La Princesa de Asturias, del ‘college’ de Gales al instituto de Leganés
Leonor de Borbón protagoniza una jornada de sensibilización en ciberseguridad para jóvenes en su segundo acto público sin ningún otro miembro de la Familia Real
Cinco días antes de regresar a Gales para reanudar las clases en el UWC Atlantic College, el internado de élite donde cursa el bachillerato internacional, la Princesa de Asturias ha visitado este miécoles el Instituto de Enseñanza Secundaria Julio Verne de Leganés, una ciudad del extrarradio de Madrid con 188.000 habitantes.
La entrada de Leonor de Borbón en el gimnasio del colegio público, donde esperaban sus más de 450 alumnos, ha sido recibida con mucha expectación, algunos aplausos y bastantes cuchicheos. Con pantalón rosa palo, blusa blanca y deportivas, ha cruzado la cancha deteniéndose a saludar a algunos estudiantes, como Ibra (Ibrahim, de padre marroquí y madre española) o Stefan, con quienes se ha hecho un selfi. “Es muy maja y cercana. Parecida a nosotros”, han comentado luego a los periodistas.
La visita ha coincidido con el primer día en que se podía prescindir de la mascarilla en interiores, aunque muchos estudiantes la llevaban. La primogénita de los Reyes ha ido a cara descubierta, por lo que se podía apreciar cuánto han cambiado sus facciones en estos dos años. Leonor de Borbón cumplirá 18 dentro de año y medio y, a partir de entonces, estará en condiciones de heredar la Corona de España en el momento en que falte su padre.
Pese a la dificultad de compaginarla con sus estudios en el extranjero, la Casa del Rey empieza a construirle una agenda propia. El de este miércoles ha sido su segundo acto oficial en solitario, sin ningún otro miembro de la Familia Real, tras la visita que realizó el 24 de marzo de 2021 al Instituto Cervantes, con motivo del 30º aniversario de la institución. A diferencia de entonces, esta vez no se ha escuchado públicamente su voz. Sentada en primera fila, ha asistido como oyente a la Jornada sobre Juventud y Ciberseguridad impartida por el Instituto Nacional de Seguridad (Incibe). Se trata de un proyecto destinado a concienciar a los jóvenes de los riesgos que conllevan las nuevas tecnologías. Desde 2016, ya se han celebrado más de 12.300 sesiones como esta en centros docentes de toda España.
Laura Cuesta, experta en comunicación digital, ha asegurado que para los que rozan la cuarentena hay una realidad analógica y otra virtual, mientras que los adolescentes viven una única realidad, en la que internet juega un papel esencial. Ha preguntado a los alumnos cuántos se van a la cama con el móvil y la mayoría ha levantado la mano; cuántos lo revisan antes de levantarse y la mitad lo ha admitido; pero solo unos pocos han reconocido que ni siquiera dejan de mirarlo cuando hacen los deberes. “Se trata de que vosotros controléis a los dispositivos tecnológicos y no ellos a vosotros”, dice.
Sembrar la desconfianza en sus mentes, hacerles recelar de los “chollos” y las gangas, convencerles de que se lo piensen dos veces antes de subir imágenes suyas o facilitar datos personales es el objetivo de la charla. Según Cristina Gutiérrez, técnica en ciberseguridad para menores, “el problema es que no tienen percepción de peligro”. No obstante, varias adolescentes reconocen que han vivido en primera persona o en amigas situaciones de acoso en las redes. Usan Instagram para comunicarse y TikTok para divertirse, porque “Facebook es de padres”.
Tras las conferencias, los alumnos se reparten en grupos de 10 para trabajar. El grupo de la Princesa de Asturias, dirigido por Cristina, se ocupa de cómo detectar bulos y fraudes. Al principio, la situación fue un poco tensa, reconoce una alumna. Nadie sabía bien cómo tratar a Leonor y ella también estaba nerviosa. Pero luego se rompió el hielo. La monitora pone un ejemplo de bulo: una supuesta noticia que atribuye el origen del coronavirus a las antenas de telefonía 5G. Y explica a qué fuentes fiables recurrir para desmentirla. Pero no siempre es tan fácil: hace unos días corrió por el instituto la noticia de que la Princesa de Asturias iba a visitarlos. La mayoría creyó que era mentira. Muchos no dieron crédito hasta que la vieron.
El instituto de Leganés no es tan cosmopolita como la escuela de Gales, pero sí heterogéneo. Conviven en plena armonía y respeto desde un chaval travestido hasta jóvenes con el hiyab (el pañuelo islámico). Se sorprenden al preguntarles si sus compañeros las tratan igual que a los demás. “¡Claro!”, contestan al unísono. Es la España en la que Leonor de Borbón se prepara para reinar.
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