado que “se están poniendo todos los recursos tecnológicos, logísticos y humanos al servicio del proceso”, y estima que el viernes se han alcanzado 1,9 millones de entregas de la documentación para votar.

Nieto, que lleva cuatro meses en el puesto de director de la oficina de La Latina, pero más de una veintena de años en el oficio, contrasta las declaraciones de Feijóo: “Garantizamos que todos los sobres con la documentación llegarán a tiempo. Lo sé, porque yo soy el responsable en agilizar este proceso en mi zona y estoy reorganizándolo y cuadrándolo todo para que los carteros, como Ángeles, tengan una carga de trabajo similar y eficiente, y que lleguen a tiempo”. Además, recuerda Nieto, existe la posibilidad de cambiar la dirección señalada en la solicitud inicial a la que se quiere remitir la documentación.

Para facilitar el voto, Correos ha ampliado el horario de todas sus oficinas de las ciudades de Madrid y Barcelona hasta el 20 de julio, fecha límite para depositarlo. Entre semana abrirán hasta las 22.00, el sábado de 9.00 a 21.00 y el domingo desde las 9.00 a las 14.00. Nieto también subraya la transparencia de la compañía pública en todo este proceso: “El voto por correo está absolutamente blindado y no tiene posibilidad de error. Puede ser que haya gente que se quede sin votar, pero será por no haber respetado los plazos de solicitud o entrega del voto, no por desliz de Correos. Me encantaría que pudieras ver mi oficina... ¡Está limpísima! No hay trabajo acumulado”.

Ángeles Nava y Fedra Barroso, el viernes delante del Hotel Freedom, cerca de la plaza de Tirso de Molina, en Madrid.
Ángeles Nava y Fedra Barroso, el viernes delante del Hotel Freedom, cerca de la plaza de Tirso de Molina, en Madrid.Claudio Álvarez

Tras dejar el domicilio del ingeniero, Ángeles Nava retoma su equipamiento y se dirige, bajo un sol que lleva la temperatura hasta los 31 grados, hacia un hotel cerca de la plaza de Tirso de Molina, donde entregará el último sobre de su jornada. “Llevamos gestionando el voto por correo toda la vida y estamos acostumbrados. Claro que los últimos días notamos un aumento del ritmo, pero nos adaptamos y organizamos para que todo llegue a tiempo”, asegura ella, sin aminorar el paso. Cerca del mercado de Antón Martín la saluda un trabajador de la pescadería. “¿Qué? ¿Hoy ya no te graban? Te vas a hacer famosa ahora”, le dice, riendo. Se refiere a que el día anterior otros medios de comunicación la acompañaron en su reparto diario.

Delante del hotel la espera Fedra Barroso, de 62 años, que ha bajado a recibir su documentación. Esta extremeña está pasando una temporada en Madrid, por lo que solicitó el voto en esta modalidad. Cuenta que no es la primera vez que ejerce su derecho al voto por correo: “Ya lo tuve que pedir para las autonómicas y las municipales, porque me fui con mi hermana al Rocío y no estaba en casa. A mí, bien hecho, me da confianza. Eso que dicen que la gente está votando fraudulentamente, no sé cómo pueden hacerlo, porque yo voy con mi carnet de identidad y voto lo que quiero. Me encuentro muy segura”.

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Sobre la firma

Nora G. Fornés
Redactora de la sección de Cultura y Televisión desde septiembre de 2022. Licenciada en Filología inglesa por la Universidad Sorbona y máster de enseñanza por la INSPE de París. Antes de incorporarse a EL PAÍS, trabajó como profesora de secundaria de inglés. Cursó el máster de Periodismo UAM-EL PAÍS en la promoción 2021-2023.

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