La nueva hornada de médicos de primaria formados en Madrid ya mira otros destinos por la falta de incentivos del Gobierno de Ayuso
Retener a los 218 facultativos que terminan su formación en mayo ayudaría en parte a resolver la escasez de profesionales, pero muchos miran otras opciones más atractivas. El año pasado se fueron de la primaria 94 de los 220 MIR
Se acerca la primavera y se calienta el mercado de fichajes de médicos españoles. Empiezan a llover las ofertas por LinkedIn de reclutadores que trabajan para la sanidad pública de países como Francia, Alemania o Irlanda. También se suman a la caza la privada e incluso algunos países exóticos como Arabia Saudita o Emiratos Árabes Unidos. ¿Por qué ahora? Los 218 médicos internos residentes (MIR) del cuarto y último año en la especialidad de atención primaria en la comunidad completan su formación el 27 de mayo y ya están haciendo sus planes de carrera. A muchos no les convencen las condiciones de salario y saturación en Madrid, a pesar de que en principio permanecer pueda parecer lo más conveniente porque es donde tienen sus vidas. Así, en la promoción del año pasado, 94 de los 220 médicos de familia que completaron su formación eligieron otras opciones distintas a la primaria, el 43%, según las cifras de finales de octubre de la Consejería de Sanidad.
La incorporación de estos médicos podría contribuir a solucionar la escasez de profesionales reconocida por el Gobierno autonómico, y más teniendo en cuenta el conflicto en la sanidad madrileña, con más de tres meses de huelgas, pero la fuga va a continuar este año, según predicen los residentes. El jueves tuvieron una reunión con cargos de la Consejería de Sanidad que tachan de “frustrante”. Todos habían sido convocados una semana antes de manera urgente para asistir en un centro de salud del este de la capital a un primer encuentro sobre su futuro laboral. Y fueron esperanzados de que les propusiera contratos de fidelización de tres años con incentivos, como han hecho recientemente otras comunidades. Al encuentro en Madrid se presentaron unos 50 MIR y según el testimonio de cuatro de ellos los tres representantes autonómicos, de la Gerencia de Primaria, tuvieron solo buenas palabras sobre el valor del esfuerzo y la vocación.
“Les hablamos de que la gente se va y ellos respondieron que entendían que cada uno mirara por su bien personal, pero que ofertan lo mejor que pueden”, dice Carlos Jiménez, de 28 años, que se forma en Daroca, un centro de salud cercano a Las Ventas. “No buscamos que oferten lo mismo que otros países porque eso es inalcanzable, pero al menos que nos igualen a otras comunidades”.
“Nuestra situación no es la misma que la que había hace 20 años, cuando era muy difícil encontrar trabajo. Ahora abundan las ofertas y la gente busca las mejores condiciones”, dice este madrileño que no descarta irse.
Los residentes entregaron por escrito una propuesta que detalla dos planes de fidelización de otras regiones elaborados en 2022. Baleares pagará un extra anual de 4.800 euros a los residentes que decidan quedarse y 2.400 euros a los que vayan allí procedentes de otras regiones. Castilla y León permitirá que en esos tres años dediquen un 25% de su tiempo a investigación.
Lo que más enfadó a los presentes es que uno de los representantes de la consejería dijo para convencerles: “Ya nos gustaría a nosotros haber tenido estas condiciones”. Muchos residentes reaccionaron con incredulidad. Uno de ellos, José Manuel Portal, no entiende que la consejería apele a esos mensajes. “Tengo la suerte de haber acabado en una época en que hay trabajo en toda España. Pues yo decidiré”, dice este salmantino de 37 años que estudió Medicina después de Enfermería. Hace poco le contactó por LinkedIn un intermediario de clínicas privadas francesas. Le ponían todas las facilidades: viaje, hospedaje temporal, seguro y un salario mucho más atractivo. Según un estudio de la OCDE con datos de 2020, los médicos generalistas en España cobran 2,6 veces el salario medio, mientras que en Francia ganan tres veces más y en Alemania 4,4 veces más. Portal no ha tomado aún una decisión. “Ahora en abril es cuando se mueve el mercado”, dice. “De momento voy a esperar a ver si hacen algo más para fidelizarnos”.
La vicepresidenta del sindicato médico Amyts, Sheila Justo, advierte de que los reclutadores llevan muchos años operando en España. “A un país le sale más barato reclutar médicos que formarlos y ahora se están aprovechando de la debilidad de nuestro sistema”, resume Justo. “Estamos en una globalización y esto ya se rige por el mejor postor”, añade.
Conchi Muñoz es reclutadora de la empresa francesa Jober Group y reconoce que no es difícil convencer a los facultativos españoles gracias a salarios de entre 7.000 y 10.000 euros mensuales: “Tengo unos 80 médicos ahora estudiando francés. La mayoría en Madrid”.
La fuga de estos profesionales es puesta como ejemplo por el sindicato de médicos Amyts de que “se muere” la primaria, donde muchas bajas no se cubren por falta de médicos y pediatras. Amyts mantiene una huelga que acaba de cumplir 15 semanas, cuyo impacto rebaja el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, que da cifras de un ínfimo seguimiento. El sindicato, el mayor de médicos en Madrid con 6.000 afiliados, desconfía de los números oficiales y señala al amplio apoyo ciudadano y de sanitarios que han recibido.
Un portavoz de la consejería dice que para persuadir a estos sanitarios han hecho una oferta al comité de huelga de primaria que incluye un complemento de 400 euros a todos los médicos y pediatras que cubran categorías deficitarias, otro de 380 para el turno de tarde y 50 por hora extra en el nuevo modelo de agendas. Esto último es un plan piloto que empezó en falso en enero y que busca limitar a 34 el número de pacientes que ven al día los médicos y a 24 niños por pediatra. Amyts considera la oferta insuficiente, entre otros motivos, porque la consejería ofrece complementos que sustituirían a extras que perciben los sanitarios de primaria desde 2021.
Aparte de marcharse al extranjero, los médicos de familia que finalizan el MIR tienen otras opciones. Una alternativa común para los que se quedan en Madrid son las urgencias hospitalarias. Sobre esto, el portavoz de la consejería responsabiliza al Gobierno central: “Se debe principalmente a la falta de una política estatal para fijar especialidades que eviten estos desvíos de profesionales, como ha expresado en reiteradas ocasiones la Consejería de Sanidad, con la petición para crear la especialidad de urgencias”. Esta es una reivindicación histórica de los urgenciólogos que ha sido ignorada por diferentes gobiernos.
Otra salida cada vez más habitual es que estudien un máster de estética y trabajen en una clínica privada de ese sector en auge. Los que quieren seguir en la primaria de Madrid se apuntan a una bolsa de trabajo, pero tienen preferencia los médicos que han ganado una plaza en oposición. Por eso, los puestos para los que son llamados son a menudo los menos atractivos, como turnos de tarde que no les permiten conciliar y ellos consideran mal pagados.
A la cola en salarios
Madrid es antepenúltima entre las comunidades de España en gasto per cápita en primaria (1.522 euros) y última en porcentaje de su presupuesto sanitario dedica a esa área (10,66% frente al 13,92% de la media nacional). Los números de la consejería indican que en Madrid trabajan 5.211 profesionales en primaria, pero Amyts estima que debería haber un 20% más de médicos de familia y un 30% más de pediatras para cubrir las necesidades existentes. Este sindicato critica que la Comunidad prefiera desviar responsabilidades en lugar de actuar. Les sorprende que a mediados de febrero, el consejero de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, culpara a otras comunidades por subir los salarios, pero no se plantease hacer lo mismo. “Ofrecen unas retribuciones mayores precisamente para evitar que médicos y enfermeros se vengan a Madrid”, declaró a la cadena de television La Sexta.
La Comunidad de Madrid es la número 15 de los 18 servicios de salud de España en cuanto a remuneración de los médicos de primaria (2.641 euros netos mensuales), solo por detrás de Castilla La-Mancha (2.613), Navarra (2.462) y Cataluña (2.393) y por debajo de Ceuta y Melilla (4.136), Murcia (3.081) y País Vasco (2.997), según un estudio del Sindicato Médico de Granada con datos de diciembre de 2022.
Los sueldos bajos en una región cara empujan a muchos a hacer las maletas. El sevillano Rafael Pacheco, de 28 años, llegó a Madrid para hacer el MIR y tiene pensado volver a su tierra. “El salario es similar y el coste de vida es mucho menor. Además, tendría a la familia cerca”, dice. “La pena es quitarte de lo que has conocido durante cuatro años y empezar de cero”.
Otros buscan lugares sin colapso donde puedan disfrutar de su vocación. Pablo Martínez, madrileño de 29 años, contempla entre sus opciones irse a un centro de salud rural de Asturias, donde hizo una estancia de un mes: “Allí no hay saturación y te da tiempo a conocer a tus pacientes y adelantarte a la enfermedad. Esa es la verdadera atención primaria”.
¿Tienes más información? Contacta al autor a fpeinado@elpais.es o por Twitter a @FernandoPeinado
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