De seis casos de tos ferina en 2023 a 197 en 2024: aumentan los contagios en Madrid
Más de 70 pacientes con esta infección respiratoria corresponden a la última semana, cuando hace un año tan solo había uno
La tos ferina también ha llegado a Madrid y el año comienza con “un incremento muy marcado de casos”, como reconoce la Consejería de Sanidad. En la última semana, se han reportado 71 casos nuevos en la comunidad, que contrastan con el único que hubo en la misma semana en 2023, según el último informe epidemiológico semanal de Sanidad. En lo que va de 2024, se han registrado 197 contagios; mientras que en el mismo periodo en 2023, hubo solo seis. De momento, no hay alarma por brote ni nada similar, según confirma Sanidad que, además, transmite un mensaje de tranquilidad. “Se hace una vigilancia epidemiológica reforzada, se realiza diagnóstico precoz con identificación etiológica o de la causa y se hace especial revisión para tener una óptima cobertura de vacunación”, explica un portavoz de la consejería.
En el norte de Barcelona y en la provincia de Guadalajara (Castilla-La Mancha) ya se enfrentan a brotes que han obligado a las autoridades a activar los protocolos para contener la expansión de la enfermedad, caracterizada por fuertes ataques de tos que, en algunos casos, pueden desencadenar vómitos o en dificultades para respirar. Concretamente, en la Comunidad de Madrid se han detectado casos en colegios de la capital y de Alcalá de Henares, entre otros municipios. El índice epidémico en la región madrileña, la razón entre los datos más recientes con la mediana de los últimos cinco años, es de 32,8. Una incidencia alta de una enfermedad empieza a partir de 1,25.
El 64% de los pacientes reportados con tos ferina en la Comunidad de Madrid tienen entre 5 y 14 años y solo el 10% son bebés de menos de un año. Este último dato es una buena noticia a ojos de Javier Álvarez, pediatra y miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría. “La mayoría de casos no son de niños pequeños, por fortuna. España es uno de los países con mayor cobertura de vacunación materna contra la tos ferina ―entre un 80% y 90%― y eso hace que esté casi desaparecida la enfermedad en los lactantes más pequeños”, destaca Álvarez. Este pediatra añade que los casos más frecuentes se dan en niños más grandes e, incluso, en adultos, en los que la tos ferina suele confundirse con gripes u otras enfermedades respiratorias.
Pese al incremento de casos en Madrid, Álvarez advierte de que las cifras, de momento, “deben ocupar, pero no preocupar” a la región. De hecho, recuerda, es una situación generalizada en los últimos meses en España y en otros países de Europa. A finales de enero, según el más reciente boletín del Centro Nacional de Epidemiología, había 757 casos de tos ferina en el país, frente a los 31 que hubo en enero de 2023.
Estos repuntes se ven cada tres o cinco años por varias razones. Una es que, a pesar de que hay vacuna, la inmunidad es corta, según explica Teresa del Rosal, pediatra infectóloga del Hospital Universitario La Paz y miembro de la Sociedad Española de Infectología (SEIP). La vacuna de la tos ferina se aplica a mujeres embarazadas y, de manera conjunta con otras vacunas, a los niños a los 2, 4 y 11 meses, más a una dosis de refuerzo a los seis años. La Asociación Española de Pediatría, además, recomienda que a los 14 años se aplique de nuevo, junto con la vacuna contra el tétanos y la difteria. Hoy este tipo de refuerzo solo se da en el Principado de Asturias.
A la duración limitada de la vacuna se suma la interrupción de la “inmunización natural” durante la pandemia. El doctor Álvarez explica que las medidas de distanciamiento durante la covid-19 hicieron que virus y bacterias circularan menos entre la población; al regresar a la normalidad, todo se reactiva, como ocurrió con la gripe. “También puede influir el mayor acceso a pruebas diagnósticas sensibles (como la PCR), la mayor sospecha diagnóstica y las variaciones antigénicas de la bacteria causante, la Bordetella pertussis”, añade Del Rosal.
Aunque no haya, de momento, alerta en Madrid, las sociedades pediátricas recomiendan no bajar la guardia en vacunación. La tos ferina no es potencialmente grave en niños siempre y cuando estén vacunados. “La enfermedad grave y las complicaciones afectan principalmente a los niños más pequeños que no han recibido ninguna dosis de vacuna. En niños mayores y adolescentes la tos prolongada puede ser el único síntoma y las complicaciones son excepcionales”, indican desde la SEIP. Un paciente se puede complicar con otitis, neumonía, insuficiencia respiratoria, fractura costal por los golpes de tos y pérdidas de peso.
Los expertos también recomiendan activar los protocolos en los colegios y aislar a tiempo a los menores enfermos y a los miembros de la familia con los que hayan tenido contacto directo. “Para intentar disminuir la transmisión, los niños con tos ferina no deben volver al colegio hasta haber completado cinco días de tratamiento antibiótico con azitromicina”, recomienda Del Rosal.
Paula González, enfermera de un colegio madrileño, explica que, una vez se confirma un caso en una institución, se notifica a la Consejería de Sanidad y se avisa a los padres de los niños que hayan compartido clase con el menor que ha enfermado. “Los niños que tengan síntomas como tos, mucosidad, fiebre o vómito deben ir al pediatra por tratamiento antibiótico”, detalla González y recuerda que ellos y su familia deben hacer aislamiento también por cinco días. “La tos ferina es altamente contagiosa”, advierte. Los alumnos que no tengan síntomas, pueden continuar en la escuela tranquilamente, salvo que tengan asma o enfermedades inmunodepresivas. También debe haber especial cuidado con las mujeres embarazadas.
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