Detenidos los superhéroes de la imitación de Cobo Calleja

“Los dueños están en una reunión y después tienen otra. Y sobre eso que dices, en caso de que sea cierto, no van a hacer ningún comentario. No suelen atender a nadie sin cita previa, así de repente”, responde una empleada de Partilandia al teléfono. Los propietarios de esta empresa de disfraces de Madrid acaban de ser detenidos, tras la inspección de los más de 5.000 metros cuadrados de su almacén de Humanes y su establecimiento de Fuenlabrada. En sus estanterías, había más de 10.000 productos falsificados. No trataban de emular los diseños de Dior o Armani, sino las mallas, las capas y los antifaces de superhéroes como Batman.

Pero Batman no admite imitaciones, ni siquiera por carnaval o Halloween. La policía ha detenido a esta pareja de ciudadanos chinos acusados de un delito contra la propiedad industrial. Las réplicas de trajes de Wonder Woman, Superman y Cruella de Vil, entre otros superhéroes (y supervillanos), eran “muy similares y confundibles con los originales”, según los agentes que llevaron a cabo la inspección. La policía calcula las pérdidas del fabricante original en más de 200.000 euros.

La empresa se fundó en 2010 y en estos años ha tenido varios problemas por el mismo motivo. Los dueños son una pareja de ciudadanos chinos que emigró a España hace casi dos décadas. Él, que tiene 41 años, se dedica a las finanzas de la compañía y ella, de 39 años, está más especializada en la parte del diseño. La empresa incluso cuenta con un equipo de creación de disfraces propio y la mayoría de su docena de empleados son españoles. Aparte del almacén de Humanes, la empresa cuenta con otro local en Fuenlabrada, en concreto en el polígono de Cobo Calleja, sede de numerosas firmas chinas. Se dedican fundamentalmente a la venta al por mayor. Los dos fueron puestos en libertad tras su detención.

El hombre acarrea otros cuatro arrestos por falsificar productos. En 2017, la policía requisó en este mismo almacén 54.687 prendas, tras la denuncia de otra empresa de la zona, propiedad de unos compatriotas, Cobo Regalo. En esta ocasión, también ha sido la alerta de la firma original de los disfraces, una “conocida compañía”, según la policía, la que puso sobre aviso a los agentes a finales del año pasado. La empresa denunció que “la comercialización de estas imitaciones provoca un importante perjuicio económico, así como un gran desprestigio”. Los agentes han puesto a disposición de la autoridad judicial 19 palés repletos de trajes de superhéroes.

En el almacén en el que se ha intervenido la mercancía, en un polígono en Humanes, otra trabajadora explica de forma muy educada que los propietarios no suelen ir mucho y que no tienen nada que decir. De fondo, unos obreros realizan obras en una de las estancias en la entrada del edificio. En la puerta de la oficina, bajo el colorido letrero del logo de la empresa, un cartel sobre el interfono reza: “Mira a la cámara para que podamos ver su carita sonriente”. La anodina infraestructura se confunde entre decenas de sedes de empresas de la zona y se encuentra en una de las calles interiores del polígono. En el Registro Mercantil solo aparece un accionista como propietario de la firma de disfraces.

Cobo Calleja es protagonista cada poco tiempo por las operaciones contra la falsificación de productos. Hace ocho meses se intervinieron 13.000 artículos de telefonía ilegales por valor de 160.000 euros. En Navidad, los agentes requisaron más de 1,3 millones de juguetes y 2,7 millones de productos sanitarios falsificados. Cobo Calleja también ha sido escenario de numerosas operaciones policiales contra la venta de mascarillas, geles hidroalcohólicos o incluso pruebas de antígenos que no cumplían con la normativa desde que comenzó la pandemia.

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