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Cinco tiendas de comida de barrio que nos hacen más felices

Buena selección de productos, buen trato y recomendaciones hechas con cariño: seleccionamos cinco establecimientos entrañables con los que nunca podrán competir los grandes supermercados

¿Acaso es esto el paraíso?
¿Acaso es esto el paraíso?Casabase

La tendencia de comprar en el comercio local no es algo reciente, hace años ya que recomendamos mimar las tiendas de barrio. Sin ser talibanes, sin plantear un abandono total de las grandes superficies: no se trata de prohibir nada ni de hacerte sentir que estás fallando en algo. Sí podemos sumar opciones, añadir cosas bonitas, hablar de negocios con rostro que nos tratan bien. Más allá de las carnicerías, fruterías y panaderías de barrio –de las que somos fans declarados– hay otro tipo de tienda de alimentación que yo catalogo así: Tiendas Que Me Hacen Feliz.

Hay una en casi cada ciudad y más en las grandes capitales: son esas donde vas y sabes que alguien te recomendará justo lo que necesitas, esos lugares donde entras pensando en una mermelada y sales con una conserva de marisco (¡riquísima!), donde puedes probar, donde te sugieren cómo prepararla y donde, finalmente, vas porque sabes que funcionan. Estas son cinco de mis tiendas preferidas: seguro que tú tienes alguna más que aportar.

Casabase (Madrid)

Casabase lleva en el barrio de Salamanca de Madrid desde diciembre de 2015. Mucho han cambiado las cosas desde esa primera Navidad, cuando Francesco Maggi y Angelica Tinazzi se atrevieron a poner a la venta unos panetones artesanos a 32 euros. “Los clientes entraban a insultarnos”, cuenta Francesco, “diciéndonos que cómo pensábamos vender un panettone a ese precio, que era una vergüenza. Entraban, nos decían esto y se iban. Fue divertido, y lo es más aún este año que hemos vendido más de 2000″.

Casabase está especializado en productos italianos de calidad. Desde el principio tenían claro que querían ir más allá de las marcas clásicas. “Siempre fuimos apasionados de la cocina, de los productos artesanales locales, de subir a la sierra y parar en las queserías del puerto, hablar con el pastor. Teníamos un amigo que produce embutidos de la zona de Bérgamo, luego otro con cervezas artesanales, juntamos otras cuatro cosas, encontramos un local que nos parecía bonito y así empezamos”.

En estos nueve años de vida han ido encontrando su nicho y su forma de proponer la enogastronomía italiana. Francesco es quien lleva las cuentas y planifica, mientras Angelica es la que da la cara y la voz en las redes sociales. Parte de su éxito está sin duda en la forma directa de contar las cosas, su tono desenfadado y su entusiasmo, que les ha ganado una verdadera legión de secuaces.

Lo que tiene más éxito es sin duda el panetone, con un crecimiento exponencial: si en 2015 vendieron 250 unidades, en la última campaña de 2024 han llegado a 2400. ¿Y cuando no es Navidad? “Tiene mucho éxito el banco de charcutería, embutidos y quesos” comenta Francesco. Desde Italia traen directamente de los productores chacinas y quesos que son una rareza incluso allí. Es posible probar muchos de sus productos en la tienda en forma de panini: bocadillos elaborados que son, cada uno de ellos, una verdadera receta. Para acompañar, alguno de sus vinos –muchos naturales– o cervezas y refrescos italianos.

Dan ganas de llevárselo todo
Dan ganas de llevárselo todoCasabase

Casabase: C/ de Núñez de Balboa, 34, Madrid. Tel. 919 907 023. Mapa.

Ego Galego (Barcelona)

Ego Galego también se centra en el lugar de origen de sus productos, en este caso Galicia. Estrella Justo llevaba ya ocho años en Barcelona cuando se dio cuenta de que faltaba algo. “Había alguna tienda que se definía gallega, pero en realidad no lo era, o al menos no exclusivamente. Y echaba de menos algunos productos”, me cuenta. Ego Galego es la tienda que a Estrella le hubiera gustado tener en Barcelona. Con la ayuda de su hermano Tomás empezó un trabajo de dos años, buscando y visitando a pequeños productores de las distintas zonas de Galicia. Así nació la tienda, a través de contactos directos. “Una locura a nivel logístico, y así seguimos hasta hoy”.

La tienda abrió a finales de 2015, y en ese momento fue una tienda innovadora a nivel nacional, la única que tenía únicamente producto gallego y con esa variedad. Estrella pensó en Ego como un lugar de referencia para la comunidad gallega: al fin y al cabo todos recibían ya desde casa un paquete cada mes o dos, con chorizo, grelos, queso… “pero se ha convertido en una tienda de barrio, donde desfilan gallegos, vascos, italianos, franceses”, dice orgullosa.

En Ego Galego puedes encontrar vinos, conservas, quesos y embutidos, que privilegian siempre los productores pequeños y de calidad. La clientela ha respondido con entusiasmo, gracias al trato personal, cuidado y cariñoso. Hasta la pandemia se organizaban las Egofestas, en las que una vez al mes daban a degustar productos gallegos: filloas, grelos, lacón… Desde 2020 eso ha parado, pero Estrella no: con dos amigas asturianas ha abierto AlNorte, un bar de raciones y copas norteñas. Y hace cinco meses llegó Fame, una tienda de empanadas gallegas para llevar.

Ego Galego: C/ de Goya, 20, Barcelona. Tel. 931 731 293. Mapa.

La Manducateca (Bilbao)

La Manducateca es la veterana de este listado: abrió sus puertas en marzo de 2015 en Bilbao. María Mora Mataix, con poco más de 30 años, decidió lanzarse a esta aventura cuando se enteró de que su contrato de trabajo tenía fecha de caducidad.

El queso siempre ha estado al centro de su oferta, empezando por su inspiración, la quesería Cultivo, de Madrid, madre putativa de muchas tiendas gastronómicas por toda la península. Sin embargo, María desde el principio tuvo claro que tenía que diversificar para poder tener más opciones. A lo largo de los años ha ido definiendo su oferta, conociendo a pequeños productores y entendiendo los gustos de su clientela. La aventura que empezó de la mano de Lexuri, la socia que falleció pocos meses después de inaugurar La Manducateca, ahora es parte fundamental de la vida gastronómica bilbaína.

En sus estanterías puedes encontrar la felicidad entre vinos, cervezas artesanas, kombuchas, lo necesario para un buen picoteo, desde picos hasta conservas, y pan de la panadería artesana Gure Ogia, de Mungia. Venden también online, aunque su punto fuerte es la atención personal en vivo y en directo. De hecho, tienen una intensa actividad de catas y talleres. “Somos un punto de encuentro, más que un punto de venta” me dice riéndose María. Su décimo aniversario se acerca, y vienen sorpresas.

María Mora Mataix en su salsa
María Mora Mataix en su salsaLa Manducateca

La Manducateca: C/ Gral. Concha, 7, Bilbao. Tel. 640 084 075. Mapa.

Rodolfus (Coruña)

En Galicia ahora sí hay tiendas con productos 100% gallegos, por ejemplo Rodolfus, que María Montero y Leo Naya abrieron en junio de 2024 en el casco histórico de Coruña. Detrás de la plaza María Pita, en un antiguo almacén que muchas coruñesas recuerdan con nostalgia –a muchas les compraron allí su primer bañador de niñas– Rodolfus es un espacio mixto donde disfrutar de la comida gallega de múltiples formas. El eje central de la oferta es la tienda de la entrada, donde cada día hay pan fresco de Pan e canela, empanadas y dulces, quesos y embutidos traídos desde los cuatro rincones de Galicia. En las estanterías el denominador común es gallego, tradicional o no: de hecho, el proyecto de Rodolfus surgió al ver la cantidad de productos novedosos y de calidad que había y que, sin embargo, permanecían desconocidos. “Nos ha sorprendido y nos sigue sorprendiendo la gran variedad de productos que se elaboran aquí y se salen de lo tradicional” cuenta María. “Podría parecer que nos cuesta salirnos de lo de siempre, pero hay un gran número de marcas locales que se dedican a producir cosas tan poco gallegas como kombucha, chucrut, tofu, hummus, carne vegetal, cremas de frutos secos, salsas picantes, mermeladas exóticas… vale la pena bucear un poco porque hay propuestas verdaderamente curiosas.”

Al fondo de la tienda, detrás de una pared de cristal para que luzca, está la bodega que se ha convertido en el centro alrededor del cual gira todo. “Lo que más se vende es vino, sin duda” confirma María “tanto en tienda como en consumo en el local. La bodega es toda gallega y, cuando empezamos, mucha gente nos dijo que era un riesgo limitarnos tanto, que el público demanda vino de otros lugares y hay que tener oferta… nos mantuvimos firmes en nuestra idea y el tiempo nos está dando la razón. Todavía hay quien entra y nos pide un Rioja o un Ribera del Duero; les ofrecemos alternativas gallegas de perfiles similares y siempre se van contentos”.

Entre la tienda y la bodega, unas mesas tranquilas donde poder tomar café y desayunar, o probar un vino y acompañarlo con los bocados preparados con los mismos productos que están a la venta.

María Montero y Leo Naya: los artífices
María Montero y Leo Naya: los artíficesRodulfus

Rodolfus: Rúa Damas, 2, A Coruña. Tel. 981 281 210. Mapa.

La dicha* (Mérida)

Isabel Sánchez Flores lleva revoloteando alrededor de la cocina más de diez años. Ha trabajado en Sevilla y Madrid en catering, entidades culturales y agencias, cocinando, haciendo estilismos o llevando la comunicación. Finalmente, en julio del año pasado, ha abierto en Mérida las puertas de su sueño: la dicha*. “Llevaba años buscando la forma de poder ligarme profesionalmente a la gastronomía” me escribe Isa “y mientras trabajaba en Comunicación iba proyectando la dicha* como un espacio sencillo, llenito hasta arriba de productos de los que da alegría descubrir, probar, regalar, recomendar. Que acompañan estupendamente en lo de celebrar o son una celebración en sí misma.”

La dicha* está de vuelta del discurso de lo local: en su tienda Isa se pone un único límite, el de la felicidad: busca, rastrea y se hace con todo lo que le hace feliz. Quesos franceses, pasta italiana, tortillas de maíz hechas en Asturias, salsas picantes y fideos instantáneos artesanos. Pero también hay tortas de chicharrón de La Siberia, tan cerca y tan lejos, y huevos frescos, y vinos de pequeños productores, tomates de penjar “y chufleteo en general, que es como decimos por aquí a eso que realmente no necesitas pero qué contenta te pone, madre mía”.

“La Isa”, como la conocen ya sus clientes, recomienda y sugiere, da a probar y se quita el gusanillo de cocinar ofreciendo sándwiches hechos al momento, con los productos que vende en el pan de Pancontigo. “Es una forma estupenda de que la gente pruebe antes de comprar y se lleve ideas de combinaciones que funcionan a casa, además de la cena.” Además prepara por encargo mesas de picoteo para eventos y, en la dicha*, organiza pruebas de queso –porque en Extremadura no se dice cata, se dice prueba– y más actividades alrededor de cocina y felicidad.

"La Isa"
"La Isa"Kike Pastrana

La dicha*: C/ Berzocana, 2, Mérida (Badajoz). Tel. 679 459 549. Mapa.

Cinco razones por las que comprar local tiene múltiples beneficios, según Isabel Sánchez Flores

Comprar local tiene múltiples beneficios: 

1. Vas a comprar menos.

2. Vas a comprar mejor.

3. Vas a formar parte de una comunidad.

4. Tardas menos.

5. Vas a mantener vivo tu barrio, tu pueblo, tu ciudad. 

¿Cuál es tu tienda favorita de comida? Recomiéndanos las maravillas de tu localidad en los comentarios.

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