De los refugios de Harlem al estrellato global: quién es A$AP Rocky, el padre del primer hijo de Rihanna
Considerado uno de los grandes referentes del hip-hop de nuevo cuño, su relación con la cantante ratifica una proyección que ya lo había situado en la primera línea de la música y de la moda
No hay un nombre que haya copado más titulares en las páginas recientes de la crónica social que el de A$AP Rocky. El rapero de 33 años, que hasta ahora era semidesconocido para todos aquellos que no incluyen el hip hop como género imprescindible en su lista de reproducción, ha captado la atención global tras la publicación de las imágenes que anunciaban su futura paternidad junto a la cantante Rihanna. El polifacético neoyorquino podía presumir hasta la fecha de una gran proyección no solo en el terreno de la música, sino también como icono de estilo milenial. Ahora, su mediática relación con la estrella del pop ha hecho de él uno de los hombres más buscados en un entorno digital que se afana en responder al mismo interrogante: ¿Quién es A$AP Rocky?.
La relación de amistad entre la cantante y el rapero arranca diez años atrás, cuando colaboraron en el remix de uno de los sencillos de Rihanna —Cockiness (Love It)—. Sobre el escenario de los MTV Video Music Awards demostraron con un flirteo indisimulado su química y complicidad y unos meses después Rocky se unió como telonero a la gira estadounidense de la artista de Barbados. Sin embargo, no sería hasta principios de 2020, coincidiendo con la ruptura de la intérprete de Umbrella con el que había sido su pareja durante los últimos tres años, el empresario Hasaan Jameel, cuando se dispararon todos los rumores respecto a un posible romance entre los dos jóvenes iconos de la música. Rocky se convirtió en imagen de la línea de belleza y cuidado facial de Fenty Beauty, propiedad de la cantante, justo cuando fuentes anónimas comenzaron a hablar sobre que ambos eran “inseparables”. Pese a que el artista confirmó la relación la pasada primavera, siempre se han mostrado elusivos ante la prensa. Tanto es así que Rihanna todavía no ha hecho ninguna declaración pública respecto al futuro padre de su primer hijo.
Nacido Rakim Mayers, su meteórica irrupción en el mundo del hip hop en 2011 hizo temblar los cimientos de la industria, que acogió con entusiasmo unánime su carismática presencia y la vocación experimental de su sonido. En apenas cinco meses, y con solo una mixtape en el mercado, el joven pasó de tener menos de 3.000 euros en su cuenta bancaria a firmar un contrato con RCA/Sony por valor de tres millones, asegurándose el total control creativo sobre su carrera. Además de haber ejercido como productor musical bajo el seudónimo de Pretty Flacko, cuenta con dos nominaciones a los premios Grammy y actualmente dice estar centrado en finiquitar su inminente nuevo álbum, el cuarto de su discografía.
El rapero saltó a los titulares de la prensa generalista en el verano de 2019, cuando fue arrestado por una agresión con agravantes junto a tres miembros de su equipo tras una reyerta en las calles de Estocolmo. Su detención desató una ola de solidaridad en las redes sociales a su favor que estuvo a punto de acabar en conflicto diplomático tras el intento del expresidente Trump de intervenir en el proceso. La justicia sueca acabó condenando a Mayers, aunque evitó volver a la cárcel tras pasar un mes en prisión preventiva.
El escándalo no deterioró ni un ápice la imagen pública del artista en Estados Unidos, que consiguió el apoyo de marcas como Calvin Klein, para la que ha ejercido como embajador. A$AP Rocky es una de las caras que más y mejor ha sabido canalizar y rentabilizar el flirteo reciente entre la moda de lujo y el hip hop, siendo imagen en campañas de Dior Homme —el primer hombre negro en lograrlo— y firmando colaboraciones para JW Anderson, Guess, Amina Muaddi o Marine Serre. Su estilo, siempre atrevido y dispuesto a abrazar apuestas sin género, le ha hecho merecedor del título de “músico mejor vestido del planeta” por la prensa especializada, haciendo de él un influencer cortejado por Gucci, Loewe o Balenciaga.
Alumno aventajado de Kanye West o Pharrell Williams, el artista ha confesado su pasión por todo lo relacionado con el mundo de la moda en temas como Fashion Killa o RAF, en honor al diseñador belga Raf Simons. Incluso cuando era un niño sin apenas recursos económicos, ya trataba de lucir prendas exclusivas de Prada o True Religion, desafiando así los estrictos cánones de vestimenta del gueto. “Los matones del barrio creían que era gay, pero a sus chicas les encantaba. A mí nunca me fue el rollo machote”, corroboraba en una entrevista, asegurando que fue ahí cuando comenzó a cuestionar su masculinidad.
Una devoción por la moda que ha trasladado también fuera de la pasarela, protagonizando sendos romances con modelos como Kendall Jenner o Chanel Iman. La rapera Iggy Azalea y la cantante Rita Ora también han sido relacionadas sentimentalmente con A$AP Rocky, que no ha dudado en afirmar que la indiscutible mujer de su vida es Rihanna. “Creo que cuando lo sabes, lo sabes. Es ella”, sostuvo a la edición estadounidense de GQ el que fuera calificado por la propia revista como el “hombre vivo más guapo”. En la misma entrevista, publicada el pasado mayo, ya se anticipó a su futura paternidad. “Creo que sería un padre increíble, destacable, uno muy por encima de la media”.
Las cicatrices que asoman en su rostro son solo el recuerdo de una infancia sembrada por la tragedia en las calles de Harlem. Su padre, que comparte con Rihanna la nacionalidad barbadense, fue encarcelado por tráfico de drogas y murió en 2012. Su hermano mayor fue asesinado cuando el rapero solo tenía 13 años, aunque para entonces él ya trapicheaba con cannabis y crack en los distintos refugios sociales de Nueva York que les acogían y llegó incluso a ser encarcelado siendo un adolescente. La experiencia le empujó a alejarse de la delincuencia y cultivar su talento para las rimas. En 2015, apenas un par de años después de firmar su primer gran contrato discográfico, su mejor amigo y mentor musical, A$AP Yams, murió a causa de una sobredosis accidental. Pese a su historial, el rapero no oculta ser consumidor habitual de sustancias alucinógenas como el LSD, dedicándole incluso una canción homónima. “La gente tiene miedo de hablar de ello”, evocó en la revista Billboard. “Me ayudan a hacer frente a la vida”.
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