Salmón horneado, ahumado en caliente: un adictivo descubrimiento

Existen muchas formas de comer (y disfrutar) del salmón, uno de los alimentos que más posibilidades ofrece en la cocina, por su versatilidad a la hora de prepararlo. Sus propiedades nutricionales hacen el resto: son uno de los puntos fuertes de este pescado azul, cuyo consumo es tan beneficioso para la salud. Su carne, jugosa y tersa, es rica en grasa omega 3, en proteínas y vitaminas –sobre todo A, B y D–, así como en magnesio y yodo. Todos ellos son nutrientes sanos y saludables que invitan a deleitarse con el salmón en cualquier época del año.

La lista de recetas para elaborar este producto es amplísima, y el resultado nunca falla: para chuparse los dedos. Se puede cocinar a la plancha o a la parrilla, al vapor o en papillote, hervido en caldos, como ingrediente en platos de pasta y pizzas, de relleno en crepes, tortillas y revueltos… Y, por supuesto, ahumado en ensaladas, tartares o carpaccios. Hace apenas 40 años, el salmón ahumado era una verdadera rareza en España, un manjar casi desconocido, pese a ser una de las señas de identidad de la gastronomía escandinava.

Fue en aquella época cuando Vensy España apostó por el mercado nacional y se instaló en Málaga, donde empezó a comercializar Skandia Ahumados. Hoy, esta compañía es una referencia en el sector gracias a la calidad de sus propuestas. La clave está en que únicamente emplea salmones frescos procedentes de los fiordos noruegos, los lochs escoceses o las frías aguas de Alaska y Canadá. Además de los salmones salvajes certificados, la marca comercializa otros pescados como el atún, la palometa, el bacalao o la trucha.

El segundo factor que explica este sabor tan especial es la técnica usada por Skandia para ahumar los pescados. Sólo quema madera de haya, tal y como hacen desde más de un siglo los maestros del norte de Europa. Ese tipo de humo aporta al producto un toque especial que se traduce en un ahumado equilibrado, siempre natural. Por último, el pescado se sala a mano con sal marina seca. De esa manera se consigue un sabor y una textura únicos. Son estos los dos únicos ingredientes naturales que posee el salmón que vende Skandia, en el que no hay ni el mínimo rastro de conservantes ni colorantes. Por supuesto, la mano del maestro ahumador es definitiva: él estima cuándo el pescado ha llegado a su perfecto toque de ahumado. No existe un tiempo exacto para determinarlo, siempre es aproximado y depende del saber hacer de ese trabajador, clave en el éxito de la compañía.

Ahora, la marca va un paso más allá y propone una nueva forma de saborear este ingrediente tan rico y nutritivo. Para ello, ha lanzado una receta tradicional muy poco conocida en España: el salmón ahumado en caliente, o salmón horneado. Su principal característica radica en el proceso para ahumar el pescado, que se produce durante el horneado a unos 75 grados. En el salmón ahumado tradicional, en cambio, el alimento se somete a una temperatura controlada de unos 30 grados. Al exponerse a más calor, el pescado queda cocinado. El resultado es un alimento muy jugoso, que mantiene el toque tan característico del humo.

Una delicia de alto valor nutritivo que está lista para comer en cualquier momento. Se puede tomar en frío como aperitivo. Pero como realmente se aprecia todo su sabor es en caliente, al horno, en sartén o tras unos segundos en el microondas. En muy poco tiempo, se obtiene un primer plato ideal para acompañar como guarnición con ensaladas, arroces, pasta o verduras. En definitiva, una forma distinta de saborear el salmón y de prepararlo de forma fácil y sencilla.