Ayuso asciende a la vicepresidencia a su consejero de Educación en pleno pulso con Sánchez

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha ascendido al puesto de vicepresidente a Enrique Ossorio, hasta ahora portavoz de su gobierno y consejero de Educación, Universidades y Ciencia. El nombramiento, que cubre un cargo vacante desde que el PP rompió con Cs, la pasada legislatura, y lo perdió Ignacio Aguado, refuerza a un político capital en el PP de la líder conservadora. Ossorio ha coordinado los dos programas electorales con los que Ayuso ha acudido a las elecciones, tarea que tiene de nuevo encomendada de cara a los comicios de 2023. Ossorio ha sido la cara y la voz del Ejecutivo en sus tiempos más turbulentos; por ejemplo, tras el adelanto electoral que desembocó en el 4-M. Y Ossorio, que asume ahora la coordinación de la acción del gobierno, lidera la ofensiva de la Comunidad de Madrid contra el Gobierno central y la nueva ley educativa (LOMLOE).

“Quiero que además de coordinar el Gobierno, lo prepare para la nueva legislatura”, ha dicho este miércoles Ayuso durante una rueda de prensa en la Real Casa de Correos, sede del Ejecutivo regional. “Nuestro objetivo es decidir qué Madrid queremos dentro de 10 o 15 años, algo que no se decide de un día para otro”, ha añadido. “Es fundamental no improvisar medidas”.

Tanto el nombramiento como ese razonamiento reflejan el proceso de fusión y simbiosis abierto entre el Gobierno autonómico y el PP de Madrid desde que Ayuso logró la presidencia del partido, a mediados de mayo. La línea que separa a las dos organizaciones serán cada vez más difusas según se acerquen las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023, más si cabe porque Ossorio tiene el encargo de orientar el tramo final de la legislatura hacia una suerte de precampaña llena de anuncios con carácter electoral que permitan a la presidenta llegar lanzada a la cita con las urnas.

El ascenso de Ossorio, además, es a costa de Enrique López, el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, que tenía hasta ahora las funciones de coordinación del Gobierno. El hasta ahora número dos de facto pierde esas competencias tras las turbulentas semanas de guerra civil que vivió el PP en febrero y marzo, cuando fue uno de los tres consejeros que no se significó a favor de Díaz Ayuso y en contra de Pablo Casado, que a su vez le había nombrado como vicesecretario de Justicia de la dirección nacional.

“Lo que queremos es reforzar el trabajo de la Comunidad, donde ningún consejero es apartado, todos mantienen las mismas competencias, confío en todos”, ha justificado Díaz Ayuso. “Creo que tenemos el Gobierno más estable de España”.

Ossorio (Badajoz, 62 años) es un clásico del PP de Madrid que ha desempeñado cargos de alto nivel con Esperanza Aguirre, Cristina Cifuentes y Ayuso. Con experiencia en las carteras de Economía, Hacienda y Educación, también ha sido portavoz parlamentario del partido en la Asamblea regional. Ahora llega el momento cumbre de una carrera marcada por la apuesta decidida en la implantación de alguna de las políticas clave de la formación conservadora: bajos impuestos y conciertos educativos.

“Agradezco esta muestra de confianza, fruto de una amistad que surgió en la Asamblea en 2015″, ha dicho Ossorio. “Llevo 40 años de funcionario y 26 de alto cargo, he estado en muchos sitios, pero donde he sentido más satisfacción por mi labor ha sido con Isabel Díaz Ayuso como presidenta y con estos compañeros”, ha añadido. “Haré lo que haga falta para no defraudar a la presidenta ni a mis compañeros”, ha seguido. Y ha subrayado: “El consejero Enrique López se queda exactamente con las mismas competencias que tenía hasta ahora”.

Ossorio está siendo una pieza clave en la confrontación constante de Madrid con el Gobierno central, un pulso que marca la carrera de Ayuso como una de las columnas de su estrategia de fondo. Madrid ha avanzado que estudia recurrir ante el Tribunal Constitucional la nueva ley de universidades, pese a que aún está en tramitación. También ha intentado neutralizar el contenido que no le gusta de los decretos de la ESO y Bachillerato. Ha invitado a los colegios a no usar los libros resultantes de la LOMLOE y a mantener los que han empleado en el curso 2022-2023. Ha retado al Ejecutivo al apostar por limitar el número de suspensos con el que se pasa de curso. Y también ha recurrido ante el Supremo el decreto de Bachillerato, con el objetivo de que sea suspendido cautelarmente y de que el curso arranque con los mismos libros que el año pasado. Ese recurso, ya admitido a trámite, tiene carácter excepcional: ninguna otra región gobernada por el PP (Andalucía, Galicia, Castilla y León y Murcia) lo ha planteado, pese a que Madrid ha contado con el aval de la dirección nacional del partido.

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