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Julieta Serrano, según Pedro Almodóvar

La actriz repasa su trayectoria con el director durante un homenaje en la Academia de Cine

Julieta Serrano en 'Entre tinieblas'
Julieta Serrano en 'Entre tinieblas'

La convirtió en una monja adicta a todo tipo de sustancias en Entre tinieblas, en una señora que frecuentaba la López Ibor en Mujeres al borde de un ataque de nervios y en un trasunto de su propia madre en Dolor y gloria. Son tres de los seis personajes para los que Pedro Almodóvar pensó en Julieta Serrano, actriz esencial en su filmografía. El jueves por la noche volvieron a encontrarse en la Academia de Cine, en un homenaje a la ganadora del Goya a la mejor actriz de reparto por su trabajo junto al director de La voz humana, que sigue en los cines.

Primer encuentro. “Acababa de llegar a Madrid y te ví en Las criadas de Genet, en el icónico montaje de Víctor García contigo y con Núria Espert. Me impresionó muchísimo todo. Es increíble lo certera que era tu interpretación de Solange”, evocaba Pedro Almodóvar. Esa fue la primera vez que vio a Julieta Serrano sobre un escenario. Le gustó tanto que recortó fotos suyas de una revista y las incluyó en una película que hizo en súper 8. Lo recordaba conversando con la actriz tras la proyección de Entre tinieblas, que hicieron juntos hace 37 años. Su primer encuentro profesional fue antes, en el teatro. “Poca gente sabe que trabajamos como actrices los dos en una versión sofocante, en todos los sentidos, de La casa de Bernarda Alba”, señalaba el manchego. Él interpretaba a una de las vecinas, ella a Martirio. “Entonces nos hicimos amigos. Creo que nunca me he reído tanto como en esa gira contigo”, rememoraba la catalana, que vive en Madrid desde 1957.

Madre superiora. Pedro Almodóvar llamó a Julieta Serrano para su primer largometraje, Pepi, Luci, Bom… y otras chicas del montón. Tenía un pequeño personaje, pero ahí estaba. Después llegó Entre tinieblas, que la actriz eligió para su homenaje en la Academia de Cine dentro del ciclo Maestras. No tardó nada en decidirlo. La madre superiora de la congregación de las Redentoras Humilladas es uno de sus personajes preferidos. “Dentro de poco este pabellón estará lleno de asesinas, drogadictas y prostitutas, como en otra época”, deseaba la mujer a la que interpretaba. “Dios la oiga”, secundaba Sor Rata de Callejón, a la que daba vida Chus Lampreave. No hay droga que no consumiera esa monja capaz de todo por seguir con su misión en el convento. “Vi anoche la película en casa y pensé que fuiste muy valiente al hacerla”, elogiaba su autor. Asentían en sus butacas el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, el presidente de la Academia, Mariano Barroso, el productor Agustín Almodóvar, las actrices Marisa Paredes, Susi Sánchez y Ana Belén, la montadora Teresa Font o la directora de casting Sara Bilbatúa.

Julieta Serrano en 'Mujeres al borde de un ataque de nervios'
Julieta Serrano en 'Mujeres al borde de un ataque de nervios'El deseo

Toda una vida. A sus 87 años, 88 el próximo 21 de enero, Julieta Serrano quiere seguir trabajando. “Empecé a hacer teatro porque mis abuelos eran actores. Tenían una compañía de zarzuela. Mi padre creo que fue un actor frustrado porque sus padres le dijeron que ser actor era muy duro”, recordaba la actriz distinguida con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. A los 14 años entró en una compañía de teatro aficionado. “Actuar era una pasión, pero me parecía imposible vivir de aquello. Me ganaba la vida dibujando”. Trabajaba en un taller de esmaltes. Cuando podía, se subía a un escenario. En el Teatro Romea de Barcelona conoció a Núria Espert, una de sus mejores amigas desde entonces. “Nos encontramos en el mismo camerino. Éramos tan jóvenes e inocentes.... Yo tenía 18 años, ella 16”. Lo suyo era el teatro, aunque tenía muy buena habilidad con el dibujo. “Me lié la manta a la cabeza y dejé el taller cuando María Luisa Ponte me dijo ¿Y tú, niña, por qué no vives de esto?”

Julieta Serrano en 'Dolor y gloria'
Julieta Serrano en 'Dolor y gloria'El deseo

Deseado reencuentro. “Julieta es una mujer muy inteligente. En Entre tinieblas recuerdo cómo hablaba muy a fondo del personaje, me impresionaba mucho su conciencia de lo que estaba haciendo y su técnica maravillosa, que no parecía técnica. Eso lo volví a encontrar en Dolor y gloria”, alabó Pedro Almodóvar. Desde su última colaboración juntos, en Átame, a Dolor y gloria habían pasado 27 años. Al reencontrarse, al director le gustó tanto su trabajo que improvisó en el rodaje dos nuevas secuencias para ella. Y la actriz agradeció su primer Goya. Antes de despedirse en la Academia de Cine, recibió públicamente una nueva propuesta.

-Tenemos mucho camino todavía por delante, tú como actriz y yo como director. ¿Hay algo que te gustaría hacer? Me comprometo a hacerlo.

-No sé, no he pensado en ello. A mi edad aprecio todo lo que me llega porque pienso que no me va a llegar nada. Lo pensaré.

-Piénsalo y me pongo con ello de inmediato.

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