La contaminación por dióxido de nitrógeno se dispara en la capital: vuelve la boina a Madrid
Activado el protocolo de anticontaminación, por el que se pide usar el transporte público y se limita a la velocidad en M-30 y accesos a M-40 a 70 km/h. La EMT será gratis lunes, martes y miércoles
Como ocurre cada invierno cuando la situación es anticiclónica, la boina de contaminación ha vuelto a Madrid. El pasado jueves comenzaron a dispararse los niveles de dióxido de nitrógeno y, desde las seis de la mañana de este domingo, se encuentra activo el escenario 1 del protocolo anticontaminación del Ayuntamiento, tras superarse el sábado en dos estaciones de medición de la calidad del aire los 180 microgramos por metro cúbico de NO2 durante dos horas consecutivas. Con el escenario 1 del protocolo, la velocidad de circulación en la M-30 y en las vías de acceso en el interior de la M-40 en ambos sentidos queda limitada a 70 kilómetros por hora desde las seis de la mañana y se recomienda dejar el coche en casa y usar el transporte público.
La recomendación de no circular en coche es doble, ya que gran parte de la capital y de la Comunidad de Madrid siguen bajo un manto de nieve y, lo que es más peligro, de hielo. El Gobierno regional ha recordado este domingo que hay que limitar el uso del vehículo particular porque se “puede encontrar aún dificultades de movimiento por determinadas calles de las ciudades y pueblos y, sobre todo, a la hora de estacionarlo en los aparcamientos públicos”. Además, recuerda Emergencias, el uso del transporte público facilitará la limpieza de las calzadas por parte de los servicios municipales.
El problema es que a causa de las nevadas solo funcionan 96 de las 211 líneas de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) este domingo, aunque se espera que se reabran más mañana. Para desincentivar el uso del vehículo privado y facilitar las tareas de limpieza de nieve y hielo en las calles, el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha anunciado esta mañana que durante los próximos tres días a partir del lunes será gratuito el uso de la EMT. La medida no afecta al Metro.
El Ayuntamiento explica que la previsión de ventilación para este domingo y las próximas horas “es desfavorable”, por lo que ha anunciado que mantendrá activado mañana, lunes, el escenario 1. El límite se rebasó a las 23.00 del sábado, cuando se superaron los valores máximos establecidos en las estaciones de Ramón y Cajal y plaza de Castilla, donde ya se había superado antes y también en Cuatro Caminos y en el barrio del Pilar. Almeida no descarta que a lo largo de este domingo puedan elevarse las restricciones y que el lunes no puedan circular los vehículos sin etiqueta.
¿Por qué se crea la boina? A la borrasca Filomena, que se marchó hacia el Mediterráneo occidental el domingo pasado dejando en Madrid la peor nevada en 144 años, la sustituyó un anticiclón que se ha ido aproximando desde el Atlántico y que ese fin de semana se encuentra ya centrado en la Península, explica Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Desde el pasado lunes, el anticiclón despejó los cielos al tiempo que estabilizó la atmósfera. La combinación de cielos despejados, viento en calma, la acumulación de la ingente cantidad de nieve en superficie y la masa de aire frío preexistente ha dado lugar a la ola de frío extremo que afecta a la Península, pero también a la boina.
En zonas medias y altas de la atmósfera, detalla el portavoz, la masa de aire frío instalada en la Península desde el 1 de enero se va sustituyendo por otra de aire más cálido, que templa las zonas más altas y deja el aire frío en las zonas bajas, lo que provoca una especie de “tapadera atmosférica” que dificulta la dispersión de los contaminantes.
Es fenómeno, por el cual hace más frío en los valles que en las cumbres, se conoce como inversión térmica. El aire frío, más las partículas contaminantes que contiene, se queda acumulado en las zonas más bajas. “Y como la atmósfera está estable, hay poca mezcla y los contaminantes se quedan confinados cerca de los focos de emisión, es decir, en las grandes ciudades y en las zonas industriales.
La boina no va a durar mucho, porque los dos factores que, desde la meteorología, pueden acabar con ella son el viento y la lluvia y van a llegar la semana que viene. El lunes continuará la situación y subirán de forma gradual las temperaturas mínimas, pero se mantienen las heladas en buena parte del interior, sobre todo en las mesetas y los páramos del sistema Ibérico. El martes se atisban cambios por el noroeste: las altas presiones se irán retirando hacia el este, lo que permitirá la llegada de frentes y borrascas atlánticas con vientos del oeste húmedos y templados. Lloverá en Galicia, el Cantábrico, noroeste de Castilla y León y torno del sistema Central. El miércoles las precipitaciones se extenderán a buena parte de la mitad oeste de la Península y Pirineos y parece que serán abundantes, por lo que la lluvia contribuirá a fundir la nieve que todavía quede en Madrid y en el resto de la zona centro.
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