Barbie, de ser un juguete a convertirse en tesoro de coleccionistas: “Cuando pasé de 500 muñecas, dejé de contarlas”
Lo que comenzó siendo una muñeca en 1959 ha acabado siendo un sinónimo de inclusión, diversidad y evolución, y también ha llevado a sus seguidores a pagar miles de euros para conseguir las más especiales
El color rosa se ha apoderado de todo. Para muchos, la campaña de marketing en torno al estreno de la película de Barbie, dirigida por Greta Gerwig, es una de las mejores jamás creadas. Barbie y el rosa lo han llenado todo de color. No es una novedad, puesto que la muñeca más famosa de la historia lleva más de 64 años haciendo felices a niñas, niños, jóvenes y adultos de todo el mundo. Claudia López (30 años) lleva coleccionándolas desde hace una década, cuando recuperó cuatro Barbies de su infancia: “De pequeña no me gustaban nada. Las que tenía era porque me las regalaron sin yo pedirlas”, relata la joven a EL PAÍS. Ahora la historia es muy diferente: en sus estanterías acumula más de 500.
Barbie llegó en 1959 para revolucionar el mundo y lo consiguió. En un momento en el que solo existían las muñecas para que las niñas jugasen a ser madres, la famosa rubia enseñó a los más pequeños a ser lo que quisieran ser. “El papel de Barbie en la historia de los juguetes es muy importante. Les inculcó a los niños y a niñas unos valores distintos a los que había en ese momento. En esa época rompió con todo. Y ahora están sacando Barbies inclusivas, ortopédicas, con audífonos, con síndrome de Down… para que todos los menores tengan algo con lo que se puedan identificar”, señala López. Su pasión por el mundo rosa le ha llevado a acumular más de 800.000 seguidores en TikTok, donde es conocida como Chicle de Fresa. En este perfil habla de Barbie, de su historia como coleccionista y comparte sus últimas adquisiciones: “Compro lo que me gusta sin darle muchas vueltas. Me da igual si es una pieza barata o cara, porque sé que si mañana me canso puedo vender esa muñeca incluso por más dinero que por lo que la compré”.
Su primera Barbie de colección fue la inspirada en los libros de Beatrix Potter, Peter Rabbit. A partir de entonces, se desató la locura por las muñecas y el coleccionismo: “Fue uno de los motivos por los que dije: ‘Ya está, necesito coleccionarlas’. Me enamoré completamente”. Gracias a ellas, López ha conseguido crear vínculos de amistad con otros coleccionistas, como Jonatan Núñez (41 años), que ha estado ligado a Barbie desde pequeño: “Aunque tenía juguetes que siempre se han catalogado de chico, solía jugar con muñecas. Me gustaba eso de peinarlas, vestirlas... Empecé a coleccionarlas hace 11 años y ahora incluso voy a convenciones y diseño ropa para estos eventos”. Cada mes de septiembre, tiene lugar la Madrid Fashion Doll Show, organizada por Mónica Núñez del Castillo, que reúne en un mismo espacio a decenas de seguidores de Barbie. Pero Jonatan no solo colecciona las que Mattel pone a la venta, también se encarga de diseñar muñecas propias y adquiere los modelos de otros creadores, como se encarga de mostrar en sus redes sociales. En sus estanterías acumula más de 300 Barbies.
Unas estanterías que tienden a quedarse sin espacio. Ante este problema, la solución de Jonatan es sencilla: vende aquellas a las que no les tiene tanto cariño o no son especiales. El coleccionismo de Barbie se sustenta gracias a la compra-venta de muñecas por todo el mundo. Un mercado con precios disparados —en el caso de las más especiales— y donde la demanda cada vez es mayor. Tal y como ha difundido Milanuncios en una nota de prensa, las búsquedas de las Barbies más antiguas o de primera generación han experimentado un crecimiento del 75% en el último año, aumentando la demanda en un 28%. “En mi caso, lo máximo que he llegado a pagar por una ha sido 150 euros”, explica Jonatan.
Mónica es una experta de todo lo que tiene que ver con Barbie y, como no podía ser de otra manera, también de la compra-venta. “Cuando pasé de las 500 muñecas, dejé de contar las que tengo. No sé cuántas son y tampoco me importa. Solo sé las que me faltan y quiero tener”, sostiene en una entrevista telefónica. La coleccionista ha conseguido hacerse con ejemplares únicos y difíciles de encontrar, tanto a través de páginas web como en convenciones a las que asiste con frecuencia: “Hay algunas que solamente la casualidad puede hacer que te hagas con ellas”. A pesar de tratarse de objetos de coleccionismo, hay muchos vendedores que no saben cuál es el valor real del ejemplar y lo ponen en venta a un precio muy inferior: “La gente cuando vende barato lo hace por desconocimiento. Hay veces que me he encontrado anuncios y he pensado: ‘No sabe lo que está vendiendo o, directamente, es una estafa”. Mónica ha llegado a adquirir muñecas por 150 euros —después de regatear— cuando su precio real en mercado era de 2.000 euros.
El punto de inflexión para Mónica fue cuando Mattel decidió sacar a la venta muñecas más especiales y únicas: “Eran líneas muy interesantes porque eran modelos de época, de cine… Yo lo interpreto como muñecas orientadas hacia el coleccionista adulto”. De todos sus ejemplares, el más especial y difícil de conseguir fue la Barbie Moschino: “Mattel la regaló en la front row del desfile de Moschino en Milán. Se dieron entre 50 y 100 y era imposible comprarla porque no se comercializó. Era una muñeca que sabía que no iba a conseguir, pero en 2022 una persona la puso a la venta en Wallapop. Había sido de su madre, que trabajó en la tienda de la marca. La compré por 250 euros cuando la última que se subastó en una sala de ventas, que fue en Milán, tuvo un valor de 3.000 euros”.
El éxito de Barbie y su película no podría entenderse sin Mattel, la empresa encargada de su distribución. André Moreira, jefe de productos de consumo de Mattel Iberia, explica a EL PAÍS cómo ha sido este año para ellos: “Este 2023 está siendo sinónimo de trabajo, empeño y dedicación. Queremos asegurar que los fans pueden vivir una experiencia completa más allá de la gran pantalla”. Y lo han conseguido. Más de 100 marcas se han unido a ellos para poner a la venta productos relacionados con la muñeca más famosa de la historia. Unos productos que, como no podía ser de otra manera, se agotan en horas.
“Barbie tiene 64 años. Empezó siendo una muñeca, pero hoy es mucho más que un juguete. Es una idea y un movimiento, y hemos visto cómo la sociedad ha evolucionado con ella. Hemos convertido a Barbie en la marca más diversa e inclusiva del mundo”, defiende Moreira. Barbie es sinónimo de historia. Una muñeca que ha pasado de generación en generación y que lo seguirá haciendo: “La abuela jugó, la madre jugó y ahora la niña juega”. Desde Mattel, saben de su valor y la importancia que ha tenido en las vidas de muchas personas, por ello se han centrado en desarrollar un sentimiento que va más allá: “Hay que conseguir que la gente se identifique con la marca”.
@chicledefresadolls Respuesta a @Barbara Soria mira que bonita 💖
♬ sonido original - chicledefresa
Margot Robbie y Ryan Gosling han logrado reavivar un sentimiento que parecía haber desaparecido, pero que nunca lo ha estado. En dos semanas, la película ha recaudado más de 800 millones de euros a nivel internacional, unas cifras de vértigo para una cinta que ha teñido las calles y las salas de cine de rosa. El legado de Barbie y sus muñecas de colección va a seguir por muchos años más, transportando la inocencia hasta Barbieland y su mundo idílico.
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