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Dónde comer en la Feria del Libro de Madrid, según sus propios protagonistas

Del 31 de mayo al 16 de junio, los restaurantes y bares próximos al parque del Retiro se convertirán en el centro de reuniones y de comidas de trabajo de escritores, editores, agentes, libreros y visitantes

Rodaballo al horno de Taberna Arzabal. Imagen proporcionada por el restaurante.
Rodaballo al horno de Taberna Arzabal. Imagen proporcionada por el restaurante.

1.

Eva Orúe, directora de la Feria: arroces y tradición

Arroz de puerros con gambón, del restaurante Berlanga. Imagen proporcionada por el establecimiento.
Arroz de puerros con gambón, del restaurante Berlanga. Imagen proporcionada por el establecimiento.

Orúe nombra tres opciones que varían en precio y en cocina. El restaurante Cruz Blanca Las Murallas es el primero que menciona para comer de menú del día —”nos salva la mitad de la Feria”, confiesa—. Situado frente a la puerta de Sainz de Baranda, en la avenida Menéndez Pelayo, advierte de que es un sitio modesto, de andar por casa, pero que “tienen un menú correcto a buen precio”.

Si se busca algo más especial, la periodista señala Berlanga (Avda. Menéndez Pelayo, 41) y, en concreto, su arroz de puerros y gambón (26,50 euros por persona). El establecimiento, abierto justo antes de la pandemia, se ha hecho un nombre entre los lugares en Madrid especializados en arroces, ofreciendo desde clásicos como el senyoret o el negro, a opciones de cosecha propia como el de puerros y rape, llamado también “paella de Antonio y Ana Resines”. Otro de sus favoritos es Castelados (calle Antonio Acuña, 18). Primo hermano del clásico La Castela, esta es la versión más actual, abierta en 2016, en manos de la tercera generación de la familia. “Me gustan las cosas tradicionales y aquí por ejemplo cosas como la sepia y los calamares los hacen muy bien”. En la carta, en efecto, abundan las recetas con guiños castizos como las mollejas o el rabo de toro y también algunas de las creaciones santo y seña de ambos locales como la milhojas de ventresca (14,50 euros).

En caso de que apriete la sed o la flojera, Orúe recuerda que “para tomarse un café y conversar, nada mejor que uno de los bares de la Feria”.

2.

Elvira Lindo, escritora: oda al plato

Pochas con almejas de Arzábal Retiro. Imagen proporcionada por el establecimiento.
Pochas con almejas de Arzábal Retiro. Imagen proporcionada por el establecimiento.

Los favoritos de la escritora en torno al Retiro no son una compilación de sitios, sino de platos concretos. En cada uno de los establecimientos, Lindo tiene claro qué pedir: el revuelto de merluza y calabacín en la barra de La Castela (Doctor Castelo, 22); las pochas con almejas de Arzábal; el salpicón de marisco de O Grelo (Menorca, 39); el canelón de pularda on Pedro Ximénez y tartufata de La Raquetista (Doctor Castelo, 19); y el arroz de espinacas y gambón de Berlanga.

Para quienes no les importe desplazarse fuera de los alrededores del Retiro, Lindo también deja unas pocas recomendaciones como comerse unos puerros confitados con romesco en La Vinoteca Moratín (Moratín, 36); un arroz de verduras en El Ventorrillo Murciano (Tres Peces, 20) o cualquiera de los platos de verduras de La Manduca de Azagra (Sagasta,14). Este último, de propietarios navarros, cumple 20 años siendo un referente en producto de la huerta en la capital.

3.

Lola Larumbe, librera: mesa reservada

Para la propietaria de la librería Rafael Alberti son días de mucho trabajo, sin tiempo que perder. Por ello, los sábados y domingos de la feria tiene mesa reservada en Las Murallas Cruz Blanca, (Avda. de Menéndez Pelayo, 47). “Es una costumbre que tenemos desde hace años. Comemos ligero, rápido y tienen buen servicio, además de buen pescado y una carne rica. Nos guardan la mesa durante la feria”, explica Larumbe. Entre las especialidades, Arroz con bogavante (25 euros), pulpo a la brasa con crema de patata (22 euros), rabo de toro estofado con patatas fritas (22 euros), patatas revolconas con torreznos (14 euros), o bacalao a la vizcaina (21 euros). Algunas tardes, cuando cierra la caseta 113, se dejaba caer por una de las cervecerías clásicas de la zona, el Bar Martín. Este año no podrá ser porque el tabernero acaba de echar el cierre del local.

4.

Palmira Márquez, agente literaria: los fijos del barrio

Tortilla de patata de la Taberna Zalamero, en Madrid.
Tortilla de patata de la Taberna Zalamero, en Madrid.

La socia fundadora y directora de la agencia literaria Dos Passos tiene mesa a nombre de su firma de la Taberna Zalamero (Narváez, 67). Le gusta la cocina que prepara Ana Losada y los vinos que le aconseja el sumiller, David Moreno, con una buena selección de vinos de Jerez. “Ana hace las mejores croquetas de jamón ibérico de Madrid y de España (16 euros, la media ración, 8 euros). Borda los guisos, sobre todo los callos que prepara en un estilo que me recuerda a los asturianos, que se cortan en trozos más pequeños (17 euros)”, explica Márquez, que también alaba la preparación de los pescados, sobre todo de la caballa, que prepara con escabeche de zanahoria y vinagre de mirim (18 euros), y de la corvina, que presenta a la plancha, con crema de apionabo y vinagreta de piñones (22 euros).

Otro lugar de culto es la Taberna Laredo (Doctor Castelo, 30), donde los hermanos Miguel, David y Javier Laredo hacen una cocina de mercado tradicional, donde no faltan los guisos, la ensalada con trigueros y ventresca, la tempura de langostinos, el salmorejo, gamba roja y gamba blanca, o las chuletitas de cordero. Destaca el “ambiente excepcional y la carta de vinos generosos, que me sientan muy bien”. También acude a Zoco (Avda. de Menéndez Pelayo, 27), local que califica de cocina fusión mediterránea, con platos, como los mejillones en escabeche con patatas revolconas (17 euros) o las albóndigas de corzo, langostino y amontillado (19,5 euros). Y no hay feria que se precie sin la ensaladilla (11,50 euros) del restaurante Rafa (Narváez, 68), ni sin el arroz de Berlanga (Avda. Menéndez Pelayo, 41).

5.

Luis Solano, editor: clásicos del barrio

Desde que Taberna Verdejo se mudó de la calle Espartinas a la calle General Díaz Porlier, y desde La Tasquería hizo lo mismo y se trasladó a Modesto Lafuente, el fundador de Libros del Asteroide, que reside en Barcelona, ha tenido que buscar nuevas direcciones para comer. La cercanía al parque del Retiro es fundamental a la hora de elegir destino. Y Solano frecuenta Arzabal (Avda. de Menéndez Pelayo, 13), donde se pueden tomar unas patatas a la importancia con cigalitas (21 euros), unas croquetas de ibérico con leche de oveja latxa (17 euros), un bikini de cecina y queso comté (16 euros), o un rapito a la parrilla (32 euros). Y también elige La Castela (Doctor Castelo, 22), donde se pueden comer unos garbanzos con langostinos (14,50 euros), chipirones encebollados (14,50 euros), un revuelto de merluza y calabacín (13 euros) o un bacalao fresco a los tres tomates (19 euros).

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