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Los vecinos de Madrid Río proponen a la Comunidad un nuevo lugar para la estación de metro que salva 138 árboles

El movimiento ‘No a la tala’ se reúne con la Consejería de Transportes por segunda vez en ocho meses

Manifestación No a la tala en Madrid
Miles de personas participaron en la protesta "No a la tala" el 8 de octubre en Madrid.Santi Burgos
Mercedes Pedreño

El director de Infraestructuras de la Consejería de Transportes, Miguel Núñez, se ha reunido este martes con los representantes de los vecinos y algunos de los expertos que les asesoran para escuchar sus propuestas. Es el segundo encuentro en los ocho meses que llevan luchando los vecinos para frenar las talas. Durante la reunión, los vecinos han insistido en que no se puede construir la estación de Madrid Río dentro del parque de Arganzuela y han propuesto una nueva ubicación en el Paseo de Yeserías entre el número 33 y el 41. Esta nueva alternativa solo costaría, según los expertos que asesoran a los vecinos, la tala y trasplante de 40 ejemplares, frente a los 178 que contempla el proyecto de la Comunidad de Madrid. Esta nueva ubicación supone modificar el trazado de la línea ligeramente.

La Consejería de Transportes accedió a mantener esta reunión con los vecinos después de que estos visitaran el Parlamento Europeo para pedir que el organismo tomara cartas en el asunto. Allí ya están moviendo ficha. Después de aceptar su petición a trámite, la comisión de peticiones del Parlamento Europeo ha aprobado enviar una carta a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento “en el mismo sentido que nuestra petición”, afirma Susana de la Higuera, portavoz del movimiento No a la tala. El eurodiputado de los Verdes David Cormand también ha escrito al director del Banco Europeo de Inversiones, Werner Hoyer, que financia gran parte de la obra del metro, para ponerle en conocimiento sobre las talas que va a suponer llevar a cabo el proyecto de ampliación de la línea 11 que sigue en pie. El proyecto que aceptó financiar esta entidad no incluía todas las talas que se pretenden hacer ahora, y todas las iniciativas en las que participa el Banco Europeo de Inversiones deben ir en línea con la lucha contra el cambio climático.

Durante la reunión, los vecinos han protestado por la enorme cantidad de árboles que se van a talar en el parque de Comillas, el único reducto verde del barrio del mismo nombre por ser el lugar por el que va a entrar la tuneladora. En vez de que entre por Conde de Casal, como estaba previsto en el proyecto inicial, la Comunidad de Madrid quiere aprovechar que van a construir una nueva estación en el barrio de Comillas para meter la tuneladora por allí. El espacio que necesitan las instalaciones auxiliares va a arrasar con casi 200 árboles.

También les preocupa la estación de Atocha, que va a eliminar los cedros centenarios del jardín de Jimena Quirós e hileras de plátanos de sombra solo por construir las rampas necesarias para sacar la tierra por en medio de la acera en vez de por la calzada. Los vecinos de Atocha han expresado su preocupación por la falta de detalles en el estudio hidrogeológico del suelo.

Temen que la estación haga un efecto barrera y suba el nivel freático del agua -la capacidad que tiene el suelo de recogerla-. Según los expertos que asesoran a los vecinos, si esto pasa se tendría que bombear agua fuera del suelo cada cierto tiempo y eso puede afectar a las edificaciones de alrededor.

El director general de Infraestructuras se ha mantenido en la misma respuesta durante toda la reunión, según la portavoz del No a la tala. Núñez ha repetido que están estudiando las alegaciones al proyecto y que se responderá a ellas cuando terminen con todas, y que esa respuesta no llegará hasta noviembre, por lo menos. La Consejería de Transportes tampoco ha confirmado una fecha exacta. Según los vecinos, el director general les ha informado de que están modificando el proyecto a la vez que estudian las alegaciones, pero no ha detallado cuáles son estos cambios.

Los integrantes del No a la tala siguen con una reunión pendiente con la Junta de Distrito de Arganzuela o con el Ayuntamiento de Madrid, responsable de autorizar las talas de árboles. Los vecinos tenían miedo de que las talas comenzaran tras la reunión con la Consejería, pero parece que no se va a hacer ningún avance hasta que se responda a las alegaciones. La famosa coleccionista Tita Cervera, también conocida como Baronesa Thyssen, se ha posicionado a favor de la búsqueda de alternativas al proyecto actual para salvar todos los árboles posibles. Cervera ya ha protagonizado otras protestas para salvar ejemplares, como cuando se encadenó a un árbol en 2007 para salvar los árboles del Paseo del Prado, que siguen en pie gracias a otro No a la tala.

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