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La rosa ‘Mutabilis’, el misterio de una flor que cambia de color

Es complicado describir su belleza porque los tonos de sus pétalos muestran diferentes tonalidades que van del amarillo pálido al rojizo y cambian con el paso de los días. Si acercáramos la nariz a su corola, disfrutaríamos de un aroma sutil y delicado

Rosa Mutabilis cambio color
La rosa 'Mutabilis', la flor que sus pétalos mudan de un color a otro con el paso de los días.Albert Garcia Ferrer
Eduardo Barba

El mundo de la rosa es tan rico como laberíntico. Los orígenes de muchas variedades de la reina de las flores se enrevesan como una maraña de hilos con los que hubiera jugado un gato. Con la rosa que nos ocupa, la Rosa chinensis ‘Mutabilis’, la madeja sigue enredada, y no deja vislumbrar claramente su procedencia. Los expertos devanaron algo, y han llegado a la conclusión de que su origen podría estar en China, como indica su propio nombre.

El salto a su cultivo en Europa es algo más complejo, y requiere seguir la pista de esta rosa en el hemisferio sur. Parece ser que los colonos franceses la cultivaban en la isla de la Reunión, de donde pasó a florecer también en Madagascar. En 1894 ya hay datos del cultivo de la rosa ‘Mutabilis’ en el norte de Italia, concretamente en el lago Mayor y en el de Como, donde se comercializaban en viveros de la zona. De allí viajaría por todo el continente europeo, y en 1916 alcanzó Gran Bretaña.

Es complicado describir la belleza de una flor como esta, cambiante. Y lo es porque, literalmente, sus pétalos mudan de un color a otro con el paso de los días. La rosa ‘Mutabilis’ es un compendio de distintos tonos cálidos en una misma planta. El paisajista Manuel Gómez Anuarbe cultiva desde hace muchos años esta variedad en su jardín alquímico en Uclés (Cuenca), y nos describe la maravilla de los cambios de color de su flor: “Nada mejor que las plantas muestran el cambio constante que experimentan tanto el universo como nosotros mismos. La rosa ‘Mutabilis’ lo hace de una manera mucho más explícita. No solo se transforman sus tallos y sus hojas al crecer, sino que las flores de una misma planta tienen distintos colores. Incluso en cada flor se muestra la metamorfosis con diferentes tonalidades que van del amarillo pálido al rojizo”. Eso es lo que se observa en sus flores, que cuando abren tienen un color amelocotonado con toques amarillentos, que evoluciona al rosa para terminar en los rosas y más tarde en los rojizos, antes de dejar caer los pétalos. Manuel describe otra curiosa característica: “Sus pétalos van desprendiéndose del cáliz, apenas se ha producido la floración, como si quisiera prevenirnos de la brevedad de la vida. Eros y Thánatos triunfando al unísono”.

Los tonos de la rosa 'Mutabilis' contrastan a la perfección.
Los tonos de la rosa 'Mutabilis' contrastan a la perfección.Gilberto Segovia

Si acercáramos la nariz a su corola, disfrutaríamos de un aroma sutil y delicado. Su floración se alarga durante meses y meses, en primavera, verano, otoño… e incluso invierno. Matilde Ferrer, obtentora de rosas en su vivero valenciano de Rosas Ferrer, se sorprendió al respecto con una escena única: “Un 30 de diciembre vi un arbusto de rosa ‘Mutabilis’ cubierto por el hielo y la nieve en Rímini (Italia). No olvidaré que seguía florecida y llena de hojas”. Esto nos habla de la fortaleza de un rosal vigoroso, capaz de alcanzar los dos metros, y sin grandes problemas, ni de plagas ni de enfermedades.

Matilde continúa enumerando las bondades de esta planta: “Hace una gran masa, y además de resistente es muy fácil de mantener. Casi no hace falta podarlo. Basta con un pequeño recorte a mitad de enero para igualarlo, en el caso de que lo necesitara”. En esta tarea anual de mantenimiento es de agradecer que la rosa ‘Mutabilis’ no cuente con muchas espinas, y que tampoco sean de las más feroces.

Los colores rosados y amarillentos de la rosa 'Mutabilis' iluminan el jardín alquímico de Manuel Gómez Anuarbe en Uclés (Cuenca).
Los colores rosados y amarillentos de la rosa 'Mutabilis' iluminan el jardín alquímico de Manuel Gómez Anuarbe en Uclés (Cuenca).Manuel Gómez Anuarbe

Como buen rosal refloreciente o remontante, se ve favorecido por un buen abonado que reponga sus energías, o se verán mermadas por su incansable actividad. Y, muy importante, el riego, “que ha de ser en profundidad”, como recomienda Matilde. En cuanto a su reproducción, esta experta cultivadora y amante de las rosas anima a esquejarla sin dudar: “Enraíza muy bien a partir de febrero, cuando comienza a haber una luz más intensa”.

Con esta rosa llena de cambios, de misterios y de belleza, no es difícil que aflore la poesía. Entonces, a Manuel le viene a la memoria Federico García Lorca, “y es que parece que su poema de La rosa mudable, que aparece en Doña Rosita la soltera, esté dedicado a ella”.

Cuando se abre en la mañana, / roja como sangre está. / El rocío no la toca / porque se teme quemar. / Abierta en el mediodía, / es dura como el coral. / El sol se asoma a los vidrios / para verla relumbrar. / Cuando en las ramas empiezan / los pájaros a cantar / y se desmaya la tarde / en las violetas del mar, / se pone blanca, con blanco de una mejilla de sal. / Y cuando toca la noche, / blando cuerno de metal, / y las estrellas avanzan / mientras los aires se van, / en la raya de lo oscuro / se comienza a deshojar.

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Sobre la firma

Eduardo Barba
Es jardinero, paisajista, profesor de Jardinería e investigador botánico en obras de arte. Ha escrito varios libros, así como artículos en catálogos para instituciones como el Museo del Prado. También habla de jardinería en su sección 'Meterse en un jardín' de la Cadena SER.

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