Guido Tonelli: “No se puede sacar una vacuna y venderla como si se tratara de atún enlatado”
El físico italiano lideró el equipo que descubrió el bosón de Higgs. Su último libro, ‘Génesis’, aspira a ser el gran relato de la creación del universo
Guido Tonelli (Casola in Lunigiana, 1950) no es un físico cualquiera. Lideró en 2012 el proyecto de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) que dio con la primera prueba de la existencia del bosón de Higgs —la llamada “partícula de Dios”—, el descubrimiento o, mejor dicho, la comprobación más importante de la física reciente. Hace unos meses, en enero, el ganador del Premio Breakthrough en Física Fundamental y profesor de Física de la Universidad de Pisa publicó un libro ...
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Guido Tonelli (Casola in Lunigiana, 1950) no es un físico cualquiera. Lideró en 2012 el proyecto de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) que dio con la primera prueba de la existencia del bosón de Higgs —la llamada “partícula de Dios”—, el descubrimiento o, mejor dicho, la comprobación más importante de la física reciente. Hace unos meses, en enero, el ganador del Premio Breakthrough en Física Fundamental y profesor de Física de la Universidad de Pisa publicó un libro que aspira a ser el gran relato de la creación del universo desde sus primeros instantes de vida: Génesis (editorial Ariel). Estructurado en siete capítulos, o días, aspira a ser la versión científica del primer libro del Antiguo Testamento. Tonelli, que contesta por videoconferencia, explica cada detalle con paciencia de profesor que quiere hacerse entender.
PREGUNTA. En su libro explica con precisión divulgadora detalles muy complejos para el común de los mortales. ¿Quería que la gente entendiera qué somos?
RESPUESTA. La historia sobre nuestro origen es importante para la especie humana. Cuando terminé de escribir el libro no existía la covid-19, pero ahora tenemos aún más clara la importancia de conocer nuestros orígenes. Esa historia la construyen los científicos, pero tiene que trascenderles. Hay que acercársela a todo el mundo para tener otra herramienta más que nos ayude a sobrevivir.
P. Menciona la relevancia que tuvo en su momento el descubrimiento de que la Tierra no era, como se creía, el centro del universo.
R. Fue un shock y cambió nuestra mirada hacia todo. En la época de Galileo o de Copérnico la sociedad era muy compleja. Había muchas guerras, pandemias terribles, luchas, y algunos individuos concentraban su energía en responder a preguntas inútiles como: ¿es la Luna un cuerpo celestial perfecto? La teoría decía que los cuerpos tenían que ser perfectos por ser hijos de la creación. Pero Galileo vio en la Luna montañas y valles, vio que el Sol no es perfecto, pues apreció manchas negras en su superficie y que rota sobre sí mismo. Y observó que Júpiter tenía satélites que rotaban a su alrededor. No lo escribió porque habría sido muy peligroso para él. Pero su conclusión fue que posiblemente era la Tierra la que rotaba alrededor del Sol y no al revés. Era 1610.
P. ¿Y qué cambió?
R. Al principio, nada. Todo siguió su curso. Pero en la práctica cambió todo. Modificar nuestra visión del mundo, aceptar que no somos el centro del universo, sino que somos un planeta más que gira alrededor de una estrella como tantas otras que vemos en el cielo… Fue un cambio absolutamente fundamental. Desde entonces los humanos no leemos solo libros, sino que leemos y luego echamos un vistazo a nuestro alrededor. Intentamos entender por nosotros mismos las cosas, haciendo preguntas a la naturaleza, haciendo experimentos e intentando entender los resultados. Este fue el cambio: el germen de la modernidad.
P. ¿Y qué efectos ha tenido el descubrimiento de Galileo en los cuatro siglos siguientes?
R. La religión no ha vuelto a ser la misma. Ni la cultura, el arte, la psicología… Supuso el nacimiento del racionalismo. El individuo se convirtió en el centro de la sociedad. Nuestra mirada al mundo exterior y hacia nuestro interior ha cambiado. No lo controlamos todo. Cuando cambia la ciencia, la mirada al mundo cambia con ella.
P. ¿Supondrá la pandemia un paso atrás en el avance científico?
R. No lo creo. Si acaso, ha rebajado nuestra arrogancia de los últimos 20 años. Hemos comprobado que nadie saldrá por su cuenta de esta crisis. Para mí la lección principal que nos deja es que debemos mirar la ciencia como algo colectivo, de toda la humanidad. Cada reto es un reto compartido. Debemos olvidar la división entre los países y expandir nuestras fronteras, organizar los distintos proyectos con el máximo de países involucrados, que todos los proyectos sean similares al CERN, con más de 20 países involucrados. De esta tragedia saldremos con una humanidad que intentará entenderse mejor.
P. No se ve ese entendimiento del que habla por ahora.
R. Todavía tenemos un comportamiento prepandémico, cada país intenta gastar menos, librarse de sus vecinos, cerrar su fronteras… Pero no tiene sentido y nos damos cuenta. Tenemos que cambiar para adaptarnos a la nueva realidad. Europa tiene ventaja porque somos más interdependientes y ya hemos comprobado lo elevado que es el precio que pagamos cuando no cooperamos. Estamos en el mismo barco. No se puede sacar una vacuna y venderla como si se tratara de atún enlatado. Tenemos que librarnos de esta mentalidad o pagaremos un precio muy elevado.
P. Fue uno de los participantes en el descubrimiento del bosón de Higgs. ¿Podría explicar su importancia?
R. Incluso los científicos más importantes de la historia, Newton y Einstein, fueron prisioneros de un prejuicio: consideraban la masa una propiedad intrínseca de la materia. Pero ahora sabemos que la masa es una propiedad adquirida. Ahora mismo lo que se cree es que en los primeros instantes del universo las partículas elementales volaban frenéticamente a la velocidad de la luz y no tenían masa. Todo estaba ya allí, pero el comportamiento de la materia era completamente diferente a ahora. La materia no se podía congregar, no se formaban planetas, polvo, humanos. ¿Y por qué? Porque la materia carecía de masa. Una vez que el universo, al expandirse, se enfrió, el bosón de Higgs se congeló. Y ese pequeño cambio lo modificó todo. Este nuevo campo forzó al resto de las partículas a interactuar. La materia fue reduciendo su velocidad y adquiriendo masa. Unas pocas partículas muy ligeras fueron capaces de agregarse y formar un protón. Otras, como los electrones, fueron capaces de formar un átomo. Y este es el origen de la materia tal y como lo conocemos hoy en día.
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