Con las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo a menos de 100 días, el PP de Isabel Díaz Ayuso ve con incomodidad que Vox haya activado una iniciativa para votar la derogación de la Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación de la Comunidad de Madrid en la Asamblea regional. La líder conservadora siempre se ha manifestado contraria a tumbar la norma, y favorable a reformarla. Pero el momento elegido por Vox para reactivar este debate, que ya llevó a la Cámara y perdió en 2021, es singular: busca arrinconar al PP justo antes de que los ciudadanos vayan a las urnas, puesto que este es un tema polarizador que le hará desencantar a un sector u otro del electorado según lo que elija. Por eso Ayuso está buscando una salida.

“Estamos trabajando en ello. Todas las posibilidades están en estudio”, reconoció una fuente popular con conocimiento de los planteamientos del partido.

“Yo he manifestado desde hace ya mucho tiempo que estoy en contra de cómo está redactada la ley trans en Madrid y también he manifestado hace mucho tiempo que estoy trabajando sobre ello, que estoy a favor de derogar los aspectos más perniciosos de esta ley”, resumió este jueves la propia Ayuso. “Luego nosotros daremos nuestros propios pasos y también manifestaremos la decisión que vaya a tomar el grupo parlamentario popular cuando se lleve este tema a pleno [en referencia a la iniciativa de Vox]”.

Hace tiempo que la presidenta regional encargó a Enrique López, consejero de Presidencia, Justicia e Interior, además de exmagistrado del Tribunal Constitucional, que analizara en profundidad tanto la conocida como ley trans como la ley de protección Integral contra la LGTBIfobia. Su misión era detectar déficits de redacción y también ver si era posible articular de otra forma las charlas de los colectivos LGTBI en los colegios, según una fuente popular conocedora de esos trabajos. En este punto, López, encargado de dotar de sentido jurídico a las políticas del gobierno, coincide con uno de los consejeros que inocula criterio ideológico al ejecutivo, Enrique Ossorio: en las dos normas, opinan, sobran proclamas y faltan hechos.

“Son leyes muy simbólicas, con muy poco carácter normativo, en las que mucho del articulado es ineficiente, y se trata de dotarlas de efectividad normativa, que sirvan para algo, no solo para establecer slogans”, resumen en el gobierno.

En 2021, el PP llegó a mandarle un documento a Vox con una primera propuesta de reforma de López que incluía eliminar los artículos que recogen ambas leyes sobre la inversión de la carga de la prueba (obligan al acusado de discriminar a aportar una justificación de lo ocurrido con “hechos o indicios razonables, fundamentados o probados”) así como mejoras técnicas y de redacción. El documento, sin embargo, fue rechazado de plano por la extrema derecha, que no cede en su propuesta de máximos, que es la derogación.

Vox gana terreno al PP

¿La razón? Vox ha ido ganándole terreno al PP a lo largo de la legislatura, y ahora busca un trofeo de caza mayor de cara a las elecciones. Primero, Ayuso anunció que se negaba a derogar las dos leyes. Luego se abrió a modificarlas. Más tarde se comprometió con la extrema derecha a borrar la autodeterminación de género de las leyes de Madrid. Y en medio cedió ante Vox y asumió rebajar las leyes LGTBI autonómicas por la vía de eliminar la obligatoriedad de hacer estudios de impacto de género en materia urbanística, que recogen las normas de igualdad y contra la LGTBIfobia de la región.

En ese contexto, Rocío Monasterio, la líder regional de Vox, lanza ahora un órdago a la grande. “Hemos activado nuestra propuesta para derogar la ley trans de Madrid, la 2/2016, que permite la hormonación de niños a muy corta edad, que se quite la patria potestad a padres que opinen sobre la identidad de género de sus niños, que hombres se declaren trans y participen en categorías deportivas de mujeres, ser sancionado por oponerse a la ley, castiga a aquel médico que cuestione que un niño tiene que transaccionar”, explicó el martes en una rueda de prensa. “Es un tema muy serio”, siguió. “Espero que la señora Ayuso, esta vez, se atreva a derogarla (un año)”, añadió. “Si no, dicen una cosa y hacen la contraria. Tienen una gran oportunidad de derogarla y ser coherentes”.

Con las elecciones ya en el horizonte, el margen para cambios negociados en lo que queda de legislatura es estrecho. Pero el mensaje que lance la posición de cada partido ante la propuesta de Vox será potente de cara a los electores. Y por eso Vox presiona al PP.

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