Un huerto en otoño e invierno: qué plantar para que siga siendo igual de productivo (o más)
En los meses fríos el terreno no tiene por qué ser menos fructífero, por pequeño que sea. La clave está en conocer el clima de la región y planificar un calendario de siembra con apuestas seguras como los cultivos de hoja, zanahorias o rábanos
En el otoño el entusiasmo de algunos aficionados a la horticultura decae. Cosechados todos los tomates, pimientos y fresas del verano, pueden surgir dudas de qué hacer con ese pequeño huerto que tantas alegrías ha brindado durante los meses cálidos. Toni Jardón, responsable del blog La huertina de Toni, lo percibe entre sus seguidores: “A lo mejor apetece menos por el frío y la lluvia, pero lo cierto es que el huerto sigue siendo tan productivo como en verano”. Eso sí, para que eso suceda hay un par de cosas que hay que tener claras, según explica este divulgador en horticultura.
La principal es hacer un calendario de siembra de acuerdo con el clima de la región donde nos encontramos. “No podemos plantar de todo, algunas plantas son más resistentes al frío, incluso a las heladas, que otras. Las hay que incluso les viene mejor el otoño porque se desarrollan peor con altas temperaturas. Pensar en el clima de nuestra región y realizar un calendario de siembra es fundamental”, afirma Jardón.
Para un huerto invernal, las bondades de los cultivos de hoja son toda una garantía de éxito en la cosecha. Lechuga en sus múltiples variedades, rúcula, kale, acelga, espinaca o escarola son solo algunas de las posibilidades. “A los cultivos de hoja las altas temperaturas no les sientan bien porque les hace subir enseguida a flor, algo que hacen para reproducirse y sacar semillas”, expone el bloguero, que advierte: “Eso las hace difíciles de consumir, se vuelven duras y amargas”.
Salvo algunas variedades de lechuga, que son más sensibles al frío, los cultivos de hoja son muy agradecidos para esta época más fría porque suelen ser resistentes, se cosechan rápido, “en unos 40 o 60 días”, y admiten varias cosechas antes de arrancar la planta.
Hortalizas de raíz
Sembrar zanahorias o rábanos, por ejemplo, es una alternativa como cultivo de invierno. También bulbos comestibles que crecen bajo tierra, como los ajos. “En noviembre en casi toda España se empiezan a poner los ajos para cosechar el bulbo”, explica Jardón. “Pero también se puede poner ajo tierno, que es un cultivo más rápido e ideal para huertos urbanos. Se cosecha en unos tres meses y se consume su tallo.” Además, el ajo tiene buenas propiedades asociativas sembrado junto a otras plantas. Por ejemplo si se planta junto a la zanahoria, ayudando a repeler plagas como la mosca de la zanahoria. “Lo importante del ajo y la zanahoria es que tiene que hacerse mediante siembra directa en el sustrato, no se puede poner en un semillero”, detalla.
Para aquellos hortelanos que gocen de más espacio, las crucíferas son otra opción recomendada. “Aunque lo ideal es prepararlo todo un poco antes, para la llegada del otoño”, advierte Jardón, “a lo mejor en los climas más cálidos todavía se pueden sembrar en otoño”. Repollos, coliflores y brócoli son algunos de estos cultivos que, aunque resistentes al frío, sí demandan numerosos litros de sustrato.
Las bondades del huerto invernal (y un consejo práctico)
Una opción para espacios más reducidos es sembrar guisantes. No ocupan mucho espacio en volumen de sustrato pero sí en altura, porque del tallo principal van surgiendo zarcillos que necesitan agarrarse y trepar por un enrejado. “Hay dos épocas para poner guisantes, noviembre o primavera”, explica el divulgador de horticultura, autor del libro Vente al huerto: cultiva tus propios alimentos. “Si los plantas en noviembre los cosecharás a principios de primavera, en abril”. El horticultor también recomienda las habas de mayo como cultivo estrella para plantar en otoño y cosechar, como su nombre indica, en mayo.
Jardón se confiesa más partidario del huerto en invierno que en verano: “Va más lento, los cultivos crecen más despacio y no tienes que regar tanto, mientras que en primavera viene todo de golpe: cosechas, riego, plagas. Es una buena ocasión para hacer mantenimiento de herramientas, bancales o planificar nuevas cosas”. Un consejo que aporta para hacer frente al frío en huertos pequeños o urbanos es reciclar botellas de agua de cinco u ocho litros para hacer con ellas pequeños invernaderos. “Vienen bien para heladas o temperaturas bajas nocturnas hasta que las plantas se desarrollen, la diferencia es visible”, comenta, invitando a que las inclemencias de esta estación no desanimen a los nuevos aficionados a la horticultura.
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