“Hollywood es asqueroso”: el inesperado poder provocador de un beso sobre el escenario
El beso de los actores Matty Matheson y Ebon Moss-Bachrach al recoger un Emmy por ‘The Bear’ ha conseguido lo impensable en 2024: que alguien se sienta incómodo
Gala de los Premios Emmy, año 2024. Ocurrió anoche. Los actores Matty Matheson y Ebon Moss-Bachrach recogieron el premio a la Mejor Serie de Comedia para The Bear junto al resto del elenco y para celebrarlo, se dieron un beso. El público aplaudió. “Fue bonito”, dijeron luego ambos en la sala de prensa charlando con los medios, según recoge The Hollywood Reporter. Aparentemente, no para todos. Algunos comentarios, como los que se pueden leer en el perfil de Instagram de la publicación especializada en moda The Cut, que celebró el beso publicando una imagen del momento, parecen llegados de otra época. “Hollywood es asqueroso, ¿cómo es que a todo el mundo le parece esto bien?”, se pregunta alguien. Añade, a continuación, esa frase que en Los Simpson ya era un chiste hace 30 años: “¿Nadie piensa en los niños?”.
Los besos (románticos, celebratorios, eufóricos, espontáneos o performáticos) son una parte fundamental de las galas de premios y, a menudo, grandes rivales de los premiados o los vestidos (cuando no de vergonzosos bofetones) en la conversación del día posterior. Hemos recogido algunos que también trajeron cola.
Britney Spears, Madonna y un recuerdo pop
Aunque lo cierto es que Christina Aguilera también formaba parte de la actuación que abrió la gala de los MTV Video Music Awards de 2003, el montaje televisivo se encargó de que el momento del beso de Madonna y Britney Spears ya forme parte de la historia pop al haberse alternado con la estupefacta cara del exnovio de esta, Justin Timberlake. Madonna cantaba Like a Virgin vestida de caballero y las dos jóvenes estrellas eran sus esposas. El beso, a mitad de la actuación, cumplió su cometido. Solo se hablaba de ello al día siguiente y en un internet cuyas redes sociales (foros, por aquel entonces) empezaban a sentenciar la conversación. Madonna fue al programa de Oprah Winfrey a hablar de lo ocurrido, Spears al de Larry King. En resumidas cuentas, quedó claro que dos mujeres besándose sobre el escenario todavía era motivo de shock entrado el siglo XXI.
Nicole Kidman, Naomi Watts y un beso con mensaje
Sucedió en los Women in Film Crystal + Lucy Awards, año 2015. La premiada Nicole Kidman explicó sobre el escenario que a los 14 años rechazó un papel en una película de Jane Campion porque el guion exigía que besara a una mujer mientras llevaba puesto un gorro de ducha. “Yo quería ser el tipo de actriz que iba con el pelo suelto y besaba a hombres. Hoy lo tengo claro. Jane, si estás aquí, estoy lista para ponerme un gorro de ducha y besar a cualquier mujer que esté en la sala”. En ese instante, se puso un gorro y su amiga Naomi Watts apareció en el escenario (también con gorro) para besar a la actriz. “Luchemos por lo que queremos y no pidamos perdón por ello”, concluyó Kidman.
Bad Bunny, un bailarín y un chaparrón de homofobia
Volvemos a los MTV Video Music Awards, en concreto al año 2022. Aunque Bad Bunny hizo historia por ser el primer latino en lograr el galardón al Artista del Año en esos premios, fue un beso en el escenario con uno de sus bailarines el que ocupó los titulares. Segundos antes, el puertorriqueño había besado también a una bailarina, pero fue el beso con Nigel O´Brian el que despertó la reacción en las redes sociales. Además, por partida doble. Por un lado, el odio habitual surgido de la homofobia por ver a dos hombres besándose, y por otro, el recelo entre la propia comunidad LGTB al surgir algunas voces que ponían sobre la mesa la posibilidad de que un cantante heterosexual besando a otro hombre pudiese ser un intento de generar publicidad entre ese público (práctica conocida como queerbaiting) y una mera herramienta promocional de la que beneficiarse. El debate fue enriquecedor, pero como en los casos anteriores, solo era un beso.
Angelina Jolie, su hermano James y una inocencia muy interrumpida
Cuando en el año 2000 la actriz recibió el Oscar como Mejor Actriz de Reparto por Inocencia interrumpida, dedicó el premio a su hermano, James Haven. “Estoy alucinada y muy enamorada de mi hermano ahora mismo. Acaba de abrazarme y decirme que me quiere y sé que es muy feliz por mí. A mi madre, que es la mujer más valiente y bella que he conocido, a mi papá, que es un gran actor y mejor padre. James, no tengo nada sin ti. Eres el hombre más fuerte e increíble que he conocido”. Aunque ya se habían besado en los Globos de Oro, fue el posterior beso en la after party de Vanity Fair el que hizo que muchos acusaran a los hermanos de incesto. Una acusación tan desnortada contribuyó, en realidad, a alimentar la imagen de Jolie como una joven rebelde, salvaje y descarriada. Coleccionaba cuchillos, vestía de negro, afirmaba ser bisexual y, como guinda al pastel, un beso percibido como incesto. Creó polémica, pero sobre todo, terminó de crear a un mito.
Halle Berry, Adrien Brody y el revisionismo
Seguimos en los Oscar, año 2003. Cuando Adrien Brody recogió el Oscar como Mejor Actor por El pianista, plantó un apasionado beso en la boca a la entregadora, Halle Berry, que el año anterior había recogido el primer Oscar a mejor actriz a una mujer negra (sigue siendo la única). Ese instante es ya uno de los más icónicos de la historia de los galardones, pero el revisionismo histórico nos ha hecho replantearnos lo que en realidad tendríamos que haber sentido al ver este beso en el que el consentimiento es el gran ausente. Nos dimos cuenta de ello el año pasado, cuando en el programa Watch What Happens Live with Andy Cohen, la actriz confesó que el beso no estaba en absoluto preparado. Cuando el presentador le preguntó si le había gustado, aseguró no tener la más remota idea. “Estaba demasiado ocupada intentando comprender qué demonios había pasado”, aseguró la actriz.
Marc Giró, Alberto San Juan y un beso con historia
Un ejemplo español, televisivo y reciente. Solo hace unos días el presentador de Late Xou, Marc Giró, le explicó al invitado a su programa, Alberto San Juan, que es incapaz de olvidar una estampa estival en la que el actor entró en una cafetería, le dijo a una mujer “Ya estoy aquí” y le dio un apasionado beso. Poco después, ambos se besaron, un momento que despertó los aplausos del público y para qué negarlo, la alegría del presentador. Lo que pasó después debería hacer que nos sintiésemos orgullosos de vivir en una sociedad como la española: no pasó nada.
Rachel McAdams, Ryan Gosling y un ‘flashback’
MTV Movie Awards, año 2005. Cuando los actores recogieron el (merecidísimo) premio al Mejor Beso en los MTV Movie Awards gracias a ese clásico romántico contemporáneo llamado El diario de Noah, no se limitaron a darse un casto pico con el que rendir homenaje al fogoso momento que les valió el reconocimiento. Cada uno se situó en una punta del escenario y al más puro estilo Dirty Dancing, prepararon un beso aéreo con el que recordar el momento icónico de la película.
John Travolta, Scarlett Johansson y una explicación necesaria
Volvemos a los Oscar, pero sin entrar en la gala. Nos quedamos en la alfombra roja de los galardones. Año 2015. Es complicado describir el beso que John Travolta le dio a Scarlett Johansson, pues ella parecía tan asombrada e incómoda como el mundo al ver la imagen. El curioso momento se enmarca en la era del photobomb (una persona se mete delante del encuadre de una foto o un plano para crear un efecto cómico, curioso o inesperado), pero este beso dejó al mundo tan estupefacto que Johansson tuvo que aclarar más tarde que en realidad, la imagen estaba completamente descontextualizada. “No hay nada extraño, espeluznante ni inapropiado en John Travolta. La imagen que circula es una desafortunada instantánea de un encuentro que fue muy dulce y totalmente bienvenido. La fotografía no refleja lo que pasó después si ves los vídeos”, aclaró a la agencia Associated Press. A veces mil palabras valen más que una imagen.
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